Fuente: Noticias de Esquel
Foto: Andrés Campos
En la tarde de ayer se concretó en Esquel una marcha contra
la trata de personas. Esto a raíz de varios allanamientos que se realizaron en
algunas wiskerias de nuestra ciudad, donde personal de Gendarmería Nacional con
intervención de la
Justicia Federal, lograron rescatar a varias mujeres de las
redes de trata de personas.
La marcha comenzó en la plaza San Martín, desde donde
circuló por calle Mitre pasando por la Municipalidad y la Comisaría Primera,
para luego trasladarse hasta el comercio ubicado en un primer piso en calle
Rivadavia entre Sarmiento y 25 de Mayo, que se identifica como Celina, el cual
sería de la misma propietaria de una de las wiskerías donde se realizaron los
allanamientos. Luego de escarchar este local comercial que vende ropa para danzas,
la marcha regresó a la plaza San Martín.
Durante la marcha se dio lectura a este documento:
El día 16 de enero de este año, Gendarmería y Policía
Federal allanaron la Wiskería
“Rush Show” ubicada en Brown y Alvear, donde se encontraban mujeres trabajando
contra su voluntad.
El pueblo de Esquel es testigo de la trata pero no será
cómplice.
La trata de mujeres para la prostitución es una de las
prácticas más terribles de violencia de
género, porque es pública y se genera a partir de la demanda de prostituyentes.
De forma que para hacerlo posible un sector de la sociedad
avala y protege el sistemático ejercicio del abuso con fines de lucro.
Por eso repudiamos toda clase de violencia y pedimos a los
responsables de controlar, que se controle como se debe el trabajo sexual para
que ningún comercio lucre con el abuso.
Creemos que la eliminación de la trata solo será posible por
el control estatal y municipal, la protección a las víctimas y a las posibles
víctimas, la condena de los responsables y sobre todo a partir de la conciencia
y compromiso de quienes deciden pagar por sexo y de toda la comunidad.
Pedimos que los casos que lleguen a la justicia no queden
impunes y herramientas para aquellas mujeres que piden ayuda.
Apoyamos a las víctimas y nos sentimos, como personas
comprometidas, parte de la problemática.
Todos somos las mujeres víctimas de la trata, del abuso y de
todas las formas de violencia de género.
El silencia es complicidad.
Y la complicidad y el silencia son violencia social.
Nota relacionada: En una wiskería de Esquel: rescataron a una mujer y su bebé de una red de trata de personas
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