Por Martín Escalona *
Estimada compañera Julieta Massacese, y me permito llamarla
compañera por cuanto usted milita en una causa social y yo en un espacio
político con el que me siento plenamente identificado, identidad que no
significa fanatismo ni pertenencia por conveniencia (aun cuando desde algunos
monopolios, y no tanto, se repite constantemente esta teoría). Entonces, por el
hecho de ser dos jóvenes militantes nacidos y criados en democracia, y que
vemos en la participación de la sociedad como la principal herramienta para
asegurar y mejorar esta forma de gobierno, es que la voy a llamar compañera.
Agradezco profundamente su predisposición a abrir el debate
en su carta abierta publicada oportunamente por este medio y antes me gustaría
dejar en claro también mi rechazo al saqueo que significa la megaminería, mi
complacencia en cuanto a los logros alcanzados por el movimiento del “NO a la
mina” y mi repudio al hecho que se utilice al grupo Clarín como vehículo para
generar el debate tan necesario respecto a la minería.
Justificas esta acción, la de ser UTILIZADOS por el
multimedio, en los supuestos beneficios que esto acarrearía a la causa.
Entonces, permitime que te pregunte si apoyarse en un monopolio como Clarín
para defendernos de las entidades financieras internacionales, solo porque nos
dedican unos minutos de aire, no es por lo menos inocente y potencialmente
peligroso. Digo esto por cuanto se empodera como comunicador de las demandas
sociales a un monopolio no ya simplemente mediático, por cuanto es ampliamente
conocido que sus intereses económicos trascienden a otras actividades. Me
pregunto también si en este empoderamiento no se es a la vez como mínimo egoísta, por cuanto nos
olvidamos del impacto ambiental que generan sus actividades en la planta de
papel prensa o sus negocios agropecuarios en el norte del país. ¿No se cae así
en una profunda contradicción? No estarías beneficiándote de un grupo económico
que en su momento apoyo a las dictaduras, al desmantelamiento del estado
benefactor peronista y el silenciamiento de todas aquellas noticias que no le
son convenientes a sus macro negocios. Hoy, cuando se avanza en el juicio a los
actores civiles de la dictadura, el hecho de apoyarse en un grupo empresario
que está fuertemente sospechado de estar vinculado a estos hechos ¿No es por lo
menos de dudosa legitimidad? ¿No se cae en esa vieja frase de que el fin
justifica los medios?
Nos pedís una sincera reflexión y no jugárnosla por un gobierno
que se está equivocando. Te respondo a esto que soy consciente como militante
de este espacio que son múltiples, casi infinitos los estamentos en donde las
frase “nunca menos” y “ni un paso atrás” guían mi pertenencia. Pero en esto, no
dejan de sonar en mis oídos aquellas tristes últimas palabras del compañero
Allende, cuando hacía mención a que no se detienen los procesos sociales o
aquellas que Fidel le dijera a Evo allá por el lejano año 2007 (si no me
equivoco) y que tan bien transcribiera en su libro “che jeafazo” Martin Sivak,
donde le hacía mención a no repetir errores setentistas y transformar la
revolución en una dictadura.
Por esto el militante Kirchnerista tiene como bandera
rectora la de profundizar el modelo, pero en esto no se debe dejar de lado el
hecho de que la vida democrática de este País es muy poca y menor es aun los
momentos donde los representantes que guiaron los designios de esta sociedad
defendieron realmente los intereses nacionales y gobernaron en defensa de las
mayorías. Entonces, dar vuelta la historia de saqueo y prepotencia a las que
nos han llevado años (que podemos contar en centurias) de gobiernos cuyos
modelos de desarrollo es la escuela del imperialismo y el liberalismo no es una
tarea de unos pocos años.
Te preguntaras, tal vez, que tiene que ver todo esto con tus
planteos y es la de discernir entre la coyuntura política del verdadero proceso
de transformación. Un reclamo legitimo respecto a las condiciones en las que se
va a explotar un recurso natural no renovable no debe nunca ser apropiado por
aquellos que siempre defendieron intereses espurios, aun a costa de la muerte y
la tortura de más de 30.000 compañeros y el hambre y el infortunio de millones.
En otro párrafo haces mención a que “la a militancia popular
no tiene otra cosa que hacer que ser crítica y exigirle a sus dirigentes que se
mantengan junto al pueblo” y ambas condiciones han sido refrendadas por
nuestros referentes locales. El día jueves de la semana pasada y luego de
producido el debate interno, se hizo pública la postura al debate en el FPV
local respecto de la cuestión minera, lo que abre el espacio al juego critico
al que haces referencia. Por otro lado, tanto nuestro intendente, como el
presidente del Consejo deliberante y el presidente del bloque de concejales del
FPV local han hecho pública su postura en cuanto a respetar la soberana
decisión del pueblo de Esquel en aquella magnifica jornada del 23 de marzo del
2003 respecto de la valides del plebiscito. Es más, el Consejo en pleno el 22
de diciembre pasado repudio cualquier proyecto y ratifico el Plebiscito.
Plebiscito no vinculante que olvidas fue defendido ante el gobierno Radical por
el actual intendente. Entonces, como militatne Kirchnerista de la ciudad de
Esquel no me queda más que sentirme seguro en cuanto a mis referentes locales.
Por último haces mención al “debate serio” y al poder de
control del Estado y permitime algunas reflexiones al respecto desde mi lugar
particular como militante K de Esquel.
# El debate en cuanto a la posibilidad de ejecutar un
proyecto de estas características en Esquel está cerrado, hecho que lo han
ratificado nuestros referentes locales. Pero, por la relevancia que ha tenido
la cuestión minera en nuestra comunidad sería una irresponsabilidad no
participar de la discusión a nivel nacional. Se debe impulsar un nuevo Código
Minero, el actual marco jurídico aún conserva el ochenta y dos por ciento de su
articulado pensado en la “iluminada” generación del ochenta del S. XIX y
reformado en los lúgubres años 90. Con esto en mente se deberían introducir
múltiples reformas que permitan el control social, el respeto a las actividades
económicas tradicionales, al medio ambiente, a los pueblos originarios, a la
utilidad y proporción de la renta, al grado de industrialización y un sin
número de cuestiones que cerrándonos al debate solo dejaríamos nuestra
experiencia en la cuestión inútilmente arrumbada en nuestra localidad.
# No se puede dejar de lado tampoco la importancia de la
minería como legitima actividad económica y de desarrollo. Ni la cuestión
estratégica en lo que hace a la independencia del país respecto de algunas
industrias y actividades donde aun el consumo interno no ha sido satisfecho por
nuestra minería.
# No veo tampoco que gobiernos latinoamericanos de profunda base
social como el de Evo Morales en Bolivia o el de Lula en Brasil hayan
modificado la matriz capitalista y extractivista de producción. Lamentablemente
hoy por hoy para sostener la población mundial y su calidad de vida no veo otro
modelo en el horizonte, solo matices y son esos matices los que marcan la
diferencia y deben ser traídos a debates maduros por las sociedades
democráticas y movilizadas.
# Por ultimo y a modo sumamente personal voy a parafrasear
al gran “filósofo” Luis D’elia. Mientras al lado del cuco K estén las Madres y
Abuelas de Plaza de Mayo, los intelectuales de Carta Abierta, numerosos
militantes sociales y de DD.HH de reconocida trayectoria y al frente este
Grondona, Sarlo, Magneto, la SRA
y Videla yo voy a ser un orgulloso militante K de Esquel aun cuando en el
debate no tenga el teléfono, el mail o Cristina ni siquiera sepa de mi
existencia.
* D.N.I 30.284.086
Nota relacionada: Opinión: “Carta abierta al kirchnerismo militante / desde Esquel”, por Julieta Massacese
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