Por Cátedra Libre de Derechos Humanos de la UNPSJB
A 36 años del golpe militar de 1976 la Cátedra Libre de
Derechos Humanos de la
Universidad Nacional de la Patagonia SJB quiere
compartir con toda la comunidad algunas reflexiones en torno a las implicancias
pasadas y actuales de este terrible acontecimiento, entendiendo que la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA como valores
fundamentales de los Derechos Humanos, son los pilares para construir una
sociedad más justa, libre y solidaria.
La memoria nos permite recuperar el pasado, entender el
presente y construir el futuro.
Por eso es importante recordar que la desaparición de
personas fue parte de un plan sistemático de exterminio de ideas y fuerzas
sociales, que se consolida con la instalación de un modelo económico,
orquestado no solo desde las fuerzas militares sino con la complicidad de
sectores de la sociedad civil y del poder económico vigente.
El recordar nos permite entender que en el presente, si bien
han cambiado de ropaje, continúan vivas esas estructuras, representaciones y
prácticas autoritarias de la dictadura, operando con la misma intensidad,
aunque sutilmente disimuladas, y sin que seamos, la mayoría de las veces,
conscientes de las mismas.
Comprender que la sanción de la ley antiterrorista, que
considerar a cualquier manifestante como terrorista, se suma al conjunto de
medidas adoptadas y promovidas por el actual gobierno nacional, y que, podemos
decir, son resabios de la dictadura. La represión que han vivido numerosos
pueblos que reclaman por sus derechos en estos últimos días son la máxima
expresión de la misma. Esas medidas no hacen más que proteger la lógica e
intereses del mercado, la concentración económica de poder y de tierras, y la
extranjerización de nuestros territorios.
La existencia del Proyecto X, una unidad especial de la
gendarmería nacional argentina que contaría con una base de datos obtenida
mediante inteligencia y espionaje sobre militantes y organizaciones sociales,
constituye el peor escándalo de un gobierno que se dice luchar por los Derechos
Humanos. El proyecto X se trata de un refinado aparato de vigilancia de
ciudadanos que incluye hasta características de personalidad y que las
operaciones son realizadas con los agentes vistiendo ropa de civil.
En realidad no es más que la continuidad de las actividades
de espionaje realizadas en la base Almirante Zar, provincia del Chubut. Este 15
de marzo en la ciudad de Trelew se iniciaron los juicios a los 14 implicados en
el espionaje en la base almirante Zar. Allí se habrían realizado fichajes y
seguimiento de personalidades de la provincia, medios de comunicación y
organizaciones civiles.
Todo este terreno de impunidad ha permitido y naturalizado
prácticas sistemáticas de represión, detención y desaparición de personas en la
provincia del Chubut. Son innúmeras las denuncias de jóvenes que han sufrido
torturas y apremios ilegales por parte de la policía en nuestra provincia
-policía que depende del poder ejecutivo provincial- a los cuales se suma la larga
lista de personas desaparecidas en democracia, tales como Iván Eladio
Torres, Alejandra del Carmen Sales,
Mónica Elizabet Acuña, Miguel Angel Linares, Benjamin Pairo, Silvia Mabel
Picón, Hernán Soto, Pablo Plascencio, Sonia Toro, Héctor Quijano, entre otros.
“Recordar para construir el futuro”
No debemos olvidar la persistencia de grupos económicos, que
amparados por políticas del Estado y un estado legislativo apoyado en leyes
menemistas y de la dictadura, pretenden, hoy, instalar la mega-minería a cielo
abierto, lo que implica la más vil explotación de los recursos y atentar contra
la salud de nuestro pueblo.
Debemos permanentemente recordar la falta de elaboración y
ejecución de políticas públicas integrales, universales, de protección especial
y de garantías, que apunten a dar a la población mayor educación, salud,
vivienda, recreación, justicia, trabajo y ambiente sano, todas estas,
dimensiones que promueven la seguridad ciudadana proclamada en nuestra
Constitución Nacional. Las voces que reclaman mayor control, castigo,
vigilancia y modificación de las leyes para supuestamente garantizar seguridad
no hacen más que reproducir un discurso hegemónico legado de la lógica del
terrorismo de Estado.
La represión a la protesta social, avalada y amparada por la
ley antiterrorista recientemente aprobada, ya ha sido aplicada salvajemente a
grupos que luchan contra la mega minería y por la recuperación de sus tierras,
y, en esencia, será aplicada a todos/as aquellas que luchen por sus derechos,
derecho a una salud digna, a una educación de calidad, pública, gratuita, laica
y popular entre otras luchas que se están llevando a cabo.
La trata y la desaparición de personas en democracia un
signo claro de la impunidad.
Esta Cátedra no acepta la impunidad de ayer ni la de hoy.
Entiende que la lucha por los Derechos Humanos no se limita
a la denuncia o al simple relato de las atrocidades de la dictadura, sino que
también, con responsabilidad, debemos denunciar la intolerancia, la
discriminación y los actuales atropellos a los principios fundamentales que día
a día son llevados adelantes por los Estados. Denunciar el pasado sin
resignificar el presente “sólo posibilita que los gobiernos no sean asumidos
como responsables por los pueblos y se continúen aplicando, con consenso, las
mismas políticas”
Profa. Susana Díaz.
Prof. Manuel Correia
Profa. Fabiana Antiñir.
Nota relacionada: Opinión: “Los monstruos de Chubut”
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