Por UNPSJB
En medio de una crisis presupuestaria y diversidad de demandas, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, celebró el pasado 4 de mayo, 32 años de existencia.
Los hechos históricos dan cuenta que sus inicios también fueron difíciles. La migración de jóvenes hacia las distintas universidades del país, dejaba en evidencia que la región patagónica requería de una universidad que promoviera el arraigo, posibilitara la construcción de conocimientos y la formación de profesionales que demandaba la zona, entre otras intencionalidades. Con ese objetivo se creó la Universidad Popular de la Patagonia que funcionó entre 1943 y 1950 y; en 1949 el Instituto Superior de Estudios Patagónicos.
Con mayor o menor éxito en las propuestas académicas, llegó el año 1959, y con él, la creación del Instituto Universitario de la Patagonia que en 1961 se transformó en Universidad de la Patagonia San Juan Bosco. Al año siguiente la congregación salesiana se hizo cargo del gobierno de la universidad, la cual tenía carácter privado y confesional.
En tanto, los ciudadanos comodorenses que habían conformado la Comisión Promotora de la Universidad Nacional, vieron coronada su gestión el 23 de Abril de 1973 con la sanción de la Ley 20.296, de creación de la Universidad Nacional de la Patagonia, inspirada en los siguientes objetivos:
-Generar una ocupación territorial estable
-Cubrir las necesidades de superación de la juventud patagónica
-Evitar las migraciones de jóvenes, futuros protagonistas de la grandeza de la región
-Contar con recursos humanos de alto nivel de capacitación para explotar las riquezas patagónicas -Producir la integración regional, nacional y con otros países especialmente los latinoamericanos, a través de ayuda e intercambio.
Mientras esto ocurría, la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco vivía una crisis institucional que se fue agudizando con el transcurso del tiempo. Los reclamos estudiantiles por una mejor formación, mayor nivel de experiencia, apertura al diálogo con las autoridades, entre otros, derivó en 1973, en la toma pacífica de la universidad por parte de padres, estudiantes, dirigentes gremiales y políticos . Fue en el Colegio Dean Funes, donde horas después eran violentamente desalojados por la policía. Posteriormente, se produjo la intervención por parte del gobierno nacional tras lo cual, el Consejo Superior decidió la clausura del establecimiento.
Por su parte, en la flamante Universidad Nacional de la Patagonia, el 4 de mayo de 1974 asumió el cargo de rector el ingeniero Silvio Grattoni. Cinco años después, durante el gobierno de facto, un convenio celebrado entre la Universidad Nacional de la Patagonia y la Universidad San Juan Bosco permitió la fusión de ambas instituciones, adquiriendo el nombre actual: Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Pasaron dos años hasta que el Gobierno de la Provincia del Chubut decidiera ratificar el convenio de transferencia del Instituto Universitario de Trelew a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. El instituto funcionaba en la ciudad de Trelew y estaba adscripto por convenio a la Universidad Nacional del Sur, con sede en Bahía Blanca. La Universidad mantuvo su sede central en Comodoro Rivadavia, incorporando a las sedes Trelew y Esquel, organizadas en las Facultades de Ciencias Naturales, Ingeniería, Ciencias Económicas y Humanidades y Ciencias Sociales.
En 1983, con el retorno de la democracia, y durante la Presidencia del doctor Raúl Alfonsín, fue designado rector normalizador de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el ingeniero Aldo López Guidi. Durante su gestión se abrieron las sedes Puerto Madryn y Ushuaia. En 1986 asumió el primer rector elegido democráticamente, Prof. Hércules Pinelli, le siguieron el Dr. Manuel Vivas, Lic. Arturo Canero, Ing. Hugo Bersán y el actual rector, Cdor. Jorge Gil.
Al celebrarse el 32º aniversario de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se continúa en la construcción de una universidad concebida como bien público en el marco del compromiso social y la participación democrática.
En medio de una crisis presupuestaria y diversidad de demandas, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, celebró el pasado 4 de mayo, 32 años de existencia.
Los hechos históricos dan cuenta que sus inicios también fueron difíciles. La migración de jóvenes hacia las distintas universidades del país, dejaba en evidencia que la región patagónica requería de una universidad que promoviera el arraigo, posibilitara la construcción de conocimientos y la formación de profesionales que demandaba la zona, entre otras intencionalidades. Con ese objetivo se creó la Universidad Popular de la Patagonia que funcionó entre 1943 y 1950 y; en 1949 el Instituto Superior de Estudios Patagónicos.
Con mayor o menor éxito en las propuestas académicas, llegó el año 1959, y con él, la creación del Instituto Universitario de la Patagonia que en 1961 se transformó en Universidad de la Patagonia San Juan Bosco. Al año siguiente la congregación salesiana se hizo cargo del gobierno de la universidad, la cual tenía carácter privado y confesional.
En tanto, los ciudadanos comodorenses que habían conformado la Comisión Promotora de la Universidad Nacional, vieron coronada su gestión el 23 de Abril de 1973 con la sanción de la Ley 20.296, de creación de la Universidad Nacional de la Patagonia, inspirada en los siguientes objetivos:
-Generar una ocupación territorial estable
-Cubrir las necesidades de superación de la juventud patagónica
-Evitar las migraciones de jóvenes, futuros protagonistas de la grandeza de la región
-Contar con recursos humanos de alto nivel de capacitación para explotar las riquezas patagónicas -Producir la integración regional, nacional y con otros países especialmente los latinoamericanos, a través de ayuda e intercambio.
Mientras esto ocurría, la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco vivía una crisis institucional que se fue agudizando con el transcurso del tiempo. Los reclamos estudiantiles por una mejor formación, mayor nivel de experiencia, apertura al diálogo con las autoridades, entre otros, derivó en 1973, en la toma pacífica de la universidad por parte de padres, estudiantes, dirigentes gremiales y políticos . Fue en el Colegio Dean Funes, donde horas después eran violentamente desalojados por la policía. Posteriormente, se produjo la intervención por parte del gobierno nacional tras lo cual, el Consejo Superior decidió la clausura del establecimiento.
Por su parte, en la flamante Universidad Nacional de la Patagonia, el 4 de mayo de 1974 asumió el cargo de rector el ingeniero Silvio Grattoni. Cinco años después, durante el gobierno de facto, un convenio celebrado entre la Universidad Nacional de la Patagonia y la Universidad San Juan Bosco permitió la fusión de ambas instituciones, adquiriendo el nombre actual: Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Pasaron dos años hasta que el Gobierno de la Provincia del Chubut decidiera ratificar el convenio de transferencia del Instituto Universitario de Trelew a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. El instituto funcionaba en la ciudad de Trelew y estaba adscripto por convenio a la Universidad Nacional del Sur, con sede en Bahía Blanca. La Universidad mantuvo su sede central en Comodoro Rivadavia, incorporando a las sedes Trelew y Esquel, organizadas en las Facultades de Ciencias Naturales, Ingeniería, Ciencias Económicas y Humanidades y Ciencias Sociales.
En 1983, con el retorno de la democracia, y durante la Presidencia del doctor Raúl Alfonsín, fue designado rector normalizador de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el ingeniero Aldo López Guidi. Durante su gestión se abrieron las sedes Puerto Madryn y Ushuaia. En 1986 asumió el primer rector elegido democráticamente, Prof. Hércules Pinelli, le siguieron el Dr. Manuel Vivas, Lic. Arturo Canero, Ing. Hugo Bersán y el actual rector, Cdor. Jorge Gil.
Al celebrarse el 32º aniversario de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se continúa en la construcción de una universidad concebida como bien público en el marco del compromiso social y la participación democrática.
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