lunes, enero 29, 2007

Solidaridad con Victoria Donda frente a las amenazas

Enviado por Flía. Rodríguez de Tomaso

Hacia fines del año pasado el Programa Promotores Territoriales firmó un convenio con la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo para colaborar en la recuperación de la identidad de los más de 400 nietos que aún no saben que son hijos de desaparecidos. Apenas un mes después, una de esas nietas, la número 78 que recuperaron las Abuelas y que formara parte de nuestro Programa, Victoria Donda, sufrió una amenaza al regresar a su casa el pasado lunes 22. Allí encontró un cartel que decía “AAA”, la puerta de su patio abierta y un moño con una cinta azul como mensaje y advertencia. Una cinta azul colocada en su oreja al nacer en el cautiverio de la ESMA fue la forma elegida por su madre para mantener la ilusión de que así podrían identificarla.

En el día de ayer Victoria fue acompañada por Estela Carlotto y Rosa Roisinblint de Abuelas y Martha Vazquez Presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, hasta la Casa Rosada , donde las recibieron el Secretario de Derechos Humanos de la Nación , Eduardo Luis Duhalde, el Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli, y el Ministro del Interior Aníbal Fernández, quienes además de brindar su apoyo y solidaridad se comprometieron a habilitar las medidas de seguridad necesarias.

Así como en diciembre nos comprometimos a articular el trabajo de nuestros Promotores de todo el país en conjunto con la Red por la Identidad y trabajar junto a los equipos técnicos de las Abuelas la temática de los derechos humanos y en particular el derecho a la identidad, hoy nos comprometemos a estar atentos y trabajar para que la impunidad se termine definitivamente en nuestro país, y para proteger a los testigos de los juicios y las víctimas del terrorismo de Estado.

Notas de los medios:

Página 12

Una joven que nació en la ESMA denunció que recibió amenazas

Le dejaron un papel con la sigla AAA y una cinta azul. Su madre le había puesto un hilo similar para identificarla en el centro clandestino. Tenía que presentarse ante la Justicia.

Victoria Donda denunció las intimidaciones en una conferencia de prensa en la Casa Rosada.

Por Martín Piqué

El lunes a las once de la noche, Victoria Donda llegó a su casa con el cansancio típico de quien vuelve de vacaciones. Venía de Entre Ríos y la acompañaban sus afectos. Victoria había elegido la localidad entrerriana de Diamante porque allí solía pasar los veranos su padre, José María Laureano Donda, desaparecido. Cuando la joven llegó al edificio en el que vive se encontró con un papelito en el portero eléctrico. Sobre el papel habían escrito tres letras A con fuertes trazos de birome. La sorpresa –poco agradable para una hija de desaparecidos que recuperó su identidad en 2004– no terminó allí. Luego de subir dos pisos y tras comprobar que la puerta de su departamento estaba entreabierta, se encontró con un moño atado a una cintita azul en el patio descubierto que está adentro de su casa. Tanto ella como quienes la acompañaban tomaron la cintita azul como un mensaje intimidatorio. Victoria nació en la ESMA en agosto de 1977. Su madre, María Hilda Pérez, estaba detenida. Para identificarla le hizo un agujerito en una de las orejas y le pasó una cinta azul.

El martes último, el día siguiente a su regreso de las vacaciones, Victoria iba a declarar en la causa de la ESMA que lleva adelante el juez federal Sergio Torres. Al final no declaró. Tuvo todo el martes ocupado en hacer denuncias, hablar con su abogado y con la Secretaría de Derechos Humanos. La denuncia por amenazas y violación de domicilio fue presentada ante la Justicia y recayó en el juzgado de Torres. Ayer a la tarde, Victoria estuvo en la Casa Rosada acompañada por el subsecretario de Organización Popular, Jorge Ceballos, y por el asesor de Cancillería, Isaac Rudnik. Ambos son dirigentes del Movimiento Libres del Sur, del que forma parte Victoria. La joven estuvo con el secretario general de la Presidencia , Oscar Parrilli; el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.

Reunidos en el despacho de Parrilli, los funcionarios prometieron que el Estado pondrá una custodia especial para proteger a la joven. También le dieron una pulsera para que apriete un botón por si quiere alertar algún movimiento extraño. Junto con Victoria estuvieron Estela de Carlotto, Rosa Roisinblit (Abuelas de Plaza de Mayo) y Marta Vázquez (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora). Se habían acercado hasta la Casa de Gobierno para transmitirle su apoyo y la solidaridad de esos organismos. Tras la charla con los funcionarios, Victoria se dirigió hasta la sala de conferencias de la Rosada para contarle a la prensa lo que había pasado. La convocatoria quedó en manos del propio Gobierno.

Cerca de las 19, la joven apareció en la sala de conferencias acompañada por Duhalde, Carlotto, Roisinblit y Vázquez. "Ayer me iba a presentar como querellante en la causa ESMA. En ese lugar estuvo secuestrada mi mamá y fue donde me tuvo a mí. Cuando nací, me puso un hilito azul porque pensaba que me iban a dejar en la Casa Cuna y que así me iban a identificar. Si esto era para que no me presente en la causa ESMA no lo van a lograr", prometió Victoria. "Esto está enmarcado dentro de una campaña para atemorizar a los testigos de los juicios por delitos de lesa humanidad. Es fruto de que por un montón de años haya existido impunidad", afirmó.

LA NACION

Denuncian intimidación

Una hija de padres desaparecidos durante la última dictadura militar que iba a presentarse como querellante en la causa ESMA denunció ayer ante la Secretaría de Derechos Humanos que recibió una amenaza en su casa con las iniciales de la organización parapolicial Triple A.

Se trata de Victoria Donda Pérez, hija de los desaparecidos José María Donda y María Hilda Pérez, nacida en cautiverio y luego apropiada por los militares.

Acompañada por Eduardo Luis Duhalde, Donda Pérez fue recibida pasadas las 18 en la Casa Rosada por el secretario general de la Presidencia , Oscar Parrilli, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

"La amenaza está enmarcada en los juicios. El martes me iba a presentar como querellante en la causa ESMA, donde mi mamá estuvo secuestrada y donde me tuvo", dijo Donda Pérez.

Duhalde consideró que el hecho tuvo un "claro carácter intimidatorio y amenazador" por "la violación y el esfuerzo de demostrar que estuvieron dentro" de la casa.

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