martes, mayo 15, 2012

“Crónicas del juicio por la Masacre de Trelew: 3ª Parte ¡El pueblo de Trelew ya ha juzgado!”


Por Julio Saquero *

Al término de la primera Audiencia, Encarnación Díaz de Mulhall, de 83 años de edad, viuda, actriz, licenciada en letras, ciudadana de Trelew, se hizo un lugar, en medio de los funcionarios y personalidades que presidian la Conferencia de Prensa, tomó el micrófono y preguntó: ¿Dónde están las cámaras del Canal 7, el Canal Público Nacional? Y cuando las ubicó, mirándolas, sin pestañear, dijo, con  voz potente, quiero que todo el país sepa: el pueblo de Trelew ya Juzgó en 1972, en Asamblea Pública. Y hoy, espero que los Jueces lo recuerden.

Día 8

Y sus palabras claras, sonoras, contundentes, suenan aún en nuestros oídos.

Trelew los protegió, cobijó a sus familiares, se organizó para ser apoderados de los que estaban en el penal.¡El pueblo de Trelew ya ha juzgado!. A dos meses del suceso, juzgó a todos esos que están ahora ahí (los marinos acusados). En las marchas y manifestaciones se cantaba para que volvieran los 16 ciudadanos que se habían llevado en octubre del 72, y se gritaba: ¡Abajo los marinos, cobardes y asesinos! Ahí está el tribunal, el tribunal del pueblo.

Quiero creer que estos jueces coincidirán con la voz del pueblo, porque si no, aseguro que serán malos jueces. Ellos, los marinos, tienen ahí su caterva de abogados defensores, se les comunica de qué se los acusa, tienen todas las garantías del debido proceso. ¡Qué diferente que actúa la democracia a como actúa una dictadura genocida!

La 2ª Audiencia

Por segunda vez nos encontramos en el Cine-Teatro en el que se celebra el Juicio por la Masacre del 22 de agosto de 1972. Pero hoy el escenario es otro: sólo unas cincuenta personas han concurrido a la audiencia. Familiares y sobrevivientes han debido regresar a sus lugares de origen. No hay ni militantes ni banderas flameando en los jardines de acceso. Pocas cámaras de TV, y los flashes ya no persiguen a jueces y acusados, las vedettes de la sesión inaugural. Y hasta los imputados, salvo uno de ellos, Bautista, han faltado a la cita.

En la primera fila sólo una butaca está ocupada. Solitaria, inconmovible, Encarnación Díaz de Mulhall, está allí desde muy temprano.

Seguiré día a día este Juicio y también el otro,  que comenzará mañana, el del Espionaje en la Base Almirante Zar, durante estos años de democracia. Yo también fui espiada, nos confía.

Y la luz de alerta que enciende esa pequeña gran dama, que   se compromete a seguir los dos grandes juicios a celebrarse en Chubut, nos deja perplejos: ¿algún medio ha recordado, estos días, esa situación insólita y reveladora, de que  esta misma base de la marina, donde se perpetró el múltiple crimen que hoy se juzga, se recicló durante los últimos treinta años de vida democrática, en centro de espionaje interno? La base Almirante Zar, eje de una red de centros de espionaje de la Marina, y vaya a saber uno de qué otros Servicios de Inteligencia nacionales e internacionales, indagando sobre vida y señales de dirigentes políticos, gremiales, sociales, estudiantiles, referentes de organizaciones de Derechos Humanos, Ecologistas, periodistas y otros, como se denunció y comprobó años atrás.  Y en este mismo salón, que oficia de Tribunal, próximamente se iniciaría también el primer Juicio Oral y Público sobre esas actividades clandestinas de las Fuerzas de la Marina Nacional, dirigidas contra la ciudadanía, algo expresamente prohibido por la Constitución Nacional y que lentamente, muy lentamente, se intentará esclarecer. Y que debiera preocuparnos seriamente a todos quienes apostamos a la vida en democracia. Nota completa

* Trelew

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