lunes, septiembre 17, 2007

Mina salteña: Mucho anuncio y poco uranio


Enviado por Grupo Coquena -Cafayate

El ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció el lunes pasado que la Argentina retomará la explotación de uranio luego de doce años de inactividad. En un acto en Casa Rosada, con Néstor y Cristina Kirchner presentes, el ministro firmó un convenio para reabrir la mina Don Otto de Salta, cerrada durante la dictadura. Lo que no especificó el acuerdo rubricado es que ese yacimiento abandonado, cuya puesta en marcha demandará al menos un año y varios millones de pesos, es, según especialistas, un vaso vacío: contiene en su totalidad menos mineral que el necesario para alimentar durante un año las centrales nucleares del país.

“El uranio que hay en toda la mina no justifica esa reactivación; como negocio es malo por donde se lo mire”, resumió a PERFIL el ingeniero Hugo Palamidessi, ex secretario general de la Asociación de Profesionales de la CNEA.

La mina Don Otto está ubicada en el departamento salteño de San Carlos y funcionó³ entre 1964 y 1981. Desde entonces, está abandonada. Según las estimaciones de la CNEA, entre sus galerías descansan cerca de 110 toneladas de uranio, casi lo mismo que el país consume anualmente. El secretario de Minería, Jorge Mayoral, señaló que de allí se podría extraer alrededor de 30 toneladas anuales del mineral.


Pero según los especialistas, esa ecuación no es en absoluto redituable porque la puesta en marcha de la mina es muy costosa, y una vez reactivada —a fines de 2008, según los cálculos más optimistas— no compensaría su inversión, y la Argentina deberá seguir importando uranio.
“Los caminos para llegar a la mina, que está ubicada en una zona muy alta, están en mal estado, las galerías inundadas, y su puesta a cero será muy costosa”, aseguró Palamidessi. Dentro de la CNEA, muchos piensan igual, pero no se animan a decirlo.


Según los especialistas, si el Gobierno está decidido a reflotar la explotación de uranio debería hacerlo en la mina de Sierra Pintada, en Mendoza. Pero los reclamos ambientales de la población anulan esa opción: un problema en estas fechas en territorio del candidato a vice del oficialismo, Julio Cobos, no es algo deseable.


Acorralado, el Gobierno apeló al cuestionable plan B de Don Otto. Otra de las objeciones que recibió este anuncio en el microclima nuclear es que la explotación estará a cargo de la empresa La Casualidad, que pertenece a la provincia de Salta, y de Dioxitek, sobre la que existen varias causas abiertas por presuntas irregularidades.


Como corolario, Don Otto pertenece a la región de Tonco, una de las áreas incluidas en el Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería de Uranio (PRAMU) de la CNEA. La idea era que se transformara en un lugar de reciclaje.



http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0194/articulo.php?art=2673&ed=0194

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