Por Fabián BalaszEl docente que fue separado del cargo por enviarle una carta a una alumna de 12 años, tendría antecedentes y problemas psicológicos, según se desprende de una investigación realizada en la localidad de Gobernador Costa.
Según versiones extraoficiales, el docente acusado de enviarle cartas a una alumna tendría problemas psicológicos, a tal punto que se encontraría en asistencia de la Defensoría de Incapaces y -según datos consignados en la vecina provincia el docente estaría inhabilitado para ejercer en esa provincia por los problemas antes mencionados.
El docente de unos 35 años de edad domiciliado en el paraje Entre Ríos de la vecina localidad de Lago Puelo, pudo acceder a un cargo en el sistema educativo rionegrino ya que al inscribirse fuera de termino hasta el momento que realizara su inscripción sólo se pedía el titulo habilitante y ya en término debería presentar el resto de la documentación a la junta de clasificación, hecho que ya no puede realizarse ya que se cambio la reglamentación.
Consultados miembros judiciales identificaron al docente como el mismo que hace un tiempo denunciara que en la localidad de Esquel se habría encontrado con Otoño Uriarte y posteriormente habría visto en las calles de El Bolsón al desaparecido Julio López, hechos que fueron desestimados porque se pudo establecer que tenía problemas psicológicos.
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Es preocupante lo ocurrido. Pero en este lugar de lo "mágico y natural", la zona "no nuclear" y donde impera el pensamiento hipie que "todo está bien loco", no caben dudas que sexopatas y peligrosos pederastas ocupen cargos en la administración pública y algún que otro funcionario se fume un porrito. Ahora, los medios no encaran el tema con la seriedad e investigación que corresponde ni los diarios locales se han hecho eco. Pobre la madre ante este impiadoso sistema, y pobre el docente que hay que rescatarlo de su enfermedad. Por eso no tenemos manicomios en Río Negro. Sería interesante que la prensa aborde el tema y tenga la referencia de saber qué dice y piensa la directora del establecimiento, los supervisores de nivel primario y, principalmente, los padres de tantos niños (niñas principalmente).
Acaso no existe un fiscal que defiende al pueblo de El Boslón ¿o cobra para estar sentado? Una aberración existencial propio del país que nos toca vivir. Lamentable por cierto. Ni pensar cuántas niñas estarán en situaciones apremiantes y cuántas madres sin saber dónde ir.Gracias.
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