Por Sergio Sepiurka *
Murió Pancho. Pancho era el nombre del oso del zoológico de
Rawson que divirtió durante 35 años a muchos vecinos de esa ciudad. Reciban
ellos nuestro sincero pesar.
Aunque nunca lo he visitado, quienes colaboramos con el Ing.
Ubaldo Ongarato durante sus tres períodos como Intendente Municipal de Esquel,
lo conocíamos de memoria.
Sucede que Ubaldo había encontrado en el osito de Rawson, el
símbolo perfecto para reflejar las inequidades de la distribución presupuestaria
provincial.
Y en su más auténtica expresión de pensamiento “ongaratiano”
nos repetía en esos tiempos difíciles en los que el barril de petróleo llegó a
valer 7 dólares en lugar de los 100 de hoy:
“Vea joven. ¿Por qué tenemos que pagar nosotros la comida
del osito de Rawson? ¿Qué atractivo representa para que lo paguemos con fondos
provinciales? Si a mí se me ocurriera el disparate de traer un oso a Esquel,
seguro que los diputados no me aprobarían ninguna partida presupuestaria para
eso.”
Pero lo más interesante de la observación de Ubaldo, es que
empezó a ver “ositos” por todos lados, no solamente en Rawson donde los sueldos
municipales se pagan todavía en gran parte desde la Provincia ; también en
muchas Cooperativas del Chubut, cuyos servicios deficitarios terminan pagando
ciudades ajenas a los desmanejos que los generan.
En fin, Pancho se ha ido. ¡Con todo lo que nos ha costado!
Esperemos que algún día el conjunto de los “ositos” que permanecen enjaulados
en el presupuesto provincial, sean finalmente liberados para bien de todos.
* Ex concejal de Esquel
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