martes, julio 01, 2008

El Senador y nuestros ríos: el doble discurso de Marcelo Guinle sobre los tratados binacionales


Por Hugo Rodrigues *

El Senador y nuestros ríos

El Senador por Chubut, Marcelo Guinle, está comprometido con una causa justa y tiene en sus manos la cuestión de la represa hidroeléctrica en el río Puelo. Un tema de cuencas compartidas por el cual Chile decidió unilateralmente la construcción de esta obra sin notificar a la Argentina y sin cumplir con tratados binacionales al respecto.

El Senador se ha manifestado diciendo que “La condición de cuenca compartida que tiene el río Puelo hace imperiosa la necesidad de contar con información oficial, que brinde certeza sobre la cuestión”.

La preocupación de los pobladores tanto de Chubut como de Río Negro por el impacto ambiental que este emprendimiento puede causar en la región han impulsado al senador a tomar cartas en el asunto planteando el caso a las autoridades nacionales en cancillería y medio ambiente. El Senador fue terminante cuando dijo: “La postura de Chubut es clara, y Argentina no habilitará ningún emprendimiento que afecte sus intereses”.

Según el legislador, los tratados binacionales que Chile no está cumpliendo son: el Acta de Santiago sobre cuencas hídricas de 1971 que establece que: “Cuando un Estado se proponga realizar un aprovechamiento de un lago común o río sucesivo, facilitará al otro el proyecto de la obra, el programa de operación y los demás datos que permitan determinar los efectos que dicha obra podrían producir en el territorio del estado vecino”. Y el Protocolo sobre medio ambiente de 1991 que expresa que “cada una de las partes se compromete a no realizar acciones unilaterales que pudieran causar perjuicio al medio ambiente de la otra”.

El senador está actuando de un modo juridicamente positivo, intentando hacer valer la vigencia de estos tratados y los derechos que amparan al Estado argentino ante las serias faltas que el estado Chileno está cometiendo. El objetivo sería salvaguardar la integridad de esta cuenca hídrica y evitar los impactos ambientales que esta represa puede ocasionar.

El doctor Marcelo Guinle es Senador nacional desde el año 2003 y su mandato finalizará en el 2009. En una primera etapa de su gestión fue el principal referente del poder ejecutivo en el Parlamento. Fue uno de los encargados de dar curso a la propuesta de Chubut para el Plan energético nacional 2004-2008 que incluía tres aportes principales: la interconexión con el sistema eléctrico nacional, el gasoducto del sur y la construcción del Aprovechamiento hidroeléctrico cuenca del río Carrenleufú, ( La Elena ).

En el año 2004 el senador Guinle fue el principal propulsor de La Elena , la primera de las seis represas planificadas para el río Carrenleufú o Corcovado. Este río, al igual que el río Puelo, pertenece a una cuenca binacional. Desde su naciente en el lago Vintter hasta la frontera recorre 130 kilómetros . En Chile continúa 140 kilómetros más con el nombre de río Palena, y desemboca en el océano Pacífico.

Pero en aquella oportunidad el Senador y el gobierno en su conjunto omitieron remitirse a los tratados binacionales sobre medio ambiente, y en ningún momento se informó a los chilenos a cerca del proyecto La Elena. Es decir que iba a represarse un río compartido actuando unilateralmente. Por entonces el objetivo del gobierno argentino fue directamente imponer un proyecto, tal como lo está haciendo hoy Endesa de Chile con el río Puelo, soslayando toda comunicación con las comunidades afectadas, aguas arriba y aguas abajo de las represas y a ambos lados de la frontera.

La Elena no solo afectaría a Corcovado y Carrenleufú sino también a Alto Palena, los sectores El Tranquilo y el Malito, y La Junta. Las personas que viven en estas localidades chilenas no fueron en ningún momento informadas acerca de la posible construcción de La Elena ya que su gobierno nunca recibió la información correspondiente de su par argentino. Accedieron recientemente a ella sólo a través de contactos con sus vecinos chubutenses.

Está bien que el Senador se ocupe ahora del respeto que debe el gobierno chileno por los tratados y protocolos ambientales. Pero no se ocupó en absoluto de igual respeto que debía y debe el gobierno argentino y las serias faltas cometidas por idéntico tema en el cual él fue un agente activo.

La construcción de La Elena sigue siendo en la actualidad más que una amenaza latente, aunque haya mejores opciones energéticas y otras oportunidades económicas; y sigue en el mismo nivel de desinformación oficial no solo para con nuestros vecinos sino para con todos los habitantes de la región. Es evidente que las prácticas gubernamentales como la imposición de estos mega-negocios, no poseen fronteras.

Pero hay una buena noticia que dar al Senador: los pobladores chilenos y argentinos de esta región, verdaderamente no necesitamos los tratados y protocolos binacionales firmados e incumplidos por los gobiernos. Sucede que estamos juntos, defendiendo la integridad de nuestros ríos como una unidad, porque comprendemos que cualquier daño que se pueda producir, por represamientos, minería o lo que sea, nos perjudicará a todos por igual y porque este es un lugar especial para todos nosotros.

El Senador, mientras continúa con sus gestiones, debería enterarse que por aquí hemos optado por la “doble nacionalidad” que otorga el sentido de pertenencia y la defensa de esta naturaleza cordillerana.

* DNI 13297913

Y
“no olvidar que:
La tierra es el único planeta que tenemos,
Que no hay ningún lugar lejos,
Y que siempre hay alguien río abajo”.


Nota relacionada: Promueven que el gobierno chileno explicite el rechazo a La Elena en Río Corcovado

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