Por Jesús Matías Filomeno Ocampo
Estimadas/os todas/os:
Me complazco en invitarlos a ver la Proyección de la película sobre el movimiento vecinal contra la minería a gran escala en el cerro Famatina de La Rioja. Será en:
Goethe-Institut Buenos Aires: Av. Corrientes 319
Viernes 20 de junio a las 18 hs.
Entrada libre
Tel: +54 11 43185600
imbrogno@buenosaires.goethe.org
http://www.goethe.de/ins/ar/bue/es3379102v.htm.
Cielo abierto, 2008, 98 min.
El documental del realizador argentino Carlos Ruiz relata una epopeya contemporánea: pobladores lejanos al ruido de la ciudad mediática se resisten a la devastación de su territorio y de sus bienes naturales. Como siempre, las mujeres son las grandes protagonistas. Después de la proyección, la presencia del director y algunas protagonistas: Marcela Crabbé, Carina Díaz Moreno, Gabriela Romano, Jenny Luján (Asamblea de Famatina), Gabriela Romano (Asamblea de Chilecito) de la provincia de La Rioja.
Organizan: Grupo de Estudios de los Movimientos Sociales de América Latina (GEMSAL) / Instituto Gino Germani (UBA) y el Goethe-Institut. Auspician: Universidad de General Sarmiento, Programa Calidad de Vida (INTI).
Durante los años noventa América Latina se convirtió en un polo de atracción para la industria minera en gran escala. Seducidas por legislaciones ambientales que no existen o no se aplican y contratos permisivos que recuerdan a los métodos de extracción de la corona española en Potosí, empresas mineras multinacionales irrumpieron en el continente. Con ello se inició un proceso de saqueo de los recursos naturales que, a la luz del festejado Bicentenario, no hace más que renovar aires de conquista y su contraparte: la miseria de América Latina. Bajo el discurso de la inversión extranjera y el progreso para todos mediante la generación de empleo se ocultó una verdad que ahora padecen no pocos pueblos de la Argentina. Nadie predijo que los métodos de extracción de las mineras (dinamitar las vetas en gran escala, utilizar cianuro para separar el metal de la piedra y luego lavarla con cantidades excesivas de agua), convertiría a las áreas en cuestión en un paisaje definitivamente lunar, no recuperable para ningún fin humano. Hoy por hoy alrededor de treinta empresas mineras se encuentran operando a lo largo de toda la cordillera argentina sin que parezca importar la contaminación de las aguas que alimentan a poblaciones enteras o el abuso de ingentes cantidades de energía que los contratos garantizaron libres de impuestos y regalías. A través de sus testaferros locales, las transnacionales no se arredran cuando se trata de dinamitar glaciares (proyecto Pascua Lama) o de utilizar en un año la cantidad de energía que genera una central como la de Atucha en el mismo período ( La Alumbrera ).
En este contexto, el documental de Carlos Ruiz relata una epopeya contemporánea: pobladores alejados del ruido de la ciudad mediática se resisten a la devastación de su territorio y de sus bienes naturales. Alertados por el anuncio de una inminente explotación minera a cielo abierto en el cordón del Famatina (provincia de La Rioja ), los lugareños se organizan en asambleas, cortan el paso al campamento de la minera canadiense Barrick Gold y logran echarla, luego de conseguir que la legislatura provincial, en medio de una convulsión política y el desplazamiento del gobernador Maza, sancione una ley que prohíbe este tipo de minería en el territorio provincial. El documental de Ruiz testimonia este proceso con una cámara que no vacila en hacer visible la connivencia de políticos y funcionarios en un proceso de ineludible generación de muerte, miseria y paisajes lunares.
Estimadas/os todas/os:
Me complazco en invitarlos a ver la Proyección de la película sobre el movimiento vecinal contra la minería a gran escala en el cerro Famatina de La Rioja. Será en:
Goethe-Institut Buenos Aires: Av. Corrientes 319
Viernes 20 de junio a las 18 hs.
Entrada libre
Tel: +54 11 43185600
imbrogno@buenosaires.goethe.org
http://www.goethe.de/ins/ar/bue/es3379102v.htm.
Cielo abierto, 2008, 98 min.
El documental del realizador argentino Carlos Ruiz relata una epopeya contemporánea: pobladores lejanos al ruido de la ciudad mediática se resisten a la devastación de su territorio y de sus bienes naturales. Como siempre, las mujeres son las grandes protagonistas. Después de la proyección, la presencia del director y algunas protagonistas: Marcela Crabbé, Carina Díaz Moreno, Gabriela Romano, Jenny Luján (Asamblea de Famatina), Gabriela Romano (Asamblea de Chilecito) de la provincia de La Rioja.
Organizan: Grupo de Estudios de los Movimientos Sociales de América Latina (GEMSAL) / Instituto Gino Germani (UBA) y el Goethe-Institut. Auspician: Universidad de General Sarmiento, Programa Calidad de Vida (INTI).
Durante los años noventa América Latina se convirtió en un polo de atracción para la industria minera en gran escala. Seducidas por legislaciones ambientales que no existen o no se aplican y contratos permisivos que recuerdan a los métodos de extracción de la corona española en Potosí, empresas mineras multinacionales irrumpieron en el continente. Con ello se inició un proceso de saqueo de los recursos naturales que, a la luz del festejado Bicentenario, no hace más que renovar aires de conquista y su contraparte: la miseria de América Latina. Bajo el discurso de la inversión extranjera y el progreso para todos mediante la generación de empleo se ocultó una verdad que ahora padecen no pocos pueblos de la Argentina. Nadie predijo que los métodos de extracción de las mineras (dinamitar las vetas en gran escala, utilizar cianuro para separar el metal de la piedra y luego lavarla con cantidades excesivas de agua), convertiría a las áreas en cuestión en un paisaje definitivamente lunar, no recuperable para ningún fin humano. Hoy por hoy alrededor de treinta empresas mineras se encuentran operando a lo largo de toda la cordillera argentina sin que parezca importar la contaminación de las aguas que alimentan a poblaciones enteras o el abuso de ingentes cantidades de energía que los contratos garantizaron libres de impuestos y regalías. A través de sus testaferros locales, las transnacionales no se arredran cuando se trata de dinamitar glaciares (proyecto Pascua Lama) o de utilizar en un año la cantidad de energía que genera una central como la de Atucha en el mismo período ( La Alumbrera ).
En este contexto, el documental de Carlos Ruiz relata una epopeya contemporánea: pobladores alejados del ruido de la ciudad mediática se resisten a la devastación de su territorio y de sus bienes naturales. Alertados por el anuncio de una inminente explotación minera a cielo abierto en el cordón del Famatina (provincia de La Rioja ), los lugareños se organizan en asambleas, cortan el paso al campamento de la minera canadiense Barrick Gold y logran echarla, luego de conseguir que la legislatura provincial, en medio de una convulsión política y el desplazamiento del gobernador Maza, sancione una ley que prohíbe este tipo de minería en el territorio provincial. El documental de Ruiz testimonia este proceso con una cámara que no vacila en hacer visible la connivencia de políticos y funcionarios en un proceso de ineludible generación de muerte, miseria y paisajes lunares.
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