Por Ángel Morales
El gobernador de Río Negro Miguel Saiz publicó una solicitada en el matutino Río Negro, donde resalta “el desprecio por el comportamiento soberano de la ciudadanía”, por parte de la prosecretaria de redacción de ese medio, Alicia Miller.
La periodista dio a conocer una carta donde le contesta al mandatario provincial:
El gobernador Miguel Saiz ha publicado ayer en "Río Negro" una solicitada en la que me dirige severas acusaciones, pero de un modo tan vago e impreciso que resulta difícil responderle.
Más allá de que me asigna un inmerecido protagonismo, pierde la ocasión de rebatir con argumentos las críticas que, en ejercicio de la tarea periodística, han sido expresadas desde este medio a su gestión en áreas como seguridad, educación, gasto público y otras.
No es así como se respeta a la libertad de prensa, sino reconociendo su función y argumentando con evidencias y datos las razones en que se basan las decisiones de gobierno, que a todos nos incumben.
El periodismo lleva implícita una condición de controversia. Y si un periodismo activo molesta, resulta evidente que no hay otro modo de ejercer esta profesión. La Constitución no ampara a la libertad de prensa para que los periodistas callen o se hagan los distraídos. Lejos de cualquier "púlpito", un periodista es una persona común, usuario de los servicios públicos, contribuyente, vecino. Ponerse en el lugar de sus conciudadanos es su misión.
Pretende el gobernador privarme de opinar sobre su gestión porque no hemos tenido una entrevista personal, cuando él mismo se ha negado con persistencia en el último tiempo a responder preguntas de periodistas de este diario, pese a su obligación constitucional de informar sobre los actos públicos.
Ha sido también el único candidato que se negó a debatir en la campaña y con ello impidió a la ciudadanía la posibilidad de confrontar sus proyectos con los de los demás aspirantes a la gobernación.
El argumento de que he acusado sin pruebas o faltado a la verdad cae por su propio peso. De haberlo hecho, no dudo de que el gobernador hubiera sabido defender sus derechos.
En los 24 años que llevo en el periodismo -apenas seis meses más que el tiempo que lleva el radicalismo en el poder en Río Negro- he descrito en la realidad los perjuicios que, no sólo desde mi punto de vista, ocasiona la falta de alternancia política. Esto excede cualquier visión partidaria.
Es probable que la crisis que ha debilitado a la oposición política en Río Negro y el fuerte condicionamiento que la publicidad oficial significa para medios pequeños o medianos haya dejado a un puñado de periodistas en relativa soledad en el ejercicio de su función. Pero eso no cambia las cosas, ni cambiará el modo en que ejercemos el periodismo.
Me resisto a "nivelar hacia abajo" y a reducir el debate ciudadano al nivel de una mera pulseada.
ALICIA MILLER
Periodistas de distintos lugares del país se solidarizaron con la colega del diario Río Negro.
El gobernador de Río Negro Miguel Saiz publicó una solicitada en el matutino Río Negro, donde resalta “el desprecio por el comportamiento soberano de la ciudadanía”, por parte de la prosecretaria de redacción de ese medio, Alicia Miller.
La periodista dio a conocer una carta donde le contesta al mandatario provincial:
El gobernador Miguel Saiz ha publicado ayer en "Río Negro" una solicitada en la que me dirige severas acusaciones, pero de un modo tan vago e impreciso que resulta difícil responderle.
Más allá de que me asigna un inmerecido protagonismo, pierde la ocasión de rebatir con argumentos las críticas que, en ejercicio de la tarea periodística, han sido expresadas desde este medio a su gestión en áreas como seguridad, educación, gasto público y otras.
No es así como se respeta a la libertad de prensa, sino reconociendo su función y argumentando con evidencias y datos las razones en que se basan las decisiones de gobierno, que a todos nos incumben.
El periodismo lleva implícita una condición de controversia. Y si un periodismo activo molesta, resulta evidente que no hay otro modo de ejercer esta profesión. La Constitución no ampara a la libertad de prensa para que los periodistas callen o se hagan los distraídos. Lejos de cualquier "púlpito", un periodista es una persona común, usuario de los servicios públicos, contribuyente, vecino. Ponerse en el lugar de sus conciudadanos es su misión.
Pretende el gobernador privarme de opinar sobre su gestión porque no hemos tenido una entrevista personal, cuando él mismo se ha negado con persistencia en el último tiempo a responder preguntas de periodistas de este diario, pese a su obligación constitucional de informar sobre los actos públicos.
Ha sido también el único candidato que se negó a debatir en la campaña y con ello impidió a la ciudadanía la posibilidad de confrontar sus proyectos con los de los demás aspirantes a la gobernación.
El argumento de que he acusado sin pruebas o faltado a la verdad cae por su propio peso. De haberlo hecho, no dudo de que el gobernador hubiera sabido defender sus derechos.
En los 24 años que llevo en el periodismo -apenas seis meses más que el tiempo que lleva el radicalismo en el poder en Río Negro- he descrito en la realidad los perjuicios que, no sólo desde mi punto de vista, ocasiona la falta de alternancia política. Esto excede cualquier visión partidaria.
Es probable que la crisis que ha debilitado a la oposición política en Río Negro y el fuerte condicionamiento que la publicidad oficial significa para medios pequeños o medianos haya dejado a un puñado de periodistas en relativa soledad en el ejercicio de su función. Pero eso no cambia las cosas, ni cambiará el modo en que ejercemos el periodismo.
Me resisto a "nivelar hacia abajo" y a reducir el debate ciudadano al nivel de una mera pulseada.
ALICIA MILLER
Periodistas de distintos lugares del país se solidarizaron con la colega del diario Río Negro.
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