jueves, mayo 29, 2008

Quintupuray: ayer se suspendió el desalojo del territorio y podría concretarse hoy jueves


Fuente ADN

El Bolsón (ADN). La comunidad indígena Quintupuray deberá esperar para recuperar las tierras de sus ancestros ubicadas en Cuesta del Ternero. El desalojo de los ocupantes debería haberse concretado ayer pero se suspendió –aparentemente hasta hoy- la medida ordenada por la Justicia y que concretará el Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas (CODECI).

Hoy se retomarían las actividades y recorridas del territorio donde esta tarde trabajaron efectivos policiales, un oficial de justicia y autoridades del CODECI, además de abogados y veedores.

Tras la muerte de la abuela Quintupuray en 1993, el campo de la comunidad fue ocupado por Ricardo Flandes y Vitalicio Catalán, quienes serán desalojados al igual que su hacienda y pertenencias, luego de más de un mes de que la Justicia ordene el desalojo.

En el territorio de unas 2.500 hectáreas permanecería Fabián Quintupuray, otra de las personas que ocupan el lugar y que forma parte de la descendencia de la familia, aunque la comunidad rechaza su permanencia y pidió que también fuera desalojado.

El desalojo será ejecutado por un oficial de justicia y efectivos policiales, además de autoridades del CODECI, quienes iniciaron una recorrida en el lote después del mediodía y no lograron culminar en la jornada con la recorrida y con la ejecución del desalojo.

La resolución del desahucio fue dispuesta por la Dirección de Tierras de la Provincia, quien cedió al CODECI la potestad de concretar la acción, contra Flandes, Catalán y el resto de las personas que permanezcan en el lugar.

La presencia de Fabián Quintupuray, nieto directo de Lucinda Quintupuray, fue detectada en febrero pasado en una inspección y recibe el rechazo de la comunidad, aunque el CODECI decidió que pueda quedarse en el territorio ancestral e intentar arribar a acuerdos con el conjunto de la comunidad.

Integrantes de la comunidad permanecerán en un campamento instalado hace más de 20 días, fuera del terreno, a la espera del desalojo y la recuperación de sus tierras. (ADN)

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