Por Julio Saquero Lois *
La
Cámara Penal de Esquel falló a su favor por prescripción del
plazo procesal.
En el paraje de El Pedregoso, hoy, lunes 6 de febrero, los campesinos están de fiesta: Inés
Larenas acaba de ser sobreseída del
cargo de “usurpación con amenazas” por la Cámara Penal de Esquel, que anuló la sentencia de desalojo, multa y
cárcel que le impusiera la Jueza Estefanía
Aguirre, en un fallo polémico y bochornoso en el 2008.
La sentencia adversa, de primera instancia y que fuera resistida tenazmente por la
comunidad, ensombrecía nuestro paisaje,
tanto o más que el incendio reciente, y había borrado la alegría en muchos de
nuestros vecinos, en el tiempo de las cosechas y las señaladas.
Eso hoy comenzó a revertirse con la nueva sentencia:
Alejandro Enrique Korn a través de su abogado Martín Iturburu Monet había
presentado esta vez una acusación de
“Usurpación agravada” por haberse mantenido
Inés Larenas en el terreno en que ella habita y que pretende Korn. La
argumentación de la defensa presentada por Deias y Pérez Galimberti fue sólida
y clara: los tiempos procesales señaladas por el Código Penal nacional han sido
superados, la causa está prescripta. Y la Cámara Penal de
Esquel contradiciendo el fallo anterior del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia, que daba
razón a Korn en la instancia anterior, hoy acepta ese criterio de la defensa
pública y declara la prescripción de la causa y el sobreseimiento “definitivo”
de la acusada y su compañero.
Nada es “definitivo”, creeríamos, para ciertos personajes
encumbrados, que suelen hacer de la justicia un simple juego de influencias y
sobornos, cosa de difícil digestión para los simples ciudadanos. Pero nos
animamos a creer que esta vez las cosas no son tan simples y este fallo no será
impugnado tan fácilmente como en la ocasión anterior.
Todavía resuenan los aplausos y festejos de los campesinos y
familiares que acompañaron a Inés en la sala 2ª de audiencia de los tribunales
de Esquel, festejando la sentencia favorable, cuando nos detenemos en el camino
de regreso, al borde de la ruta 40 en Leleque,
en casa de don Atilio y Doña Rosa Nahuelquir a saludarlos. Allí
están en torno a la mesa, almorzando con
hijos y nietos. Ellos son ejemplo para las nuevas generaciones por la tenacidad
de su lucha, que esta semana cumple diez años, y mantienen su sonrisa a pesar de
todas las adversidades y del tiempo que llevan transitando por los pasillos, en
tribunales, defendiendo el derecho de su comunidad mapuche a habitar en la
tierra de sus antepasados, ante uno de los hombres más poderosos del mundo
capitalista, Luciano Benetton. Allí están, amigables, generosos, acogedores,
saludándonos con su abrazo en la tranquera, junto a la ruta, alegrándose con
los hijos y amigos de Inés, que hoy, después de tanto tiempo de sombras, sonríe
y hace planes de futuro.
Nota relacionada: El Pedregoso: el PSA se solidariza con la familia Larenas ante un nuevo intento de desalojo
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