Por ATECh regional sur
La
Regional Sur de ATECH expresa a continuación su análisis de
la propuesta denominada Escuelas de Verano, considerada continuidad de la
política educativa del gobierno anterior.
Lo expuesto se fundamenta en el análisis del documento
titulado “Reflexiones” publicado por el Ministerio de Educación de Chubut, en
los comentarios y cuestionamientos expresados por profesores de diversas
escuelas locales de Nivel Secundario llegados a la Regional Sur y en los principios y reclamos que sostiene la Regional Sur de ATECH
respecto a condiciones necesarias para lograr aprendizajes consistentes y
valiosos para todos los alumnos.
1- El gobierno
provincial debe explicar por qué no aumenta el presupuesto educativo para que
las condiciones que reconoce altamente favorables para la enseñanza y el
aprendizaje implementadas en las escuelas de verano, sean aplicadas durante el
periodo regular de clases de marzo a diciembre, a pesar de ser reclamadas
constantemente por los trabajadores docentes:
“Para el trabajo áulico, se conformarán grupos de 8 alumnos
como mínimo y 20 alumnos como máximo”[…] “Los alumnos aceptaron la propuesta
porque, dijeron, en la Escuela
de Verano trabajan en grupos reducidos, tienen un trato más fluido con
profesores…” (Fuentes: HACIA UN NUEVO SECUNDARIO EN CHUBUT, Serie 1: Documentos
de Apoyo a la Gestión,
DOC 3: ESCUELA DE VERANO y LA
ESCUELA DE VERANO EN CHUBUT: REFLEXIONES, Min. de Educ. 07/04/12)
“Con el propósito de garantizar la asistencia de los
alumnos, se realizará el financiamiento del transporte por medio del pago de
boletos y/o becas para movilidad” (Fuente: HACIA UN NUEVO SECUNDARIO EN CHUBUT,
Serie 1: Documentos de Apoyo a la
Gestión, DOC 3: ESCUELA DE VERANO)
El Ministerio de Educación reconoce cuáles son algunas de
las condiciones fundamentales que contribuyen a la concreción de aprendizajes
consistentes, como grupos reducidos, por ejemplo, pero no las implementa
durante el ciclo lectivo regular, haciendo caso omiso ante demandas y reclamos
de los docentes que en reiteradas oportunidades las planteamos.
2- El carácter
promocional de la Escuela
de Verano oculta los problemas que han debido afrontar alumnos y profesores durante
el año. En un primer momento, la propuesta de la escuela de verano como otra
instancia de enseñanza para los alumnos que deben presentarse en la etapa
complementaria de marzo, fue bienvenida por los docentes, aún con algunos
reparos respecto a la falta de articulación con los docentes responsables de
los espacios curriculares durante el año regular. Resultaba y resultaría muy
positivo que se propongan espacios extracurriculares en los cuales los alumnos
tengan la posibilidad de reabordar su proceso de enseñanza, a modo de apoyatura
para luego presentarse en las instancias regulares de examen, como la de marzo.
Luego, al asignarle el gobierno carácter promocional (el alumno puede aprobar
la materia en la escuela de verano) y ante la novedad de encontrarse con
importantes cantidades de alumnos aprobados por otro docente tras seis a diez
encuentros de un par de horas, surgen interrogantes inevitables: ¿Qué sucedió
con las dificultades que se presentaron a lo largo del año que imposibilitaron
la apropiación adecuada de los aprendizajes? ¿Se solucionaron o son ocultadas
con la aprobación? Como por ejemplo, los contextos sociales que no promueven
una actitud favorable hacia el aprendizaje, las condiciones socioeconómicas
desfavorables para la continuidad de asistencia, la no atención del Estado
directamente sobre esas situaciones; el alto porcentaje de inasistencias
injustificadas; las dificultades para integrarse atendiendo normas mínimas de
convivencia; en muchos casos la actitud aún no aprendida de responsabilidad
hacia las actividades escolares con las que se aprende, a pesar de las
diferentes propuestas ofrecidas; las acarreadas carencias o precariedad de
contenidos necesarios para apropiarse de otros más complejos; las aulas
sobrepobladas que no permiten una adecuada o mayor dedicación personalizada; la
sobrecarga de trabajo de muchos profesores (agotados tempranamente) que reducen
la posibilidad de un seguimiento adecuado; la dificultad para cubrir puestos
docentes durante semanas o meses, entre otras… Insistimos: resulta inexorable
plantearse esto cuando un profesor se encuentra con una cantidad importante de
alumnos que “ya fueron aprobados por otro docente” tras no más de diez
encuentros de un par de horas, cuyas actividades y criterios se desconocen.
3- La Escuela de Verano, tal
como hoy se implementa, resulta una aplicación altamente cuestionable respecto
a su vinculación y articulación con el proceso de enseñanza conducido por los
docentes durante el año regular. Si bien el documento “HACIA UN NUEVO
SECUNDARIO EN CHUBUT, Serie 1: Documentos de Apoyo a la Gestión, DOC 3: ESCUELA DE
VERANO” establece como organización previa “Trabajo de coordinación y
articulación entre profesores de la institución y docentes de la escuela de
verano, con el objetivo de realizar la selección de contenidos de la modalidad,
los criterios de evaluación y acreditación.”, muchos docentes no han tenido la
oportunidad de tal vinculación, ni conocen hasta el momento los criterios y
contenidos seleccionados como prioritarios para la aprobación decidida en
verano. Vale como ejemplo, situaciones en las que alumnos con calificaciones
inferiores a 4 (cuatro) resultaron aprobados con calificación 8 (ocho) en la
escuela de verano. Hoy conocemos que estos cuestionamientos fueron planteados
inclusive por compañeros docentes durante la escuela de verano a los referentes
del gobierno, sin ninguna respuesta hasta la fecha. A tal grado llega la
incoherencia ética de la propuesta promocional que durante la escuela de verano
llegaron instrucciones para que no se califiquen alumnos con 9 ó 10 para
aprobarlos, tampoco con 6. El argumento comunicado sostenía que el tiempo de
clases previsto para esta instancia era insuficiente para realizar un proceso
evaluativo y de enseñanza en el cual el docente pueda calificar a un alumno con
9 o 10, o con 6 en caso de no promocionar el área. En muchos casos, fueron los
compañeros que trabajaron en la
Escuela de Verano los que señalaron la ausencia de
vinculación y articulación con el docente que dictó las clases de marzo a
diciembre, sin embargo los instruyeron para que hagan la selección por sí
mismos, también plantearon las objeciones éticas profesionales respecto a
aprobar un alumno cuyo docente consideró que no había alcanzado los objetivos
mínimos a lo largo de nueve meses. Nunca fueron respondidos estos planteos ¿LA ESCUELA DE VERANO TIENE
REALMENTE UN PROPÓSITO EDUCATIVO? ¿O BUSCA UNICAMENTE PROMOVER A MÁS ALUMNOS Y
"MEJORAR" ASÍ LAS ESTADÍSTICAS? Obviamente, para nosotros la
respuesta es clara y ha generado este escrito. Nota completa
Nota relacionada: “Falsa inclusión”: docentes de Esquel rechazan la implementación de la “Escuela de Verano”
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