jueves, junio 06, 2013

Cumbre Indígena en Formosa: “Territorio robado, será recuperado”, por Darío Aranda



Por Darío Aranda *

Tres días de debate, intercambio y articulación de luchas. Dos documentos de posicionamiento político (para el Gobernador de Formosa y para la Presidenta de Argentina). Lo principal: el territorio. La denuncia a las industrias extractivas, la respuestas a las organizaciones que cuestionan la lucha, y una Cumbre Indígena que dejó huellas. La marcha por las calles de Formosa y un grito con destinatario claro: “Asesino”.

“Territorio robado, será recuperado”, fue el grito principal de la marcha de ayer, por las calles de Formosa, en el marco de la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas. Luego de dos días de trabajo, 250 dirigentes de 15 pueblos indígenas elaboraron dos documentos (uno para el gobierno nacional y otro para el provincial) con demandas concretas y coordinaron acciones de lucha para el corto y mediano plazo. Cuando la marcha llegó hasta la puerta de la Casa de Gobierno provincial, un solo grito (destinado al Gobernador) resonó en la capital formoseña: “Asesino. Asesino. Asesino”.

En las afueras de Formosa capital se desarrolló desde el lunes y hasta ayer miércoles una histórica cumbre indígena, convocada por el Consejo Plurinacional Indígena (espacio de articulación de dirigentes indígenas de todo el país). El lunes se hizo hincapié en la realidad de Formosa, donde los cuatro pueblos (Qom, Pilagá, Wichi y Nivaklé) elaboraron un documento sobre la realidad provincial.

El martes llegaron los dirigentes de quince pueblos indígenas de 16 provincias. Desde la mañana y hasta la medianoche, con breves descansos, escribieron un documento para ser presentado (en Casa Rosada) a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A las 9.45 de ayer partió desde la Casa Juan Pablo II –lugar del encuentro-- la columna de dirigentes indígenas. La bandera del encuentro, con el lema “memoria, verdad y justicia para los pueblos indígenas”, encabezó la marcha. Banderas del Pueblo Mapuche y la wiphala multicolor de las naciones originarias se dejaban ver desde lejos.

Sobre la ruta 11, camino a la capital de Formosa, se iban sumando organizaciones sociales, algunos partidos políticos y gente a pie. Los autos y (muchos) ciclomotores tocaban sus bocinas en señal de aprobación.

“Esto es histórico. Hermanos de todo el país vinieron a abrazarnos y juntos denunciamos la violación de derechos del gobernador Gildo Insfrán y del gobierno nacional. Juntos gritamos basta de atropellos. Juntos luchamos, juntos estamos de pie”, arengó Israel Alegre, histórico dirigente del barrio Nam Qom.

Roxana Vilches, del Pueblo Ranqulche de La Pampa, explicó que la cumbre sirvió para evaluar la situación a nivel nacional “donde en todos los territorios es clara la violación de los derechos de los pueblos indígenas. El mismo Estado que aprueba las leyes, luego las viola y avanza sobre nuestros territorios y nuestras vidas”.

La marcha recorrió tres kilómetros, el sol fuerte se hizo sentir, pero se mantuvieron los cánticos por territorio y los gritos de lucha de los distintos pueblos, en idioma ancestral.

A las 12 se llegó hasta la Casa de Gobierno de Formosa, un edificio de diez pisos, vidriado, en una amplia esquina, y vallado con numerosa custodia policial. Cuando los marchantes llegaron hasta el lugar, se hizo un silencio extraño, sabían que estaban frente a la sede del gobernador (desde hace casi 20 años) Gildo Insfrán, y el primer grito provino de una mujer: “¡Asesino!”. De inmediato, todos los marchantes, gritaron con fuerza: “¡Asesino. Asesino. Asesino!”. El grito se mantuvo durante dos minutos, pero pareció eterno. Se respiraba emoción.

Sobrevinieron aplausos. Y otro grito que unificó a todos: “Territorio robado, será recuperado”. Nota completa

* Desde Formosa

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