martes, junio 26, 2007

Año Nuevo Mapuche en el Hemisferio Sur

Enviado por Avkin Mapu

En este We-Tripantu o Año Nuevo para la Nación Mapuche, seguramente hubo en las comunidades festejos y celebraciones para acompañar la naturaleza y la madre tierra en la renovación de la vida. Es decir, habremos hecho nuestras ceremonias del baño de la madrugada, nguillatun, palin y quizás unos valientes habrán hecho su mafün (casamiento). Otros habremos recibido hasta unos saludos y buenos deseos a través de internet y/o celulares de algunos amigos y, afiches pegados en las paredes de las instituciones gubernamentales y ongs; nos indicarán que hemos sido partícipes y celebrado el Wüñoy Tripantu o We-tripantu.

Por Armando Marileo Lefío

Lo anterior, nos permite entender que desde un tiempo hasta aquí hemos posicionado la celebración del we tripantu en éstos dos países hoy llamado Chile y Argentina; ahora es necesario avanzar y dar otro paso, pero más agigantado, con el propósito de visibilizar y posicionar que en todos los pueblos originarios del Hemisferio Sur, Celebramos La Renovación o Nuevo Ciclo de Vida de la Naturaleza, eso significa que tenemos nuestro propio año nuevo, más real y acorde con los ciclos naturales y pertenecientes a éste lado del planeta.

Solo de ésta forma acercándonos al comportamiento y entendiendo la naturaleza como lo hicieran nuestras sabias y sabios antecesores vamos a aportar en la protección y proyección de nuestra Ñuke Mapu (madre tierra) frente a tantos atropellos del mundo moderno actual.

Les invito a ser partícipe junto a los suyos para iniciar una Campaña de Visibilización y Posicionamiento de la Existencia de Un Año Nuevo para el Hemisferio Sur.

Felíz Año Nuevo: América, África, Australia, amigas, amigos y hermanos de las Primeras Naciones Originarias……

Felíz Año Nuevo del Hemisferio Sur…!

CAMPAÑA: VISIBILIZACIÓN Y POSICIONAMIENTO AÑO NUEVO DEL HEMISFERIO SUR
We-Tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata

Por Ngenpin Armando Marileo Lefío

El cosmos y el universo, la tierra y la naturaleza, las culturas y los pueblos originarios de América del Sur, África del Sur, Australia y otros pueblos, pertenecientes a éste lado del mundo (hemisferio sur), estamos celebrando el inicio del nuevo ciclo, con el nuevo despertar de la tierra y naturaleza. En estos días de junio (23 en la madrugada) correspondiente al calendario del hemisferio norte (Calendario Gregoriano), germinarán nuevas vidas, energías, sueños, desafíos y esperanzas. Para la Nación Mapuche será el we-tripantu, para los Pueblos Andinos Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata y seguro que los hermanos de los pueblos originarios de Australia y África del Sur, habrán de realizar también sus propias celebraciones con sus propios nombres.

Significa que en el planeta o en el mundo, no existe un solo momento del inicio de un nuevo ciclo o “Año Nuevo" sino que la naturaleza y el cosmos determinan el ordenamiento de los ciclos de vida en cada extremo del planeta o hemisferios, a través, de su propio ordenamiento cósmico, los cuales permiten la renovación de energías y/o fuerzas que emergen desde la tierra dando paso a la procreación, nacimientos y brotes de nuevas vidas. Los pueblos o culturas originarias comprendieron dicha normativa pudiendo estructurar su existencia individual y colectiva en base a los procesos y hechos que acontecen en la naturaleza, con ello pudieron además determinar con exactitud el inicio o renovación de la naturaleza (Año Nuevo) del Hemisferio Sur.
Las celebraciones del inicio del nuevo ciclo de nuestros pueblos en éste hemisferio, data de miles de años, aunque todas se diferencian en sus formas, pues todas dependen de la ubicación o espacios geográficos donde estén asentadas (selva amazónica, altiplano andino, llanuras, norte sur, este o oeste, etc.) pero, lo que no cambia es en sus contenidos, por cuanto todos y absolutamente todos los pueblos originarios nos regimos bajo el ordenamiento cósmico o ley de la naturaleza. Todas éstas celebraciones tienen sentido y están vinculadas a la renovación e inicio de la vida de los animales, personas, plantas a partir de ésta fecha.

Cuando hemos perdido el sentido y la verdadera relación con la naturaleza es que hemos perdido y confundido el camino hacia la vida. Nos sometimos a vivir bajo la normativa o ley humana, transformamos nuestra vida en el materialismo, egoísmo, consumismo y nos olvidamos de lo nuestro. Muchos hoy recreamos lo que nos va quedando, pero pocos sabemos el real sentido de nuestras celebraciones y otros confundidos por las religiones occidentales propiciamos el sincretismo en nuestras propias ceremonias espirituales.

Así hoy los hijos de la tierra del Sur, celebramos un año nuevo que no nos corresponde, ni está dentro del ordenamiento del cosmos, ni de la naturaleza de éste lado del hemisferio. El 1 de enero es la celebración cercana al nuevo ciclo o Año Nuevo de una mitad del planeta correspondiente al Hemisferio Norte. Y la celebración del we-tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata, es el acompañamiento que hacemos los hijos de la tierra, a nuestros hermanos “la naturaleza” en su regreso a la vida, en su despertar, y emergencia en éste Hemisferio y en ésta época.

Quisiéramos que un día, los habitantes de éste lado del mundo, quienes habitamos "hacia el Sur del Hemisferio", pudiésemos celebrar colectivamente algo nuestro, algo real, que pertenezca a nuestras vidas, a la naturaleza, al universo. Quisiéramos compartir con todos los hombres y mujeres de América y el Mundo, nuestro We-Tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata, y convertirlo en la celebración del inicio de un Nuevo Año del Hemisferio Sur.
De ésta manera iniciaríamos el re-encuentro con nosotros mismos, con la naturaleza, la madre tierra, con los pueblos originarios, con los amigos de la sociedad civil de América, África, Australia, blanco, moreno, afro, rubio, bajitos, gorditas, flaquitas, bonitas, chicas o grandes. Todos (as) estamos llamados a iniciar una Nueva Historia de relaciones horizontales y de Coexistencia entre los pueblos originarios, la sociedad civil y el cosmos.

Les invitamos a experimentar junto a la naturaleza, a orillas del mar, la cordillera, junto a su familia, con sus amigos, la llegada de un nuevo año en el hemisferio sur. Les invitamos además a renovar el compromiso de respetar, cuidar y proteger la naturaleza y mantener el equilibrio y armonía con todas las formas de vida que sustenta la madre tierra y la naturaleza; por cierto es oportunidad poder conectarnos nuevamente con los espíritus de nuestras abuelas y abuelos y del universo.

Armando Marileo Lefío Ngenpin: Autoridad Ancestral. DIRECTOR Escuela de Filosofía y Sabiduría Ancestral Mapuche.

Escuela de Filosofía y Sabiduría Ancestral Mapuche: Calle Lautaro 866. of. 102. Fonos 56-045-211812 / 09-3537424. Temuco-Chile e-mail:
mapuchescuela@yahoo.com

Por Juan Pablo Manquenahuel

Según relatan los ancianos, los antepasados determinaron la fecha del We Txipantu por medio de la observación y contemplación del Wallontu Mapu ( universo) y del nag mapu ( la tierra donde coexistimos ). Los kimche intuyeron la influencia que ejercen las gul pony el nao o la kapúra que son un grupo de estrellas que anuncia la llegada del we txipantu, también la presencia de küyen la luna que renueva las aguas y el espíritu de lo femenino, la presencia del wünelfe o lucero del amanecer que renueva el newen de las plantas medicinales y todos los vegetales y por último antü el sol que renueva las energías del itro fill mogen todo lo que tiene vida, es por ello que el Mapuche también se renueva en su kimün y rakiduam conocimiento y pensamiento Mapuche, porque se es parte de un todo.

La importancia para la vida Mapuche se manifiesta en una diversidad de ritos y actos socio-culturales y espirituales que caracterizan a la celebración del we txipantu, es así como la tarde del día anterior ante que el sol se ponga por el txufül o lafken mapu se inician los preparativos instalándose el anümka que consiste en colocar ramas de foye, klon trilwe y kila enterradas en dirección al Puel Mapu lugar donde sale el sol, luego a la llegada de los invitados y los parientes se realiza el yeyipun ceremonia en la que se invoca a los antepasados locales a los que se denomina los mely chi laku comunicándoles que se cumple con el rito ancestral de hacer we txipantu , generalmente el yeyipun es dirigido por una machi o en su lugar por el o los lonkos del lugar, el yeyipun dura hasta que el sol se pierde por el oeste.

Al llegar la noche se debe realizar mucho nütram o conversación compartiendo sabiduría, historias, conocimientos diversos, en esta ocasión el rol de los ancianos adquiere más fuerza por que ellos hacen gülam o concejo para ser mejores como persona y como mapuche asumirse con dignidad y orgullo, por ello se habla de los ejemplos de vida de quienes lucharon para que el pueblo permanezca hoy en día. Los niños y jóvenes se les aconseja para que sean küme che y alcancen el divino estado de kim che hombres sabios.

Durante la noche los participantes realizan purun o bailes tradicionales manteniendo un espíritu de encuentro y permanente comunicación con los valores y conocimientos ancestrales, también se enseñan aukantun o juegos para divertirse y entretenerse durante esa larga noche.

Se debe permanecer despierto para recibir la llegada del we txipantu, por ello durante la noche debe reinar el espíritu comunitario y de sana diversión adquiriendo conocimientos necesarios para la vida Mapuche.

De madrugada cuando se produce el pürapa nao la aparición de un grupo de estrellas que anuncia la llegada del we txipantu iniciándose los preparativos para el nguillan mawun ceremonia del amanecer. A la llegada del wünelfe el lucero del amanecer la gente se baña el los ríos, lagos o esteros como símbolo de purificación para limpiar su espíritu y su cuerpo.

El regreso del sol y de la luz marca el proceso de renovación de la naturaleza y de la sabiduría y pensamiento Mapuche, entendiendo nuestro propio ser dentro del conjunto es así que entendemos que somos el we txipantu por que también nacemos , crecemos y nos renovamos al igual que todo lo que existe en la naturaleza y en el universo.

En el we txipantu se realizan otros ritos anexos que reflejan el sentir y vivir de la sociedad Mapuche uno de estos ritos es el lakutun que consiste que ha un niño se le otorga en nombre de un abuelo o antepasado de gran importancia para el pueblo mapuche. Por medio del lakutun el niño se vincula con su origen a través de su particularidad individual.

El profundo sentido que tiene el we txipantu para el Mapuche se manifiesta en su filosofía de vida en que se percibe que todo cumple una función, nada esta por estar, todo tiene un sentido y un significado en el orden universal y natural en que se desenvuelve. El we txipantu tiene sentido y coherencia como fenómeno que ocurre aquí y en ese preciso momento para todos, más allá de nuestro origen. Es por ello que el Pueblo Mapuche lo valora y lo convierte en práctica sagrada.

http://www.barilochense.com/?suplementos=1&id=3&novedad=1169

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