Fuente: Red Eco Alternativo
La
Secretaría de Ambiente de la Nación reveló en un informe
la pérdida de más de un millón de hectáreas en los casi cuatro años de su
estudio, comprendidos desde la sanción de la Ley 26.331 de Protección de Bosques Nativos a
finales de 2007, los respectivos Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos
(OTBN) de cada provincia y el año 2011.
(Luis Gauna- Red Eco ) Argentina - Pese la legislación
pertinente al cuidado y preservación de los Bosques Nativos en territorio
argentino y a las múltiples denuncias realizadas por organizaciones campesinas,
pueblos originarios, organizaciones no gubernamentales como así también
ambientalistas, el informe “Monitoreo de la Superficie de Bosque
Nativo de la
República Argentina” con fecha de Junio de 2012 , elaborado
en la Unidad
de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF) de la Dirección de Bosques de la Nación, advierte el
crecimiento paulatino de los desmontes ilegales en el territorio nacional, con
preponderancia en el Parque Chaqueño y la Selva Tucumano
Boliviana.
De acuerdo a lo expuesto en el documento, las provincias
donde más se avanzó con la deforestación son lideradas por Santiago del Estero
con 453.551
hectáreas desmontadas, Salta con 236.246, Formosa con
129 mil y Chaco con 110 mil. En menor medida, pero importante con respecto al
porcentaje desmontado, en San Luis se desmontaron 37 mil hectáreas, en Misiones
21 mil y en Tucumán 18 mil.
Los desmontes en zonas de categoría I “Roja”, las cuales
requieren máxima protección, ya que corresponden a lugares con mayor cantidad
de formaciones vegetales nativas y con función ecosistémica en su entorno, son
liderados por las provincia de Salta y Santiago del Estero. En el período de
casi 4 años que contempla el informe, en Salta se desmontaron 8080 hectáreas y 6719 hectáreas en
territorio santiagueño. Los siguen Formosa con 898 hectáreas, San
Luis con 298 y Jujuy con 201.
Las zonas de categoría II “amarilla”, aquellas susceptibles
de un aprovechamiento sostenible y sustentable, son las que más han sufrido:
con un total casi de 260 mil hectáreas desmontadas, Santiago del Estero figura
con 195.001
hectáreas arrasadas, Salta con 31.749 y Chaco con
21.749, entre los tres primeros y que concentran casi la totalidad de las
hectáreas pérdidas.
Este último dato avala un flaco cuidado hacia la flora
nativa si tenemos en cuenta que en contraposición las tierras aptas para
desmonte de la categoría III “Verde” (siempre y cuando se presenten los
permisos y acuerdos correspondientes), éstas presentan cerca de 75 mil
hectáreas menos desmontadas.
De las provincias más afectadas por los desmontes en el
período analizado, Salta y Santiago del Estero exponen las fallas y violaciones
a las prohibiciones que estipulaban el cese de los desmontes luego de la
sanción de la Ley
de Bosques, hasta que cada provincia conformara su Ordenamiento Territorial de
Bosques Nativos (OTBN):
*En Santiago del Estero se desmontaron 169 mil hectáreas del
Parque Chaqueño entre 2007 y la conformación del OTBN en 2009.
*En Salta se desmontaron 109 mil hectáreas de Parque
Chaqueño y 5 mil de la
Selva Tucumano Boliviana hasta la conformación del OTBN a
finales de 2008.
Del informe, se deduce que la superficie forestal que más se
ha visto atacada ha sido la santiagueña llegando al 2,3% de terreno desmontado,
seguido por Salta con 1,3% de terreno deforestado ,Córdoba con el 1,15%,
Fórmosa con el 1,04% y el caso particular de San Luis, que muestra un
porcentaje de 1,5% de tierras desmontadas, pero con una superficie de bosques
mucho menor que el resto.
Avanzando con el modelo de sojización , agroindustrial y agrotóxicos
El informe oficial es claro: “En las provincias analizadas
los procesos de pérdida de superficie de bosque nativo fueron causados
principalmente por el avance de la frontera agropecuaria. Las imágenes
satelitales ponen de manifiesto la existencia de nuevos cultivos, que en varias
oportunidades corresponden a soja”.
La frontera agropecuaria avanza sobre los bosques,
amparándose en el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) que es llevado
adelante por el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales con sus
respectivos Programas y aplicaciones , contrastando “soberanía alimentaria” por
sobre un modelo desigual a base de agrotóxico, desperdicio de recursos hídricos
y de suelo, inversión predominantemente extranjera y beneficioso sólo a las
grandes empresas y latifundistas, tal como lo denunciara en abril del año
pasado el Consejo Directivo de la
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional
de La Plata
(UNLP).
De los 32 millones de hectáreas cultivadas, el horizonte del
PEA se vislumbra hacia los 41 millones y en la fase de desmonte de los bosques
nativos, los pueblos originarios y el campesinado son actores improvistos para
las avanzadas del empresariado del agro.
Un ejemplo notorio de ello es el Movimiento Campesino de
Santiago del Estero (MoCaSE-Vía Campesina), quien hace frente a los empresarios
del agro, que en sintonía con la justicia y las fuerzas parapoliciales intentan
despojarlos de sus tierras, a costa de la vida de los comuneros del Movimiento,
como fue el caso de Cristian Ferreyra en 2011 o Miguel Galván en 2012.
Justamente, el informe oficial demuestra el liderazgo santiagueño en materia de
desmonte.
Ahora bien, los datos si bien toman relevancia por ser el
Gobierno Nacional quien acepta las fallas en cuanto al cumplimiento de la
legislación, hay que tener en cuenta que el mismo en ningún lado del informe
hace un enfoque autocrítico de la información que aporta, más aún, se sustenta
en el tiempo próximo como una solución a los problemas actuales.
“Aunque se observa que el proceso de pérdida de bosques
nativos continúa debe considerarse que la Ley Nº 26.331 no prohíbe los desmontes, sino que
los regula, principalmente a través de la generación de los OTBN de cada
provincia. Por otra parte, es importante tener en cuenta que los OTBN y sus
normas asociadas son de reciente implementación, y dada la complejidad y la
falta de antecedentes en el país de la implementación de este tipo de leyes de
presupuestos mínimos que exigen una fuerte interacción entre organismos
provinciales y nacionales, es esperable que los resultados de su aplicación no
se vean de manera inmediata(…)Cuando las autoridades provinciales y nacional de
aplicación de la ley cuenten con todas sus capacidades para poder encarar las
distintas tareas que implican conducir un manejo forestal sustentable así como
una fuerte acción de control de las actividades forestales en amplios
territorios, los tiempos administrativos se adecuen a los requerimientos que
este tipo de actividades amerita y que toda la comunidad haya tenido acceso a
lo que la ley demanda y posibilidad de integrarse a ella, se comenzarán a ver
los logros de la norma.”
Mientras el Gobierno se excusa, hay que manifestar que en
diferentes puntos del país, en el 2012, se han profundizado los problemas que el
informe susodicho expone.
De acuerdo a los estudios de la ONG Guyra Paraguay, al
norte y oeste del territorio cordobés, entre marzo y noviembre se deforestaron 7.806 hectáreas de
categoría I “roja”, las cuales deberían ser las mejor conservadas por los organismos
provinciales competentes. La tasa anual de desmontes alcanzó las 23,3 hectáreas
diarias del bosque nativo chaqueño, sin tener en cuenta los desmontes ilegales
al sur de la provincia.
Tanto desde la Fundación Conservación
y Desarrollo (Conydes) como desde el Observatorio de Conflictos
Socioambientales de la UNRC
denunciaron los desmontes ilegales que se llevan a cabo en diferentes zonas del
sur provincial.
La docente de la
UNRC y presidenta de CONYDES, Evangelina Natale, advirtió
que “toda la provincia” está afectada
por esta problemática”.
“Las zonas serranas están siendo desmontadas para proyectos
de urbanización y el norte de Córdoba para agricultura”. Así bien, los bosques
de Río Cuarto y el sur cordobés también se ven afectadas por el avance de la
frontera agrícola-ganadera.
De las 12 millones de hectáreas que a principios del siglo
XX poseía Córdoba, sólo restan 600 mil, con el agravante de una tercera parte
del territorio provincial desertificado o en vías de por la sobreexplotación
agroganadera.
Del informe de Guyra Paraguay, se advierte que en 2012 153
mil hectáreas fueron arrasadas del Parque Chaqueño, a comparación de las 44 mil
hectáreas desmontadas en 2011.
El territorio comprendido incluye las provincias de Chaco,
Santiago del Estero (posicionándose como el sector con más desmontes, al igual
que lo expuesto en el informe oficial), Córdoba, Formosa, Catamarca, Tucumán, La Rioja, Santa Fe y San Luis.
El Parque Chaqueño o Gran Chaco, distribuye el 40% de su superficie en suelo
argentino, mientras que el resto se emplaza sobre Paraguay, Brasil y Bolivia.
Así también, desde ésta avanzada, las topadoras también se
han interpuesto ante los Derechos de los Pueblos Originarios, donde la
resistencia de la etnia Qom y Wichi en Fórmosa y Chaco, son las más resonantes
y violentas. En reclamo de sus tierras, históricamente vendidas a precio vil o
directamente arrebatadas, las comunidades afrontan una lucha contra los
gobiernos provinciales y los terratenientes, conllevando a cuestas el racismo
imperante hacia los originarios por parte de los mismos, como así también la
falta de acción, decisiones e involucración con las problemáticas por parte de
los organismos estatales que deberían hacer cumplir los convenios
internacionales y leyes nacionales. De igual forma, se podría tomar el caso de
las comunidades de la
Nación Diaguita, como la de Indio Colalao, quienes ante la
avanzada sojera y la complicidad político-empresarial, resisten los violentos
desalojos de sus tierras ancestrales, como el último, allá por julio del último
año.
Sólo por mencionar algunos de los tantos conflictos, que el
modelo agroexportador sojero y agroindustrial lleva a cuestas.
Actualmente, 23,6 millones de hectáreas argentinas se
encuentran cultivadas con transgénicos: de la soja, el 50% de los cultivos se
encuentra bajo dominio del 3% de productores Encajando en la lógica
“progresista”, la concentración empresarial beneficia a 12 de las 25 empresas
con más rentabilidad a la hora de exportar, todas ellas vinculadas a la
exportación de granos.
Argentina, es el tercer exportador a nivel mundial de Soja,
después de Estados Unidos y Brasil. El mismo lugar en el podio ocupa como
productor de transgénicos.
Fuentes:
Monitoreo de la Superficie de Bosque Nativo en el marco de la Ley Nº 26.331: (http://ambiente.gov.ar/?idarticulo=11709)
ONG Guyra Paraguay (http://www.guyra.org.py/)
Puntal.com.ar (http://www.puntal.com.ar/noticia_ed_anteriores.php?id=134275)
Nota relacionada: Las Contracaras del Modelo
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