lunes, octubre 08, 2012

Opinión: “Tiempos raros y oídos políticos ausentes”, por José Luis Beovidez



Por José Luis Beovidez *

Estamos transitando un periodo atravesado por los derechos humanos. El eje de la vida social y política es transversalmente cruzado por la idea de derechos humanos, eso está bien y tiene que expandirse y profundizarse. Tal es así, que sorprendidos nos enteramos que familiares de las victimas por la masacre de Trelew de 1972 van a presentar un proyecto a Nación para declarar a la ciudad como capital nacional de los derechos humanos. Conocemos de la gran labor solidaria y el compromiso asumido de la comunidad en aquellos tiempos en que el Estado fue atrapado por una banda de asesinos alimentando impunemente su sadismo criminal, por lo tanto no hay duda que es un reconocimiento merecido. Ahora la pregunta es ¿Se lo merece el gobierno de BuSSi?

Soy uno de los policías autoconvocados; administrativo, percibiendo un salario de $3500 cuando la canasta básica es superior a los $9500, vale la triple aclaración, y cesanteado junto a cuatro compañeros más de forma anticonstitucional y arbitraria, también fuimos presos políticos porque fue una decisión política y no dentro del marco del derecho lo de aquella madrugada del 18 de abril de este año.

La necedad y la soberbia en la política tienen como resultado y como victima a la gente. En este caso somos nosotros que, ante la indiferencia del gobierno de turno aunque ellos se consideran dueños y amos de los recursos humanos y materiales del Estado no toman consciencia eso de “de turno”, dejando de lado que ellos son unos empleados más del estado, con más responsabilidad porque son los encargados del bienestar general.

Nosotros que, hace más de cuarenta días que estamos acampando en Rawson esperando un gesto político, sino también humano de ser escuchados. Nosotros que, somos más de cincuenta que, mediante feria de ropa, venta de empanadas, de tortas fritas, limpieza de parabrisas estamos solventando nuestra estadía en la peatonal de Rawson. Nosotros que, depositarios de todos los malos tratos, las mentiras, hartos de la hipocresía, saciados de la corrupción no solo material y humana decidimos hacernos escuchar, la comunidad nos escucha, la gente nos escucha, la dirigencia política nos aborrece. Nosotros que tuvimos que recurrir a la transgresión, porque solo la transgresión dice lo que siempre se negò.

El ministro Touriñan, con todo el respeto hacia su investidura no así a su persona, sale a declarar sobre nuestras vidas y se “preocupa” insidiosamente por nuestros financiamiento (dejando entrever que existe algún sostén político), utilizando siempre el mismo recurso retórico de des centrar el foco de la problemática, tomando las partes por el todo. ¿Cuál es su importante función para recibir tan pletórico salario? Dedicate a lo tuyo - ¿Hablar mal de los demás? - y te invitamos a que cierres la boca, de allí solo sale fuego – sos el verdadero dragón - tus declaraciones son siempre agresivas ninguneando un reclamo originado por una necesidad real y reconocida por todos. No nos desmerezcas; somos pensantes, reflexivos pero tenemos emociones que a veces son difíciles de controlar. Vos, junto a tus lacayos, son en gran parte responsable por tu autismo político ante las problemáticas sociales. Ante lo último, repito ¿Para qué te pagan?

Glinsky habla de una “democratización” que tiene más en cuenta las formas que el contenido, porque si enuncia tanto un concepto podría hacer un gesto acompañando a esa enunciación para así otorgarle sentido. Con recibirnos y escucharnos, es un buen comienzo.

Tengo el placer de pertenecer al equipo de trabajo que cubre el Juicio por la masacre de Trelew y lo reflejamos en el blog veintidosdeagosto.blogspot.com.ar y, honestamente brinda satisfacción ser parte de un acontecimiento histórico en la que la memoria colectiva renace activada por un nuevo paradigma envuelto de un valor ético: la justicia; no solo buscando un sentido evocatorio sino tendiendo un puente hacia el futuro capaz de ser el magma para una sociedad más justa y democrática. Ahora, lo discursivo cae en saco roto cuando pasamos a la praxis política, cuando vemos que la conducción de la institución policial quedo anclado en los principios vectores de la disciplina irrestricta y obediencia absoluta al superior permitiéndoles actuar fuera de las leyes. Es grave.
¿Cuándo pretende el gobierno escuchar a hombres, mujeres, niños, retirados que estamos acampando en Rawson? ¿Cuándo Glinsky atenderá a policías autoconvocados demostrando un verdadero gesto democratizador y no solo una muletilla para la popular? Como se lo hicimos llegar en la Universidad a ciertas personalidades celebres del derecho como Perez Galimberti, Mario Juliano, Hugo Barone, y, el muy vanagloriado por los anteriores José Glinsky en la ficcional, aunque bien intencionada charla sobre “seguridad y democracia” desplegando una batería enorme de conceptos jurídicos, y como dijo el respetadísimo Alfredo Perez Galimberti, quien no se cansó de reverenciar a Glinsky, “la universidad no está solo para el saber sino para transformar” Bue… por un lado el discurso aparente desplegado al imaginario colectivo, por el otro, las reales problemáticas sociales que no brinda derechos constitucionales a los trabajadores policiales.

Mientras, nosotros seguimos haciendo Historia: presente en Legislatura, presente en la Universidad, encadenándonos, visibilizándonos aunque no hay peor ciego…, siendo un tábano molesto, estamos esperando que nos convoquen al dialogo. Una nueva fuerza social ha irrumpido en la arena histórica, es obvio que la tendencia institucionalista tradicional la desconozca pero más tarde o más temprano deberá ser reconocida. ¿Cuándo Policía va a dejar de ser una escenografía institucional de cartón, como señala Aliverti-  para involucrarse en los problemas reales de seguridad pública no solo integral sino inclusiva y haciendo participes a los trabajadores más pobres de la seguridad? Como señala Saín hay dos tipos de policía: una plebeya y pobre que es la trabajadora y otra rica la del comisariato muchas veces asociada al delito. Más allá de los discursos: ¿Existe voluntad política para romper con la coraza de corrupción y brindar derechos constitucionales a los más desamparados?

* DNI 24 133 899

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