Por Colectivo de Militantes por los Derechos Humanos de El
Bolsón y Familiares de Guillermo “Coco” Garrido
Se cumplen dos años y cuatro meses desde el asesinato de
Guillermo Garrido en la
Comisaría 12 de El Bolsón.
Asistimos en estos días a las declaraciones públicas de quien es el abogado defensor de
siete de los once policías imputados en la causa que investiga la muerte de
Coco. No nos sorprende el intento de la defensa por desacreditar las pericias
realizadas por el equipo forense
encabezado por la doctora Kreimer que fueron y son contundentes. Que demuestran
la imposibilidad de que “Coco” Garrido se suicidara:
-porque la segunda vértebra cervical que debería mostrar lesiones en caso de
suicidio, en el cuerpo de “Coco” se encuentra intacta.
-Porque la pericia psicológica integral realizada en Bolsón
por este mismo equipo forense demuestra categóricamente que Coco no tenía
tendencias suicidas.
-Porque a pesar de que la patóloga forense Adriana Susana
Diamantti no pudiera asegurar (debido al tiempo transcurrido) que la mancha
encontrada en el cráneo de Coco era efectivamente sangre, sí existen rastros de un golpe en la nuca, que
no pueden ser descartados.
-Porque según las
declaraciones de los mismos policías imputados, el cuerpo de Coco se encontraba
con los pies apoyados en el piso.
No resulta extraño que la defensa intente desacreditar los
avances que la familia a través de la abogada querellante Marina Schifrin ha
logrado conseguir para esclarecer la muerte de Guillermo Garrido, y que
entendemos no hubiera sido posible sin la constante participación de toda la
comunidad. Lo que si nos indigna es la notable repercusión que ha tenido en
muchos medios regionales.
A pesar de haber logrado la reapertura de la causa que
intentó ser cerrada por el juez Calcagno, quien además fuera apartado de la
causa por su manifiesta complicidad con la fuerza policial durante las pericias
realizadas en el Bolsón; a pesar de
poner en evidencia la complicidad del cuerpo médico forense de San Carlos de
Bariloche, que realizara una primera autopsia absolutamente incompleta y fuera de protocolo; y a pesar de reiterados
pedidos de la abogada, familiares y vecinos, los funcionarios del poder
Judicial no han demostrado tener la voluntad de avanzar en el esclarecimiento
del asesinato de Guillermo Garrido en la comisaría 12 de El Bolsón.
Por el contrario la promesa del juez Martín Lozada de instrumentar nuevas pericias e indagatorias en el
transcurso de los primeros meses de este año aún no se han cumplido. Evidentemente
no se trata sólo de la respuesta de quien defiende a los policías imputados. Se
trata de la respuesta corporativa de las instituciones que perpetúan la
impunidad.
Este sábado se marchó nuevamente desde los murales de Otoño
y Coco, en contra de la impunidad, y con la idea de seguir proponiendo acciones
para avanzar en la lucha.
Nota relacionada: “Son muchos los supuestos casos de suicidios en situaciones de encierro y que se archivan”
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