lunes, abril 21, 2008

Sale caro vivir en la cordillera


Por Ángel Daniel Morales

Amigos, no tengo tiempo para agregar datos a esta nota que aparece hoy: la canasta familiar en El Bolsón es de $ 4000. En 2005, un promedio de rango similar, denunciaba que para vivir acá una familia tipo necesitaba $ 2,650; nada errado para un dato oficializado hoy. Un abrazo. Ángel Daniel Morales
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Estiman en más de 4 mil pesos la canasta básica en la región

Los números de ciudades cercanas, como Bariloche y Esquel, así lo demuestran, aunque el agravante para El Bolsón pasa hoy por los niveles de pobreza imperantes.

Más allá de la bonanza propia de una ciudad en franco crecimiento económico, debido fundamentalmente a parámetros innegables como la construcción en el sector privado, las operaciones inmobiliarias del verano o el resurgimiento comercial de los últimos meses, no todo lo que brilla es oro en El Bolsón y vuelve a caber aquel viejo dogma acerca que “crecimiento no equivale a desarrollo”.

Los beneficios de la recuperación mercantil no benefician a todos en proporciones siquiera parecidas, al punto de que muchos de los que sí la palpan, ven que buena parte de sus ingresos son sesgados por la inflación.

Tan claro como que el trabajo informal aún registra un elevado nivel y que existen amplios sectores cuyos salarios están retrasados.

Un simple relevamiento por los barrios sobre niveles de empleo/desocupación/pobreza -e incluso indigencia-, potencia enseguida que hay fragmentos poblacionales en condiciones de exclusión social, donde el empleo, la vivienda y la provisión de los servicios básicos y elementales son las prioridades.

Las demandas hacia el estado municipal (porque el provincial sigue siendo el gran ausente), pasan básicamente por pedir “gestión y medidas para mejorar la calidad de vida”.

Los números así lo marcan y no dejan lugar a dudas: la canasta familiar en una ciudad como San Carlos de Bariloche se estima en 4 mil pesos, comparando que allí –por ejemplo- la carne es más barata y existen firmas reguladoras de precios que mejoran la oferta de la mayoría de los productos, con respecto a nuestra región.

Comparaciones

En Esquel, en tanto, sobre el fin de semana pasado el sindicato de los trabajadores viales se tomó el compromiso de monitorear la realidad de la principal ciudad del oeste chubutense y llegó a la conclusión que un matrimonio, con dos hijos en edad escolar, debe gastar 4.165,70 pesos por mes para sobrevivir.

Aunque con la salvedad que “ésta familia no tiene auto, nunca se enferma, no tiene celular, no usa ropa de marca, no compra productos de rotisería, no gaseosas y nunca concurre a restaurantes. El costo de vida en la cordillera sigue siendo superior al registrado en Rawson y Trelew -según el Sitravich-, donde la canasta asciende a 3.859,88 pesos”.

En el análisis pormenorizado por rubro se detallan 1500 pesos para alimentación; 790 pesos para vestimenta; 152 pesos para educación; 992 pesos para vivienda; 199 pesos para salud; 178 pesos para transporte; 224 pesos para recreación o vacaciones y otros 112 pesos para gastos eventuales. El total de la canasta redondeó los 4.165 pesos.
Por supuesto que “no se contempló ninguna erogación por enfermedad; ni la compra de productos de rotisería, ni salidas a restaurantes”.

En el caso de las vacaciones “está contemplado únicamente los gastos de pasajes en colectivo y el alquiler de una cabaña o departamento en Puerto Madryn”.

En vivienda, “para los trabajos de reparación y mantenimiento no se consideraron los gastos de mano de obra”; tampoco se estima “el costo de un alquiler. La referencia utilizada es el valor de la cuota de un plan habitacional de 3 dormitorios del IPV”.
En el tema de calefacción “se tomó en cuenta el promedio anual del consumo de gas de una vivienda con una superficie 60 metros cuadrados”.

La ropa “no es de marca reconocida” y “no se contempló el gasto de ningún tipo de telefonía celular”, tampoco “se contempla en esa casa la adquisición de gaseosas”.

En El Bolsón

Los valores de referencia no difieren demasiado a la actualidad que vive cualquier otra localidad de la Comarca Andina, aunque el agravante para El Bolsón es que los índices de NBI son superiores a los del otro lado del paralelo 42°.

Más allá de las dificultades para encontrar estadísticas sociales actualizadas, hay datos sueltos que permiten un diagnostico de aproximación, como que hay cerca de 1200 familias que deben ser asistidas con el Plan Calor, como que perduran unos 900 contratos laborales con salarios de emergencia (150 pesos) y son más de 600 los demandantes jóvenes de un terreno donde levantar su primera vivienda..., que eleva enseguida a mil el número de requerimientos habitacionales urgentes.

Todo ello conjuga un panorama complejo donde el impacto del costo de la canasta familiar cosecha sus primeras victimas.

El trabajo temporario “en negro”, la desactualización de los haberes de los empleados estatales y de las empresas privadas y la falta de fiscalización son otros componentes para evaluar la merma en la caja diaria de buena parte de los mil comercios habilitados en la ciudad.

En contrapartida, “los buenos sueldos de los estatales chubutenses y los jornales que ganan los operarios del sector de la construcción en la vecina provincia, compensan en algo el movimiento interno, toda vez que tienen a El Bolsón como referencia obligada”, coinciden los analistas.

También consideran positivo “el flujo turístico que permanece durante los fines de semana, con chilenos y europeos”, que motorizan el sector gastronómico, la feria y algo de alojamiento”.

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