viernes, junio 08, 2007

Teléfono celular y minería: las peores amenazas para el Congo


Enviado por Ecoportal

Se venden millones, parecen la tecnología más eficiente, "imprescindible" e inofensiva, pero están destruyendo la segunda área verde del planeta después del Amazonas: las selvas y bosques del Congo.

(Cristóbal Saura – Ecoportal.net) Congo - Las montañas orientales del Congo son una región de diversidad biológica inmensa donde viven animales en mucho peligro de extinción (hipopótamo, rinoceronte, bonobo, okapi, y uno de nuestros parientes más cercanos: el gorila de montaña. El Parque Nacional de Virunga eran hasta hace poco uno de los lugares más bellos y luminosos de la Tierra, un paraíso.

Coltán y niobio. ¿Qué son? Cobalto y uranio son más conocidos. Más todavía: oro, diamantes, cobre y estaño. Son todos minerales que hay en las montañas de esta región de la República Democrática del Congo (RDC), en áreas que por ser parques nacionales fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El coltán, abreviatura de colombio - tantalio, se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Los otros dos, cobalto y uranio, son elementos esenciales para la industria nuclear, química, aerospacial y de armas de guerra. Los dos primeros prácticamente sólo se encuentran en esta región del mundo (alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo).

Las empresas con capacidad tecnológica suficiente convierten al coltán en el codiciado tantalio en polvo y lo venden a Nokia, Motorola, Compaq, Sony y a otros fabricantes que lo usan en teléfonos celulares y otros aparatos de tecnología "de punta".

El periodista Keith Harmon Snow, de Z-Magazine, enfatizó que cualquier análisis geopolítico del Congo y de las razones por las que viene sufriendo una guerra desde 1996, requiere una comprensión del crimen organizado por negocios multinacionales. La guerra del Congo se formó con las inversiones de corporaciones multinacionales de EEUU, Alemania, China y Japón en la región, sus ejércitos y los cuerpos supra - gubernamentales que los apoyan.

Según Snow el proceso está apoyado en todos los niveles por las más grandes corporaciones, que incluyen a la Cabot Corporation y al OM Group, de EEUU; a la HC Starck de Alemania; y a Nigncxia, de China. Todas éstas tienen vínculos con el Panel de Expertos de Naciones Unidas para las atrocidades en la RDC.

Esas corporaciones tienen beneficios sin precedentes con la minería del Congo - hasta 6 millones de dólares en cobalto crudo salen a diario de la RDC-, pero casi nunca se menciona a estas compañías mineras en los informes sobre derechos humanos.

Un artículo reciente firmado por Snow y David Barouski, detalla el tejido de corrupción estadounidense y los variados conflictos de interés entre corporaciones mineras como Barrick Gold (la misma que con el apoyo del gobernador Gioja llegó hace poco a la provincia argentina de San Juan) y el gobierno de EEUU bajo George Bush (padre), Bill Clinton y George W. Bush.

En todo esto participan también distribuidores norteamericanos de armas como Simax y las compañías que fabrican material de guerra para el Pentágono, llamadas "proveedores de Defensa" como Lockheed Martin, Halliburton, Northrop Grumman, GE, Boeing, Raytheon y Bechtel.

También participan las organizaciones pseudo humanitarias como CARE, que es financiada por Lockheed Martin; el Comité de Rescate Internacional (International Rescue Committe), que tiene a Henry Kissinger en su consejo de inspectores; "Conservation", cuyos intereses mantienen la vanguardia en la penetración occidental en África Central; y empresas de relaciones públicas y grandes medios de comunicación de circulación nacional como The New York Times.

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