Por Fernando López *
Enviado por Pablo Blanco
En virtud de la nota publicada por el diario “El Chubut”,
del sábado 3 de marzo, firmada por el señor Julio Stampone (Negar la minería es
ir contra la propia esencia del hombre), estimo necesario plantear una
discusión apropiada del tema de la explotación minera a cielo abierto en esta
Provincia.
Aún si consideráramos que el señor Stampone tiene razón en
que es imposible negar la actividad minera en tanto va contra la esencia del
hombre, la nota plantea erróneamente la discusión sobre la explotación minera
en general sin distinguir la tradicional y/o la realizada a cielo abierto. En
este sentido, se debe ahondar la discusión en esta última forma.
Entre otros aspectos, Stampone deja fuera de la discusión
por lo menos dos temas fundamentales: 1) Quiénes son los que realizarían la
explotación, teniendo en cuenta que serían empresas extranjeras en cuyos países
de origen tienen prohibida esta actividad; y 2) Que esta explotación genera
beneficios a nuestra país de apenas un 3% de cánon. El agravante de todo esto
es el arrasamiento de nuestra tierra y es aquí donde no se piensa en que apoyar
estas actividades implica ir contra la propia esencia del hombre.
¿Quién asegura que estos emprendimientos mejoran la vida
social de los habitantes de los pueblos donde se concretarían los mismos?
¿Quién asegura que una normativa nacional o provincial sería suficiente para un
control estricto sobre estas actividades? ¿Cuáles serían los cánones a aplicar
a la producción para que no resulten gravosos al productor ni de escasa
significación para el erario público? A los fines de la argumentación ¿es
válido comparar el uso que el hombre ha hecho de la arcilla a lo largo de la
historia, con emprendimientos tan agresivos de estas características contra la
naturaleza? ¿Y qué plantean las empresas mineras o las instituciones que las
apoyan, respecto a los daños irreversibles en nuestro suelo que se presentarían
una vez que estas empresas se retiren? ¿Qué nos dejarían para “el día después”
de la actividad minera a cielo abierto?
En este sentido, ¿Por qué quiénes están a favor de la
minería a cielo abierto no profundizan el debate en la necesidad de establecer
responsabilidades civiles y penales para los funcionarios y empresarios que
avalen o hagan frente a este tipo de actividad, sin tener en cuenta las
consecuencias sociales, ambientales y culturales que se generarían? Todas las
acciones que realizamos en el presente tienen sus consecuencias futuras. ¿Acaso
no debemos pensar en el futuro de nuestros hijos, en su salud, en su educación,
en sus modos de ser y habitar en este mundo, so pena de incurrir en el
filicidio?
Una idea de sociedad verdaderamente democrática se construye
a partir del debate y del consenso, en un constante diálogo de saberes, sean
estos académicos o provenientes del campo popular. Por eso, como integrante del
Consejo Social de la UNP
es que propicio la urgente necesidad de debatir en profundidad estos temas tan
apremiantes para nuestra sociedad.
* DNI 6449703.
Nota relacionada: Negar la minería es ir contra la propia esencia del hombre
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario