miércoles, mayo 02, 2012

“Williams, la minería y las preguntas incómodas. Señor Intendente, su actitud me provoca vergüenza ajena”


Por Romina L. Ferraris *

Disculpe pero no encuentro otra forma de titular esta carta. Así me sentí ayer cuando escuché cómo trató a un periodista local (Federico Ovidi) frente a una simple pregunta (saber si autorizará la instalación de un local comercial perteneciente a la minera Yamana Gold Inc.), tan simple que deberían hacerla todos los periodistas, aunque la mayoría calla. Y para muestra basta un botón: cuando agredió al compañero, nadie lo cuestionó ni le repreguntó.

Con todo respeto le recuerdo que usted, como funcionario público, tiene la obligación de responder a las demandas de la población y lo único que hizo Ovidi fue trasladarle una preocupación que tiene a maltraer a una gran parte de los esquelenses, aunque usted se niegue a reconocerlo.

Sin embargo, no sólo dejó en claro que si respeta el código de zonificación habilitará el local sino que, además, le afirmó al periodista que la minería no estaba prohibida en Chubut: “¿Que dice la Constitución? Todo ciudadano tiene derecho a ejercer el libre comercio y las actividades lícitas (??????) y ellos también lo tienen (…) Andá a discutir a Tribunales con un juez a ver si tenés razón vos o tengo razón yo.  ¿O las actividades mineras están prohibidas en Chubut, los que trabajan con la piedra están prohibidos? (…) Yo, si pide una habilitación y cumple con el código de zonificación se la voy a dar, ¿por qué no se la voy a dar?, ¿qué derecho tengo yo a cortar la actividad de comercio de una actividad cualquiera?”.
 
Le recuerdo, porque evidentemente lo olvidó, que la minería no es una actividad “cualquiera”, y que en la Provincia está vigente la Ley 5.001, que en su artículo 1 reza: “Prohíbese la actividad minera metalífera en el ámbito de la Provincia del Chubut, a partir de la sanción de la presente Ley, en la modalidad a cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera”.

Es normal y hasta de sentido común que si este tipo de actividad está prohibida alguien le pregunte si va a habilitar un local comercial perteneciente a una empresa que intenta, pese a la negativa popular, llevarse todo por delante y concretar un proyecto que viola la normativa y atenta contra el medioambiente.

Lo que no es normal es que usted utilice la agresión y los argumentos falaces como recursos para escapar por la tangente y minimizar una problemática grave, que pone en jaque el futuro de nuestros recursos naturales.

Pero usted fue más allá y atacó directamente a quien, a diferencia de otros, estaba cumpliendo con su labor periodística.  “(…) Siempre me preguntás de temas mineros, se ve que estás militando, ¿por qué no te ponés al frente con el cartel y dejás de ser periodista?, el periodista tiene que ser equilibrado y tiene que sostener la igualdad en todas las cosas y no insistir siempre sobre lo mismo, siempre hacés lo mismo, no te respondo más ninguna pregunta”.


Ante semejante declaración le pregunto, casi con inocencia, ¿por qué no se niega a responderle preguntas al movilero de Ricardo Bustos cuando le consulta sobre minería? Digo, porque el “periodista” Bustos es, a la vez, gerente de Relaciones Comunitarias de Yamana Gold Inc. -la minera en cuestión- y nunca escuché que usted le cuestionara su más que cuestionable posición (valga la redundancia).

Por otro lado, le informo que la independencia y la objetividad dejaron de existir en periodismo hace rato (en realidad nunca existieron y es imposible que existan, de lo contrario los periodistas no serían seres humanos, fue sólo un slogan que sirvió durante años para engañar al público). Por ende, suena hasta ridículo criticarle a un periodista su posición frente a un hecho socio-político. Los trabajadores de prensa son, como todos nosotros, personas con ideas, posturas políticas, ideologías (ese no es el problema, el problema es que muchos tienen sobre sus espaldas una empresa o un político de turno que les indican qué decir y qué callar), una postura; usted también las tiene y son evidentes. Siguiendo su razonamiento, yo tendría que pedirle que deje su cargo y se integre a las filas mineras porque ya demostró que defiende sus intereses y no los de los ciudadanos y el medio ambiente.

Desde el pequeño lugar que ocupo en esta sociedad, le ruego que reflexione sobre sus dichos y actitudes, y tenga la humildad suficiente como para pedir disculpas. Pero además, le pido que entienda los deberes que su cargo implican. De otra manera, cada vez se parecerá más a nuestro flamante ex Gobernador, quien hizo del autoritarismo y la agresión gratuita un verdadero culto.

* DNI: 25.131.056

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