Fuente: Diario El Patagónico
El senador nacional Marcelo Guinle recordó ayer la existencia de diferentes acuerdos bilaterales entre Argentina y Chile que “prohíben a ambos estados realizar acciones unilaterales que pudieran causar perjuicios al medio ambiente del otro país”.
“A raíz de la solicitud que realizara al Ejecutivo nacional en relación con la posible construcción de una represa y central hidráulica sobre el río Puelo en el país trasandino, hemos recibido las respuestas que confirman la imposibilidad de avanzar con cualquier tipo de obra sin el aval del Estado argentino”, señaló el legislador nacional.
“Esto lo hemos conversado con el gobernador (Mario) Das Neves y con las autoridades de Cancillería y Medio Ambiente: Argentina no habilitará ningún emprendimiento que afecte sus intereses”, puntualizó.
“La postura de Chubut es clara y ya ha sido transmitida a las autoridades nacionales: es necesario activar todos los mecanismos de control y alerta para tener información fehaciente que permita evitar impacto ambiental y eventuales daños en el ecosistema regional”, agregó.
Al respecto, Guinle recordó la vigencia del Acta de Santiago sobre cuencas hidrológicas firmado entre ambos países en 1971, que establece que “cuando un Estado se proponga realizar un aprovechamiento de un lago común o río sucesivo, facilitará al otro el proyecto de la obra, el programa de operación y los demás datos que permitan determinar los efectos que dicha obra podría producir en el territorio del estado vecino”.
Del mismo modo, el tratado sobre medio ambiente firmado el 2 de agosto de 1991 establece que “cada una de las partes se compromete a no realizar acciones unilaterales que pudieran causar perjuicio al medio ambiente de la otra”.
“La condición de cuenca compartida que tiene el río Puelo hace imperiosa la necesidad de contar con información oficial, que brinde certeza sobre la cuestión. Para esto, reitero la necesidad de activar todos los mecanismos de control y alerta”, remarcó el legislador nacional.
El senador nacional Marcelo Guinle recordó ayer la existencia de diferentes acuerdos bilaterales entre Argentina y Chile que “prohíben a ambos estados realizar acciones unilaterales que pudieran causar perjuicios al medio ambiente del otro país”.
“A raíz de la solicitud que realizara al Ejecutivo nacional en relación con la posible construcción de una represa y central hidráulica sobre el río Puelo en el país trasandino, hemos recibido las respuestas que confirman la imposibilidad de avanzar con cualquier tipo de obra sin el aval del Estado argentino”, señaló el legislador nacional.
“Esto lo hemos conversado con el gobernador (Mario) Das Neves y con las autoridades de Cancillería y Medio Ambiente: Argentina no habilitará ningún emprendimiento que afecte sus intereses”, puntualizó.
“La postura de Chubut es clara y ya ha sido transmitida a las autoridades nacionales: es necesario activar todos los mecanismos de control y alerta para tener información fehaciente que permita evitar impacto ambiental y eventuales daños en el ecosistema regional”, agregó.
Al respecto, Guinle recordó la vigencia del Acta de Santiago sobre cuencas hidrológicas firmado entre ambos países en 1971, que establece que “cuando un Estado se proponga realizar un aprovechamiento de un lago común o río sucesivo, facilitará al otro el proyecto de la obra, el programa de operación y los demás datos que permitan determinar los efectos que dicha obra podría producir en el territorio del estado vecino”.
Del mismo modo, el tratado sobre medio ambiente firmado el 2 de agosto de 1991 establece que “cada una de las partes se compromete a no realizar acciones unilaterales que pudieran causar perjuicio al medio ambiente de la otra”.
“La condición de cuenca compartida que tiene el río Puelo hace imperiosa la necesidad de contar con información oficial, que brinde certeza sobre la cuestión. Para esto, reitero la necesidad de activar todos los mecanismos de control y alerta”, remarcó el legislador nacional.
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