Enviado por Liliana Murgas
Fuente: Argentina en Noticias
Se cumplen 36 años del asesinato,
disfrazado por la dictadura militar como un accidente automovilístico, del
obispo de La Rioja,
Enrique Angelelli. Un luchador en defensa de los pobres y contra los crímenes
del terrorismo de Estado.
El reconocimiento a un luchador en
defensa de los pobres y a su permanente postura contra los crímenes de la
dictadura militar, llegó oficialmente en 2009, al declararse por ley del
Congreso Nacional al 4 de agosto “Día de la conmemoración de la obra realizada por
Monseñor Enrique Angelelli” y encomendarse al Ministerio de Educación que su
obra sea difundida en las escuelas.
“El compromiso con los pobres no
era de discurso, era de vida, y lo llevó a enfrentar los intereses de los que
necesitan tener pobres para seguir explotándolos. Por eso fue asesinado”, había
afirmado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al encabezar el 4 de
agosto del pasado año un acto de homenaje al obispo.
“Fue un paladín claro y concreto
de los derechos humanos y del respeto a las libertades civiles sociales y
políticas”, dijo el ex presidente Néstor Kirchner el mismo día, en el último
homenaje que le hiciera al visitar la plazoleta donde Angelelli ofició la misa
de Navidad en 1971, en La
Rioja.
Enrique Angelelli nació en Córdoba
el 17 de julio de 1923, fue ordenado sacerdote en Italia y en 1961, por
decisión del papa Juan XXIII, fue designado obispo auxiliar de Córdoba donde se
formó en contacto con obreros, campesinos y marginados, en oposición a la
jerarquía eclesiástica.
En 1968 fue designado por el papa
Pablo VI titular de la diócesis de La
Rioja, desde donde predicaba los principios dictados por el
Concilio Vaticano II que representaba la opción por los pobres.
“No vengo a ser servido sino a
servir. Servir a todos, sin distinción alguna, clases sociales, modos de pensar
o de creer; como Jesús, quiero ser servidor de nuestros hermanos los pobres”,
fueron sus palabras al asumir.
Un año antes, se había dado a
conocer el documento en el que 18 obispos, encabezados por el brasileño Helder
Cámera, donde se sentaron las bases del Movimiento de Sacerdotes el Tercer
Mundo, al que Angelelli adhirió junto a Carlos Mugica, Vicente Zaspe y otros y
que denunciaba la situación de explotación en la que vivían los pueblos
subdesarrollados y responsabilizaba a los países industrializados.
El 4 de agosto de 1976, Angelelli
fue asesinado bajo la carátula oficial de “accidente automovilístico”, pero
días antes, en El Chamical, el párroco francés Gabriel Longueville y el
sacerdote Carlos de Dios Murias fueron secuestrados y sus cuerpos fusilados
aparecieron en un descampado de la ciudad, convirtiéndose así en las primeras
víctimas religiosas de la dictadura militar.
La muerte de Angelelli se produjo
cuando la camioneta en la que viajaba hacia Buenos Aires acompañado por el cura
Arturo Pinto, con una carpeta en la que llevaba las denuncias por la muerte de
los sacerdotes, volcó al ser interceptado en la ruta por otro vehículo.
El cuerpo del obispo apareció
extendido en cruz sobre el asfalto boca arriba y con un fuerte golpe en la
nuca, a unos 25 metros
del vehículo, en tanto que el sacerdote logró sobrevivir y la carpeta nunca se
pudo recuperar.
Angelelli había sido amenazado de
muerte muchas veces y en varias ocasiones puso a disposición de las más altas
autoridades eclesiásticas su renuncia.
“Es hora de que la Iglesia de Cristo en la Argentina discierna a
nivel nacional nuestra misión y no guarde silencio ante hechos graves que se
vienen sucediendo”, escribió Angelelli en abril de 1976 en una carta enviada a
su compañero de lucha Monseñor Antonio Zaspe. Y agregaba: “O nos respaldamos en
serio o que se busque otro pastor para esta diócesis”.
Dias atras una cámara federal
argentina confirmó por unanimidad el procesamiento del exdictador Jorge Rafael
Videla por su participación en el asesinato del exobispo Enrique Angelelli en
1976, informaron hoy medios locales.
La Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba decidió también procesar al
exministro de Interior de Videla durante el último régimen militar (1976-1983),
Albano Harguindeguy, y al exgeneral Luciano Benjamín Menéndez.
El tribunal determinó que “el
homicidio de monseñor Angelelli y la tentativa de homicidio de Pinto se enmarcó
en el plan sistemático de eliminación de personas desplegado por las Fuerzas
Armadas (…), quienes ejercían el gobierno del país -en todos sus estamentos-, y
de las fuerzas de seguridad”, según el diario cordobés La Voz del Interior.
Según el Movimiento Ecuménico por
los Derechos Humanos, al menos dieciocho sacerdotes fueron asesinados o figuran
como desaparecidos, otros diez estuvieron presos en la dictadura; treinta
fueron secuestrados y derivados a centros clandestinos de detención y luego
liberados.A la lista se suman once seminaristas asesinados o que figuran como
desaparecidos y se cree que son más de medio centenar los católicos laicos
víctimas de la represión ilegal.
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