Por Cátedra Abierta de Género
La
Cátedra Abierta de Género de la Universidad Nacional
de la Patagonia
sede Trelew, adhiere a las denuncias realizadas por el Comité de América Latina
y el Caribe para la Defensa
de los Derechos de la Mujer,
junto a la Fundación
Madre Luna, y a la
Casa de la
Mujer de Puerto Madryn; por la actuación del juez penal de la
ciudad de Esquel, Dr. José Oscar
Colabelli. Este funcionario ha actuado desaprensivamente, volviendo a violentar
a una jovencita, lo que supone una flagrante violación a los derechos humanos
de esta niña de sólo 12 años. Él se
negó, en forma totalmente arbitraria, a
la interrupción del embarazo aunque fue
producto de una violación, negándose a aplicar la legislación que le
garantiza ese derecho.
Ciertamente un profesional que no es capaz de reconocer, y
en su carácter de magistrado, proteger los derechos de una mujer agredida, no
puede impartir justicia. Comparar a una situación tan compleja como es la de
abortar después de haber sido sometida sexualmente, con el decreto de “la pena
de muerte de un nonato” da cuenta de la matriz ideológica de un inquisidor, no
de un juez del fuero provincial.
Además de los delitos de abuso de autoridad y violación de
los deberes de los funcionarios públicos que se le imputan, el magistrado ha
desconocido que nuestra Constitución Provincial asegura en el art. 22 que las
normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución Nacional
y la presente reconocen, se interpretan de conformidad con la Declaración Universal
de Derechos Humanos, los tratados y los acuerdos internacionales sobre la misma
materia ratificados por la
Nación Argentina. Y que es responsable el funcionario que
ordene, consienta o instigue la violación de los derechos humanos u omita tomar
las medidas y recaudos tendientes a su preservación.
No sorprende que cuando están en juego los derechos de las
mujeres pobres, se invoquen nuevamente serios discursos con plataformas
jurídicas cargadas de ideología patriarcal cuyo resultado es siempre el mismo:
impedir que las mujeres ejerzan plenamente sus derechos.
Desde esta Cátedra, alentamos a que los señores Consejeros
del Consejo de la
Magistratura de la Provincia del Chubut estén a la altura de las
circunstancias y no permitan que magistrados de estas características continúen
interpretando el derecho de la misma forma de siempre: en favor de quienes
dominan, y perjudicando a las mujeres y a las niñas, especialmente cuando son
pobres.
Por la autoorganización y defensa de nuestros derechos y por
castigo ejemplar a quienes los niegan. Por una sociedad libre de violencia
hacia las mujeres
Nota relacionada: Denuncian a un juez de Esquel que negó aborto a niña de 12 años
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