Por Susana Lara
Así como durante la dictadura militar los efectivos armados
cubrían y encubrían su responsabilidad en hechos aberrantes bajo la figura de
“obediencia debida”, elevando la responsabilidad última hacia los jefes, ahora,
en democracia, la policía de Río Negro pretende licuar su responsabilidad
institucional de Estado en la insostenible hipótesis de las decisiones
individuales y los hechos aislados. De la “obediencia debida” a la coartada
neoliberal de los hechos individuales.
· El 23 de
marzo un oficial subinspector de la comisaría Segunda de Bariloche fotografió o
filmó con un celular a los estudiantes secundarios que se manifestaban en
contra del aumento del boleto estudiantil. La Jefatura de la policía,
que protege todavía la identidad del autor del espionaje, aseguró que no dio
órdenes de ese tipo ni las dará jamás.
· Ahora sabemos
que el 1 de marzo, durante una sesión del Concejo Deliberante local, el experto
en informática de la misma comisaría Segunda Rodolfo Aballay hizo exactamente
lo mismo contra los manifestantes que se oponen a la minería a cielo abierto
con cianuro en nuestra provincia, según supimos por la prensa ayer.
El 8 de marzo, en muestra de buena voluntad y vocación de
diálogo para con la nueva administración de gobierno, esta Multisectorial y los
Familiares nos reunimos con el Jefe de Policía Comisario General Jorge Uribe y
el titular de la Regional
III Comisario Mayor José Luis Tejada. La persecución
sistemática de la policía contra un menor de edad originó esa reunión. A pesar
de lo comprometido, Uribe jamás informó sobre la investigación interna
realizada y suponemos que deben seguir cómodos en sus puestos los nueve (9)
autores materiales de la golpiza que pudo costarle la vida al joven.
Aballay, un protegido
Como todos y cada uno de los efectivos que participaron
directamente en los hechos de terrorismo de estado contra la población civil el
17 y 18 de junio de 2010 en Bariloche, el oficial principal Rodolfo Patricio
Aballay goza de la protección y confianza de la Jefatura.
El sangriento 17 de junio Aballay fue el enlace operativo
entre el comisario mayor Argentino Hermosa, ex jefe de la Regional III, y la
empresa trasnacional de seguridad privada Prosegur que proveyó en préstamo
municiones de plomo del tipo “perdiceras” para disimular el uso de la munición
de guerra de uso oficial en la policía rionegrina.
El ex jefe de la policía Jorge José Villanova suspendió
preventivamente en el cargo a Aballay un mes después de los hechos terroristas,
pero para el 31 de agosto Villanova consideró que no había razón para semejante
castigo y lo restableció en sus funciones. Para perdonarlo Villanova se basó en
la investigación sumaria interna que instruyó el comisario mayor José Luis
Tejada, entonces director de personal y hoy el mismísimo jefe de la Regional III de
Bariloche.
El experto en informática que fue a buscar las cajas de
balas de plomo a Prosegur el 17 de junio, dos años después hace espionaje en
dependencias del intendente Goye y ante los concejales de todos los partidos
con representación local. La impunidad de los crímenes de ayer permite y
alimenta la ilegalidad de los hechos de hoy; no existen ni las decisiones
individuales ni los hechos aislados en las prácticas terroristas y violatorias
de los derechos y garantías constitucionales desde el Estado.
La
Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche y
los Familiares de las Víctimas de Junio exigimos:
* Que los
ejecutores y responsables de la represión masiva del 17 de junio declaren como
imputados en la investigación sin más dilaciones;
* Que se identifique con nombre y apellido a
los policías que tiraron con balas de plomo contra la población civil el 17 de
junio y se les inicie causa penal a todos también por ese delito;
* Que se hagan públicos los resultados de las
pericias técnicas que prueban lo que el pueblo siempre supo, que hubo un ataque
armado sistemático por horas contra la población civil con decenas de víctimas
e innumerables daños;
* Que se identifique, juzgue y castigue a los
responsables de las reiteradas golpizas al menor F.G., las torturas a Mario
Cayún y las detenciones ilegales a numerosos jóvenes de los barrios de El Alto.
Por Verdad, Justicia y Memoria
Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche
Familiares de las Víctimas de Junio de 2010
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario