martes, mayo 13, 2008

Cenizas: “Estar a la altura de lo que las circunstancias exigen”, por Francisco Carabelli


Por Francisco Carabelli *
Foto: Germán Pasini

El día lunes 12 de mayo y durante aproximadamente dos horas, un grupo de maestros, padres y vecinos de la asamblea de ciudadanos de Esquel se reunió con los integrantes del Concejo Deliberante de nuestra ciudad. Luego de entregar a los ediles el Documento que esta misma asamblea había elaborado durante la reunión del día domingo 11 en el salón de la Cooperativa -el que se dio a conocer a la comunidad de la manera más amplia que en tan corto tiempo fue factible y por aquellos medios de comunicación que lo posibilitaron- se discutieron arduamente varios aspectos de la situación que nos está afectando, principalmente el relacionado con la continuidad de clases en las escuelas.

No obstante el hecho central y más significativo fue que los miembros de la asamblea pidieron formalmente a los ediles de todos los partidos que apoyaran la solicitud de declaración de la emergencia ambiental en todo el ámbito del ejido. Esta atribución la tiene excluyentemente el jefe de la defensa civil de la ciudad, es decir el intendente, y una vez declarada permitiría, entre otras acciones, suspender inmediatamente las clases en las escuelas, aspecto que como se señaló precedentemente, fue el más reiterado durante la reunión.

Todos los ediles se hicieron eco de esta solicitud y el concejal por el Frente Vecinal Osvaldo González Salinas, por ejemplo, expresó que a primera hora del día de hoy martes 13 (nada menos!) estaría aprobado un proyecto de resolución con este tenor para ser aprobado por el Concejo e inmediatamente elevado al intendente. Pero además de ello, esto debe también decirse, varios de los ediles del partido justicialista partieron raudamente para encontrarse con el intendente y transmitirle estas inquietudes una vez que la reunión finalizó.

Entre los varios aspectos que se fueron desgranando durante este encuentro con los ediles surgieron con fuerza los siguientes:

1) el de la información fragmentada y en muchos casos contradictoria que circula en la comunidad sobre la situación que estamos viviendo, por ejemplo en cuanto a lo que puede esperarse del comportamiento del fenómeno, al contenido y la instrumentación concreta del plan de contingencia que ha elaborado el comité operativo de emergencia y a la “estrategia” de comunicación de este plan que parece estar implementándose.

2) la necesidad indispensable de que haya una única autoridad, la del jefe comunal, que unifique el comando de las distintas instituciones y de las múltiples acciones que deben contemplarse, tanto en el aspecto preventivo como en el de instrumentación efectiva, suponiendo que el peor escenario que podría producirse efectivamente acontezca. Se expresó que esta claridad en la conducción es vital para que la población tenga más y mejores señales de contención que puedan ser capaces de atenuar la creciente angustia e incertidumbre, por una parte, y para poder estar en mejores condiciones de controlar desbordes y situaciones hasta de pánico en que pueda entrar la comunidad si debe ponerse en marcha el plan de contingencia, por la otra.

3) tener más presente que nunca que ninguna acción -institucional o ciudadana- frente a la contingencia puede demorarse más de lo estrictamente indispensable, porque es imposible saber con certeza de cuanto tiempo se dispone en caso que ocurriera la erupción extraordinaria que se menciona en el plan de contingencia.

Por último, pero no por ello menos importante, los maestros, padres y vecinos reiteraron, una vez más, que la suspensión de las actividades escolares no implica el cierre de las escuelas sino todo lo contrario, porque las mismas deben seguir funcionando como espacios -ya naturales- de contención de parte de la población escolar que se halla en situación de mayor vulnerabilidad social y porque los maestros seguirán estando, como lo han hecho siempre, para trabajar con padres, jefes de juntas vecinales y todos los vecinos que puedan y quieran acercarse, en el diseño concreto (y urgente) de acciones específicas para enfrentar esta situación –con escenario más violento o sin él-. Pero se enfatizó que si, como se cree probable por lo que señalan los especialistas sobre todo chilenos, el ciclo eruptivo del volcán Chaitén no se extenderá más allá de unos pocos días más, tal vez una semana, no hay razón lógica o atendible para mantener las clases invocando una “normalidad” que hace ya 13 días no existe, y que según indican todos -absolutamente todos- los instructivos, manuales, trípticos, cartillas y documentos serios que han escrito infinidad de equipos técnicos de otros países del mundo que han sufrido y sufren erupciones volcánicas, es lo más recomendable que quienes puedan permanecer en sus hogares para disminuir la exposición a los efectos de las cenizas lo hagan, al menos durante el tiempo que dure el fenómeno, lo que sin duda atañe a los niños que -no por reiterado debe dejar de enfatizarse- pueden permanecer en sus hogares porque algún familiar o alguien de confianza puede quedar a cargo de ellos.

Queda dicho entonces y espero, seguramente como muchos conciudadanos, que todos podamos estar, cada vez más en la medida que transcurren las horas, a la altura que estas singulares circunstancias lo están exigiendo.

*DNI 16.056.021

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