Fuente: Página/12
Una resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias
Agrarias declara “discrepancias con los lineamientos generales del PEA”.
Sostiene que tendrá impacto negativo al consolidar el modelo de los
agronegocios y la industria extractiva.
Por Darío Aranda
El Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) fue presentado el
año pasado por el gobierno nacional. Prevé metas productivas para los próximos
diez años, entre ellas insta a aumentar un 60 por ciento la producción granaria
e incorporar nuevos territorios al modelo de agronegocios. “El Consejo
Directivo de la Facultad
de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional
de La Plata
declara su discrepancia con los lineamientos generales del PEA”, destaca la
resolución 048/2012 de la
Facultad y advierte: “El Plan Agroalimentario tendrá un
profundo y negativo impacto en el complejo sistema productivo de nuestro país,
al consolidar el modelo de país agroexportador basado en la agricultura
industrial, pools de siembra, agrotóxicos, monocultivos, despoblamiento rural y
enormes ciudades insustentables.”
El PEA está plasmado en 160 carillas, repleto de
estadísticas, cuadros y gráficos. Fue presentado por la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner en septiembre ultimo en Tecnópolis. Contó con el apoyo de
gobernadores y empresas del sector. En la página 15 figuran las 43 “unidades
académicas” que “participan en la elaboración” del PEA, entre ellas Agronomía
de La Plata
–una de las referentes en la formación de profesionales e investigadores de la Argentina rural.
En la resolución, el Consejo Superior de la Facultad identifica al
“modelo dominante” en el país como “agro-minero exportador” caracterizado por
“una fuerte intervención del capital financiero en la actividad, uso
indiscriminado de insumos derivados del petróleo, contaminación, exclusión de
pequeños productores y pérdida de biodiversidad”. Afirma que, en el modelo
vigente, las ganancias “formidables son para las cada vez más grandes
empresas”.
“La agricultura industrial tiene un fuerte impacto negativo
sobre el ambiente, por merma de nutrientes en el suelo, reducción de
biodiversidad, uso indiscriminado de agroquímicos y la introducción del riego
en zonas donde el agua es un recurso escaso. Se genera un modelo de agricultura
sin agricultores”, alerta la resolución.
Y precisa respecto al plan oficial que “el PEA lejos está de
promover políticas que vislumbren modificaciones a las tendencias actuales del
modelo productivo”, Explicita que el Gobierno pretende aumentar la superficie
sembrada de 32 millones de hectáreas a 41 millones (27 por ciento más) y, en
línea con organizaciones campesinas, cuestiona que “Avanzará la frontera
agrícola hacia territorios donde hoy las comunidades campesinas e indígenas
están resistiendo desalojos”.
“Todo indica que el modelo antes descripto tenderá a
profundizarse”, advierte la Facultad. Precisa que el PEA promueve que la soja
transgénica ocupe no menos del 45 por ciento de la superficie a sembrar y que
el maíz sea utilizado para producción de agrocombustibles. “Ambas medidas están
absolutamente enfrentadas a la defensa de la soberanía y seguridad alimentaria
de nuestro pueblo”, asegura la resolución, fechada el 23 de marzo último (la
sesión fue el 20 de diciembre), y que, en su parte resolutiva, crea una
comisión interclaustro para diseñar un “PEA alternativo”. Nota completa
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