Por Lista Lila en Atech Regional Oeste
Es preciso recordar que el terrorismo de estado no apareció
de la noche a la mañana. Siempre se reprimió para garantizar el hambre, la
explotación o la entrega como lo expresan las jornadas de la Semana Trágica o la Patagonia Rebelde.
En este marco la masacre de Trelew, ordenada por el General
Lanusse y ejecutada por la
Marina, constituyo una verdadera muestra del accionar
represivo de las fuerzas armadas, que continuo con el accionar de la Triple A con miles de
víctimas en la Argentina,
y que tuvo su correlato en toda A. Latina con el denominado "Plan
Cóndor".
El golpe encabezado por Videla - Masera -Agosti y su plan de
genocidio sistemático y permanente significo un verdadero cambio de calidad,
para imponer a sangre y fuego los intereses de los imperialistas, los oligarcas
y los reaccionarios.
Golpe que contó con la complicidad de sectores
empresariales, políticos, sindicales y de la cúpula de la Iglesia.
En la década del 70,
las organizaciones populares se desarrollaron en todos los ámbitos:
laboral, agrario, estudiantil, vecinal, religioso. Con distintas ideologías,
identidades y diferencias en sus métodos de acción, pero con la convicción
compartida de que un futuro de justicia e igualdad se debía construir con un
compromiso militante y cotidiano, que cada uno llevaba adelante, pensándose
parte de algo más grande que uno mismo, pensándose hermanado a otros miles de
compañeros en un sueño común y posible.
La dictadura genocida tenía el claro objetivo de borrar esta
historia además de aniquilar nuestra capacidad de organización como pueblo,
para imponer el despojo económico de las mayorías y el sometimiento de nuestro
país al imperialismo. Nos arrancaron compañeros y luego trataron de quitarnos
la memoria histórica de la lucha del pueblo y de sus experiencias militantes.
La lucha por verdad y justicia estuvo siempre presente en las rondas de las
Madres y de los Familiares, incansables frente a la soberbia, la prepotencia y
la desmemoria obligada. Las leyes de impunidad y luego los indultos trataron de
cerrar toda posibilidad de juzgar a los culpables de desapariciones, torturas,
violaciones, fusilamientos, el robo de bebes, responsables de la entrega de la
nación y el crecimiento infame de la deuda externa.
Junto a la impunidad creció la desindustrialización, la
desocupación, la desnutrición infantil, la desesperación de miles de hogares,
la fragmentación social; se destruyó el sistema de salud, la asistencia social;
recrudeció el "gatillo fácil", el flagelo de la droga y la
superpoblación de las cárceles. Hoy a pesar de los maquillajes no solo la estructura
fundamental de la sociedad argentina continúa en pie, sino que nos hemos convertido en un país cada
día mas dependiente de un nuevo imperialismo como es el chino, y hemos
reprimarizado nuestra economía como simples productores de soja.
La lucha por juicio y castigo, creció de la mano de la lucha
por dignidad y trabajo de un pueblo que volvía a reclamar para si las calles y
la historia. No es casualidad que la derogación de las leyes de impunidad
ocurriera luego del golpe demoledor al neoliberalismo que fue diciembre del
2001.
"JUICIO Y
CASTIGO" fue la consigna histórica de las organizaciones de derechos
humanos y de un sinnúmero de organizaciones gremiales, sociales, políticas y
culturales, hasta construir un consenso amplio que se manifiesta cada año en
este monumento. Ese compromiso de distintos sectores es lo que hace posible
llevar adelante los juicios contra los fusiladores de Trelew, genocidas de una
generación obturo el desarrollo de los sueños de una sociedad igualitaria y en
una patria liberada de la opresión neocolonial. También nos une la confirmación
que esta lucha no es cosa del pasado, frente a la evidencia que están intactos
sectores duros y fascistas que operan activamente para garantizar la impunidad,
con hechos gravísimos que debilitan las libertad democráticas como lo son el
secuestro de Julio López, la desaparición de Luciana Arruga, los procesamientos
de la comisión interna de ex Terrabusi Ramón Bogado, el asesinato de Mariano
Ferreyra, entre otros.
Por otra parte los cientos de dirigentes sindicales y
sociales procesados y la sanción de la denominada "LEY
ANTITERRORISTA" atentan contra las libertades democráticas. Y la libre
expresión del pueblo.-
Este 22 de agosto, el cual nos encuentra en la lucha por
mayor presupuesto educativo, por mejores condiciones laborales, por el
mejoramiento de nuestro salario, no solo debemos recordar los fusilamientos de
Trelew, sino también reconstruir
proyectos colectivos, de participación, de recuperación de sueños y esperanzas
de un futuro justo y solidario; con trabajo, salud, educación y vivienda digna
para nuestros pibes, para nuestros viejos y para nuestro pueblo.
No a la impunidad de ayer y de hoy.
LISTA LILA EN ATECH REGIONAL OESTE.
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