martes, noviembre 21, 2006

La Rioja: Famatina Defiéndete

Enviado por Lino Pizzolon

Riojanos, Famatinenses y
de otros pueblos también,
escuchen para su bien
lo que en estos cantos digo.
Ha llegado un enenmigo
a nuestra tierra Riojana
no esperemos a mañana
llorar por el bien perdido.
Hay un templo de los Dioses
que es el Cerro Famatina,
con su nieve diamantina
sobre cristales azules,
que a veces tras de las nubes,
o bajo un sol esplendente
nos dice siempre presente
su eterno canto de Vida.
¿O acaso el agua no es vida,
la que bajando abundosa
cristalina y generosa
riega la vid y el nogal?
Se alegra el valles frutal
verdeando ciénago y vega,
y hasta el pedregal se pliega
con su canto mineral.
Allá por hondas quebradas,
brotan arroyuelos finos,
tan puros y cristalinos,
que no hay en otro lugar,
y que tras luego dejar
las purisimas vertientes,
se reunen diligentes
para los rios formar.
Rio Del Marco, Amarillo,
Rio Blanco y Ashavil
quien pudiera ser tan vil
de envenenar su pureza,
sin embargo hay gente aviesa
que en pos de sorda ambición,
quieren hacer destrucción
de nuestra única riqueza.
El capital extranjero
no tiene patria ni cielo,
en nada le importa el suelo
cuando distingue su presa;
así son estas empresas
que dicen traer progreso
y no dejan ni los huesos
cuando terminan su cena.
Ahora vienen por el oro,
el oro del Famatina,
que aún se guarda en las tinas
milenarias de la roca,
para arrasar con las pocas
vetas que habrán olvidado
los otros que ya han pasado
poniéndose hasta las botas.
Estos nuevos empresarios
de tan grande capital,
traen la más colosal
maquinaria y herramienta
y en esa avidez de renta
que los impulsa fatal,
no les interesa el mal,
ni cubrirnos de pobreza.
Sus industrias necesitan
todo el liquido caudal
que los rios en total
les puedan proporcionar
y esas aguas al pasar
por sus sordas tuberias
habrán quedado vacias
de pureza y sanidad.
Adios Viñas y Nogales,
finca de nuestros abuelos,
han contaminado el suelo,
ya nada podrá brotar.
No se le ocurra beber
al pastor en las vertientes,
la sed y el dolor que siente
ya no podrá mitigar.
Ya no se ven los guanacos
bajar hasta Tamberias,
hay un silencio a porfia
que no lo cala ni el viento.
Solo hay un sordo lamento
desde el Tocino al Nevado,
el Cerro está envenenado
¿Qué irá a pasar con la gente?
¡Famatinenses Despierten!
¡Defiendan la tierra santa!
Todavia el río canta
y el verde inocente rie,
y aunque la nieve aun deslíe
sus cristales, virginal,
el veneno arsenical
gestiona su pase y vía.
Corten calles y caminos,
corten rutas y senderos
y traten de ser primeros,
no se dejen primerear,
recuerden aquel refrán que nos dice: "El pueblo unido,
no será nunca vencido".
No lo deben olvidar.
Olviden resentimientos,
tontas rencillas puebleras,
que la política artera
creó para dividir.
Hoy todos deben unir,
acción, decisión y ruegos,
lo que se viene no es juego,
se lucha para vivir.
A nadie le tengan miedo,
político o presidente,
gobernador, intendente,
consejal o juez de paz.
El pueblo unido es capaz
de enfrentar a su enemigo,
sepan defender, amigos,
Patria, tradición y hogar.
Alerto sobre el posible
accionar de funcionarios
ambiciosos, prebendarios
que solo quieren lucrar.
No trepidan en pactar
leoninos compromisos
obsequiosos y sumisos,
ante el "Señor Capital".
En sus regias oficinas,
con el cargo ya obtenido
echando al pueblo al olvido
se ocupan de negociar.
Nadie lo debe ignorar,
llegan pobres, se van ricos,
para eso no son borricos
saben con quien amigar.
Querran apretar con miedo,
fuerza pública, despidos,
pero al pueblo si está unido,
no lo podrán doblegar.
Alerta se debe estar
de sus leyes y decretos,
prevengo de esos "sonetos"
que nadie debe aceptar.
Usen el arma del voto
como lo hizo el pueblo en Misiones,
que recibio los bolsones
y despues votó a su antojo.
No le teman al enojo
de ningún "compra - conciencias"
y aprovechen la experiencia
que hicieron en otra zona.
Aquel que ignore esta lucha
que no se llame riojano,
que ya no puedan sus manos,
tocar ni flor ni racimo,
lo condenen a ostracismo
hacia otro pago lejano,
que pierda amigo y paisano
llorando el suelo perdido.

Anibal Córdoba Moreno
Octubre /2006

0 Comentá esta nota:

Publicar un comentario