Por Darío Aranda
Fumigar con agrotóxicos es un delito y tiene condena
condicional, sin cumplimiento en cárcel. Así lo determinó ayer la Cámara I del Crimen de
Córdoba en el juicio por fumigaciones en el barrio cordobés Ituzaingó Anexo.
Para las Madres de Ituzaingó el fallo fue “un golpe”. Pero los abogados lo
valorizaron como inédito. Darío Aranda, para lavaca desde Córdoba, relata la
última jornada, y las voces tras la sentencia.
Luego de más de dos meses de juicio, y en el primer caso que
llega a juicio penal, un productor agropecuario y un aerofumigador fueron
encontrados culpables de contaminar y afectar la salud de la población, y
recayó sobre ellos una pena de tres años de prisión (condicional –no es de
cumplimimiento en cárcel-). Las Madres de Ituzaingó, organización nacida a
medida que sus hijos enfermaban, cuestionaron el fallo: “Nos enferman, nos
matan a nuestros hijos y no van a la cárcel. Es otro golpe más que nos dan,
pero seguiremos luchando contra este modelo que enferma nuestros hijos, este
modelo del gobierno nacional, el provincial y el municipal, siempre en
beneficio de las corporaciones”.
En cambio la organización Paren de Fumigar de Córdoba y el
denunciante, Medardo Avila Vásquez, revalorizaron el valor del fallo: “Es el
primero en Argentina. Teníamos razón, las fumigaciones son delito y tienen
condena”.
“No queremos a
Monsanto”
“Justicia para las Madres de Ituzaingó”, exigía una bandera
extensa colgada en el acampe que organizaciones sociales montaron el lunes a la
noche frente a Tribunales de Córdoba, en vigilia a la espera del fallo.
“Cristina y De la Sota
no queremos a Monsanto en Córdoba”, exigía un pasacalles, en rechazo a la
instalación de la multinacional de semillas y agrotóxicos en Malvinas
Argentinas (barrio de las afuera de la capital).
Todas o ninguna
En un clima de ansiedad y nervios, el primer encontronazo
fue las 9, cuando las Madres de Ituzaingó ingresaban a Tribunales. “Solo
quieren dejar que entremos cinco, nosotros vamos a entrar todas, nosotras somos
las víctimas”, aviso Sofía Gatica, madre de Ituzaingó. A los 10 minutos, la
numerosa custodia policial abrió paso a todas las mujeres del Ituzaingó Anexo.
A las 10.09, los tres jueces ingresaron a la sala de
audiencias. Dieron la palabra a los acusados. El productor rural Francisco
Rafael Parra se declaró inocente y aseguró que “nunca” fumigó en cercanías del
barrio y que “nunca” utilizó “agroquímicos prohibidos”. El piloto de avión
fumigador Jorge Pancello se declaró “inocente, católico y creyente de la
justicia, aunque no me haya tratado bien”. Jorge Alberto Gabrielli, también
productor (sobre el que la fiscalía había solicitado la absolución), no habló.
Divididos
El tribunal pasó a cuarto intermedio hasta las 14. Y las
hipótesis se multiplicaban. La numerosa cantidad de policías (dentro y fuera de
la sala) hacía pensar a muchos la posibilidad de una absolución para los tres.
Además, funcionarios de tribunales había dejado trascender
que los jueces estaban divididos. Lorenzo Rodríguez (presidente del Tribunal)
estaba por la condena. Mario Capdevilla por la absolución. Y Susana Cordi
Moreno no se decidía por la condena motivada por un tecnicismo (respecto a la
fumigación y la interpretación de qué es delito). En el ámbito legal, si hay
duda no puede haber condena, y dentro de Tribunales dejaron trascender las
posturas de los jueces.
Voz oficial
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda,
llegó a las 9.30 a
los tribunales de Córdoba. Había sido invitado en reiteradas oportunidades, a
lo largo del juicio, pero nunca había respondido. La semana pasada, las Madres
de Ituzaingó dieron a conocer una carta abierta a Fresneda como una forma de
presión. El Secretario ayer estuvo presente: “Acompañamos el reclamo de las
Madres de Ituzaingó y esperamos una condena, que sea un caso testigo para que
los productores sepan que esto no se puede volver a repetir”.
A contramano de las Madres de Ituzaingó, organizaciones
sociales y movimientos campesinos, Fresneda rechazó que el problema sea el
modelo agropecuario, y lo acotó a “casos puntuales”. Diálogo con lavaca.
-Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y el Movimiento
Campesino de Córdoba denuncian que este modelo agropecuario viola derechos
humanos. ¿Qué opina?
-No lo considero así. El problema no es el modelo, son casos
puntuales donde no se cumplen los límites de 1000 o 1500 metros para
fumigar. Además, a Pérez Esquivel no le respondo porque usa los derechos
humanos para hacer oposición al Gobierno- argumentó Fresneda. Nota completa
Nota relacionada: Juicio a las fumigaciones: “Cuando la condena no alcanza”
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