Por Cristian Hendrickse *
Ayer el diputado provincial Canini impulsaba una ley de
prohibición de la megaminería y se sacaba fotos con los vecinos de Loncopué.
Ahora, cercano al Kristinismo, reclama que en los acuerdos con las compañías mineras participe la Nación
y además pega otro golpe de timón en sus discursos de ayer para terminar
adhiriendo a la teoría que en el pasado le cuestionaba al ex-diputado
provincial Goncalves: los utópicos "controles" por parte del Estado
cómplice de las mineras.
El diputado provincial Todero, del justicialismo, cuestiona individualmente
la minería a cielo abierto, sin embargo el PPV provincial, como sus
organizaciones locales, no se han animado a hacer institucionalmente ninguna
declaración partidaria que contraríe la política nacional del Kristinismo en el
tema minero, ni mucho menos existió manifestación por la cruenta represión a
ambientalistas en el norte, lo que fuera objeto de repudio hasta por
organizaciones tan conservadoras como el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, pero que para
el FPV pareciera que "no veo, no oigo, no escucho".
Mientras tanto silencio oficial y partidista oficial se
esparce como una densa tiniebla de complicidades, avanza la ejecución del
"Proyecto X", para con las mismas tácticas de las dictaduras,
efectuar inteligencia sobre los activistas sociales. Haz lo que y digo, más no lo
que yo hago...
Frente a la hipocresía tan patética de los partidos
políticos, desde hace 12 años ha quedado evidente que las instituciones de la democracia
representativa no solo han sido insuficientes para defender los intereses de la
población sino que han sido funcionales en la defensa de la concentración del
capital y de sus compañías saqueadoras, y que han tenido que ser los ciudadanos
quienes terminan autoconvocándose y, ejerciendo la democracia directa, solitos
han detenido a los saqueadores y sus títeres políticos, tal como viene ocurriendo
desde Esquel pasando por Famatina, Loncopué, etc.
Cuando el FPV y demás instituciones partidarias extreman sus
esfuerzos de cooptación de nuestras asambleas de vecinos autoconvocados, se
hace más imperioso conservar la identidad social y apartidaria de las asambleas.
Discursos como diálogo, responsabilidad, controles, no se
condicen con la dura represión y judicialización que sufren los ambientalistas
a lo largo de esta Nación bajo la ley antiterrorista y el "Proyecto
X".
Políticos: no vengan a sacarse fotos con nosotros ni a
hacerse amigos nuestros. Hagan las leyes que exigen los pueblos para que se
respete su estilo de vida y renuncien ya a ser simple operadores funcionales de
los concentradores de capital.
Háganlo hoy, que todavía están a tiempo...
* A.V.A.L. Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Loncopué
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