martes, noviembre 20, 2007

Fallo ambiental: contra un ex intendente tucumano por contaminación del río Salí-Dulce


Enviado por Lino Pizzolon

Condenaron a Muedra a un año de prisión condicional y no podrá ejercer cargos públicos hasta 2009. Durante su declaración, el ex intendente de Concepción aseguró que la crisis económica no le permitió tratar los desechos patógenos.

En un maratónico juicio, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal condenó anoche al ex intendente de Concepción, Octavio Muedra, a un año de prisión condicional y lo inhabilitó por igual tiempo a ejercer cargos públicos al ser encontrado responsable de la contaminación ambiental que provocó un basural municipal a cielo abierto que contenía residuos patógenos. “Sabía que eso no estaba bien”, reconoció el acusado en su declaración frente al Tribunal y aseguró que la crisis económica le impidió realizar un tratamiento adecuado de los residuos peligrosos. Los argumentos del inédito fallo contra el ex intendente se leerán hoy.

Después de una intensa jornada del inédito juicio por contaminación ambiental, el ex intendente de Concepción, Octavio Muedra, fue condenado a un año de prisión con ejecución condicional y a un año de inhabilitación para ejercer cargos públicos. En la sentencia, que fue leída por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, a las 22.15 de ayer, se concluyó que Muedra, por negligencia, fue responsable de la contaminación ambiental que se produjo a raíz de un basurero municipal a cielo abierto que contenía residuos patológicos, durante su gestión (1999- 2003).

Después de la lectura del fallo por parte del presidente del Tribunal, Gabriel Eduardo
Casas, junto a los otros integrantes Carlos Jiménez Montilla y Alicia Noli, anunciaron que los argumentos de la sentencia se leerán el próximo martes, a las 12. En esa oportunidad, también se darán a conocer las costas que deberá afrontar el acusado.

Antes, en su alegato, el fiscal general ad hoc del Tribunal Alberto Federico García Biagosch pidió cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación para ocupar cargos públicos. También dijo que fueron responsables de la contaminación los concejales de la gestión de Muedra.

Por su parte, Ciro Vicente Lo Pinto, en representación de la defensa, pidió la absolución del ex intendente al considerar que no existía prueba contra el acusado. Basó su alegato en que jamás se pudo demostrar contaminación alguna ya sea de agua, aire o tierra. Y aseguró que el intendente no era responsable directo del manejo de los residuos patógenos, sino que lo eran las áreas de Medio Ambiente y del Siprosa.

Antes, pasaron como testigos Patricia Jalil y Juan Antonio González, ex directores de
Medio Ambiente, quienes aseguraron que el manejo de los residuos patógenos en el basural en cuestión no era el adecuado. Esta idea también fue reforzada por el ex director de Saneamiento Ambiental del Siprosa, Emilio Vargas Graña. Por su parte, en su testimonio, Julio César Nacul, ex director del Hospital de Concepción, aseguró que la responsabilidad del establecimiento alcanzaba hasta el depósito de las bolsas rojas de los desechos patógenos en los contenedores municipales para su posterior recolección. Esto fue corroborado por el ex vicedirector del hospital, Jorge Dip Coronel quien agregó que desde hacía varios años el horno pirolítico del nosocomio dejó de usarse por obsoleto y para evitar contaminar la atmósfera.

Al inicio del juicio, durante la mañana de ayer, Muedra fue quien primero debió responder los cuestionamientos del fiscal general del Tribunal Oral, Alberto Federico García Biagosch (en reemplazo de Miguel Terraf, ausente por enfermedad) y de su defensor oficial Ciro Vicente Lo Pinto. Así, el político de origen radical, en el desarrollo del juicio en su contra, aseveró que la grave crisis económica existente durante su gestión, apenas le permitió llegar a pagar los salarios de los empleados municipales lo que, a su vez, le impidió realizar un tratamiento adecuado de los residuos peligrosos.

“Sólo se los enterraba e incineraba tal como se venía haciendo desde gestiones anteriores a la mía”, explicó Muedra, en cuanto a la disposición final de los desechos patógenos provenientes de varios establecimientos sanitarios de la ciudad sureña, principalmente del Hospital Regional de Concepción. Sin embargo, señaló que hasta 2001, en varias ocasiones ni siquiera se enterraron los desechos peligrosos debido a que la única motoniveladora con la que se contaba no funcionaba por lo que la basura quedaba al aire libre.

Apretado por las inquisiciones de la Fiscalía, el contador admitió que recorrió el vaciadero a cielo abierto (situado al final de calle Juramento, sobre la margen derecha del río Gastona), al menos, una decena de veces. En ellas, reconoció haber visto familias residiendo en el mismo predio donde se hallaba el basural pero que no se aplicó ningún plan de contención social para esas personas. “Esa gente acostumbrada a vivir en la calle. La basura era su medio de vida. Muchas veces la necesidad de la gente supera la previsión”, afirmó.

Ante la atenta mirada de su esposa que lo acompaño durante todo el debate oral, Muedra reconoció que sí sabía que el río Gastona sufría crecidas durante el verano por lo que “podía ser” que estas hubiesen arrastrado los residuos hasta la cuenca Salí-Dulce.

Más aún, el ex candidato a concejal en las recientes elecciones provinciales por el Partido de los Trabajadores (acoplado al alperovichismo) afirmó que nunca pidió asesoramiento a ONG ambientalistas o instituciones para resolver la problemática, ni mucho menos a la Provincia. “Venir hasta la capital en aquella época era una aventura. Había 3 o 4 cortes de rutas todos los días”, argumentó.

En el marco del primer juicio por contaminación ambiental de la historia contra un intendente provincial, efectivos de la Policía Ecológica y de la Federal corroboraron ante el tribunal que en el vaciadero municipal, tras se arrojaron desechos patógenos mezclados con los domiciliarios. También confirmaron que en el basural familias enteras de indigentes revolvían las bolsas de basura sin ningún control social y que cerdos se alimentaban de los desperdicios.

El origen de la causa contra Muedra

La causa se inició tras una denuncia efectuada por la Policía Ecológica, el 22 de abril de 2000, cuando efectivos de esta dependencia, al mando del oficial Marcelo Antonio Godoy y el sargento Roberto Reynaga, detectaron en el vaciadero a cielo abierto todo tipo de de residuos provenientes de la recolección diaria de la basura de esa ciudad.

Este era el lugar donde los camiones del municipio local debían arrojar los desechos aparentemente por disposición de la Intendencia. Junto a estos desperdicios, los agentes comprobaron que allí se arrojaba toda clase de residuos patológicos (jeringas, gasas con sangre, guantes de látex, sondas, saches de suero, etc), afectando el suelo, el aire y el agua de la zona, según concluyó en su investigación el fiscal federal a cargo de la causa Emilio Ferrer (Nº 1).

Todo esto también fue corroborado por dos inspecciones encabezadas por la ex directora de Medio Ambiente provincial, Patricia Jalil, realizadas en conjunto con la Policía Federal, en diciembre de 2002 y, posteriormente, con la Policía Ecológica.

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