Infraestructura: ¿Podremos lograr una solución de fondo para la Escuela Experimental?

Por Francisco Carabelli*

Como seguramente muchos de los lectores de Puerta E saben, la Escuela Experimental Provincial Municipal Nº 2005, la “Escuelita”, para la gran mayoría de los padres y maestros que hemos aprendido a quererla y a “sufrirla”, funciona en el edificio que hasta el año 1988, aproximadamente, fue el Albergue Municipal. Este edificio estuvo cerrado unos seis años hasta que en 1994 fue cedido para que allí funcionara la Escuelita. En 1996, luego de hacerle una serie elemental de reparaciones, con aportes de la Nación, para poder hacerlo habitable, comenzaron a dictarse allí las clases. Pero ya de 1994, es decir, de hace 14 años, data la propuesta original de ampliación, para incorporar un salón de usos múltiples (SUM), un amplio baño para mujeres y un ingreso que conecte la edificación actual con el nuevo SUM. A esta ampliación se suma una importante serie de tareas de remodelación en el edificio actual que, entre muchas otras, incluye el cambio o reparación de pisos, la colocación de nuevas ventanas, la renovación de los baños, el tendido de cloacas a la planta de tratamiento, la remodelación de la biblioteca, la colocación de los muebles bajo mesada, de mesadas y sobre mesadas en la cocina y la ampliación del salón de pintura, entre las más destacadas (para quienes deseen informarse con más detalle, hay una memoria descriptiva de las obras de remodelación que se puede solicitar a la Dirección del establecimiento). Lo cierto es que tanto la remodelación como la ampliación están presupuestadas y lo que es más importante, los presupuestos están aprobados desde hace ya tiempo.

En el día de hoy, miércoles nueve de abril, un desperfecto eléctrico generó cierta inquietud entre las maestras, pues un fuerte olor a “quemado” invadió parte de las instalaciones de la escuela, lo que forzó a interrumpir la provisión de energía eléctrica y a llamar urgentemente a personal de Obras Públicas del municipio y de la Guardia de la Coop. 16. Ante la imposibilidad de saber con certeza si el inconveniente podría solucionarse prontamente, la directora del establecimiento, con muy buen tino, decidió solicitar por distintos medios de comunicación que aquellos padres que pudieran retiraran a sus hijos, pues la falta de electricidad también había afectado el sistema de calefacción central que tiene la Escuela.

Creo que, sino todos, cuando menos una gran mayoría de los padres que tienen sus hijos en la Escuelita somos concientes del formidable esfuerzo que cotidianamente, en el sentido más literal del término, hacen las maestras para mantener en condiciones mínimamente dignas y funcionales unas instalaciones que están terriblemente afectadas por el paso del tiempo y por la falta de mantenimiento. Si bien la Escuela depende, en los aspectos edilicios, del Municipio de Esquel, sería largamente bienvenido que, en caso de ser posible (y debería serlo!), aquellas dependencias de la provincia con pertinencia en este tema pudieran dar una mano que es tan necesaria como urgente.

No quiero cargar las tintas sobre el Municipio, porque creo que, como a otros padres, nos consta que su vocación de colaboración y de acompañamiento para con la Escuelita es pública y manifiesta. No obstante, siendo que, como se señalaba precedentemente, los fondos para la remodelación completa del edificio actual están aprobados, es menester que se tome la decisión concreta de iniciar las tareas lo antes posible –teniendo en cuenta que para ejecutar varias de ellas no son un obstáculo las malas condiciones climáticas-, para que la excelencia en la calidad educativa que es un sello distintivo de la Escuela Experimental tenga su necesario correlato en instalaciones confortables y seguras, que son las que todos pretendemos que nuestros hijos tengan y puedan disfrutar.

*DNI 16.056.021