Enviado por Patricio Segura Ortiz
Declaración pública
El Consejo de Defensa de la Patagonia, integrado por más de 40 organizaciones regionales, nacionales e internacionales, expresa un enérgico rechazo al "Proyecto Hidroeléctrico Aysén" en los ríos Baker y Pascua que se presenta hoy ante la dirección regional de la Comisión de Medio Ambiente, por la sociedad HidroAysén compuesta por Endesa España y Colbun.
La construcción de 5 represas en Aysén no es un proyecto país, como ha sido presentado ante la opinión pública, sino un negocio privado de trasnacionales españolas, italianas y chilenas, que de materializarse les permitiría aumentar su poder monopólico desde el actual 74% de la generación eléctrica del Sistema Interconectado Central a más del 90%.
Es falso que con este proyecto se resuelva la estrechez energética porque en el escenario más optimista las represas de HidroAysén entrarían a operar recién el año 2014, siendo que los varios proyectos de generación eléctrica ya aprobados permitirán, en sólo dos años más, que la oferta energética supere la demanda.
Chile –en la actualidad, sin hacer ningún cambio regulatorio- está en condiciones de suplir el 53% de la matriz eléctrica del Sistema Interconectado Central al 2025 mediante energías renovables no convencionales y eficiencia energética, así lo demuestra un reciente estudio elaborado por las universidades de Chile y Técnica Federico Santa María.
La inundación de los más valiosos valles patagónicos y la instalación de un gigantesco tendido eléctrico impactarían negativamente los puestos de trabajo y el ingreso de la región producto del turismo. Según un reciente estudio de la Universidad de Chile disminuirían en 3.800 los empleos anuales y se ocasionarían pérdidas económicas netas cercanas a los 40 millones de dólares por año durante el proceso de construcción de las represas.
La presentación del Estudio de Impacto Ambiental de las 5 centrales en forma separada con el tendido eléctrico es una forma de fraccionar el proyecto porque con ello se elude el hecho de que estas centrales obligan a la construcción de la línea de transmisión más larga del mundo que impactaría gravemente otras 8 regiones de Chile, desde la Patagonia a Santiago. Y, por lo tanto, no da cuenta de la real magnitud de los impactos del proyecto de generación y transmisión como un todo.
Estas represas destruirían la Patagonia chilena, sus modos de vida y la cultura regional, además de afectar importantes reservas de biodiversidad únicas en el mundo, partiendo por nuestro emblema patrio el huemul y los bosques templados húmedos más extremos del planeta. La estrategia de desarrollo sustentable es "Aysén reserva de vida", en la cual el Gobierno Regional y el sector privado han invertido importantes recursos humanos y económicos.
La eventual construcción de estas 5 represas (más las que otras trasnacionales proyectan para la Patagonia) constituye un incumplimiento a la legislación ambiental vigente al infringir el "Protocolo sobre Recursos Hídricos Compartidos" que forma parte del Tratado de Medio Ambiente firmado entre Chile y Argentina en 1991. Además, es incoherente con el ordenamiento territorial regional -entre otros instrumentos de planificación- y vulnera el compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet de no evaluar proyectos sin una Estrategia de Manejo Integrado de Cuencas.
Declaración pública
El Consejo de Defensa de la Patagonia, integrado por más de 40 organizaciones regionales, nacionales e internacionales, expresa un enérgico rechazo al "Proyecto Hidroeléctrico Aysén" en los ríos Baker y Pascua que se presenta hoy ante la dirección regional de la Comisión de Medio Ambiente, por la sociedad HidroAysén compuesta por Endesa España y Colbun.
La construcción de 5 represas en Aysén no es un proyecto país, como ha sido presentado ante la opinión pública, sino un negocio privado de trasnacionales españolas, italianas y chilenas, que de materializarse les permitiría aumentar su poder monopólico desde el actual 74% de la generación eléctrica del Sistema Interconectado Central a más del 90%.
Es falso que con este proyecto se resuelva la estrechez energética porque en el escenario más optimista las represas de HidroAysén entrarían a operar recién el año 2014, siendo que los varios proyectos de generación eléctrica ya aprobados permitirán, en sólo dos años más, que la oferta energética supere la demanda.
Chile –en la actualidad, sin hacer ningún cambio regulatorio- está en condiciones de suplir el 53% de la matriz eléctrica del Sistema Interconectado Central al 2025 mediante energías renovables no convencionales y eficiencia energética, así lo demuestra un reciente estudio elaborado por las universidades de Chile y Técnica Federico Santa María.
La inundación de los más valiosos valles patagónicos y la instalación de un gigantesco tendido eléctrico impactarían negativamente los puestos de trabajo y el ingreso de la región producto del turismo. Según un reciente estudio de la Universidad de Chile disminuirían en 3.800 los empleos anuales y se ocasionarían pérdidas económicas netas cercanas a los 40 millones de dólares por año durante el proceso de construcción de las represas.
La presentación del Estudio de Impacto Ambiental de las 5 centrales en forma separada con el tendido eléctrico es una forma de fraccionar el proyecto porque con ello se elude el hecho de que estas centrales obligan a la construcción de la línea de transmisión más larga del mundo que impactaría gravemente otras 8 regiones de Chile, desde la Patagonia a Santiago. Y, por lo tanto, no da cuenta de la real magnitud de los impactos del proyecto de generación y transmisión como un todo.
Estas represas destruirían la Patagonia chilena, sus modos de vida y la cultura regional, además de afectar importantes reservas de biodiversidad únicas en el mundo, partiendo por nuestro emblema patrio el huemul y los bosques templados húmedos más extremos del planeta. La estrategia de desarrollo sustentable es "Aysén reserva de vida", en la cual el Gobierno Regional y el sector privado han invertido importantes recursos humanos y económicos.
La eventual construcción de estas 5 represas (más las que otras trasnacionales proyectan para la Patagonia) constituye un incumplimiento a la legislación ambiental vigente al infringir el "Protocolo sobre Recursos Hídricos Compartidos" que forma parte del Tratado de Medio Ambiente firmado entre Chile y Argentina en 1991. Además, es incoherente con el ordenamiento territorial regional -entre otros instrumentos de planificación- y vulnera el compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet de no evaluar proyectos sin una Estrategia de Manejo Integrado de Cuencas.
Por las razones antes expuestas, esperamos que las autoridades de Gobierno se abstengan de seguir interviniendo a favor del citado proyecto para que pueda ser evaluado correctamente.
El desarrollo de Chile debe ser la suma del desarrollo de las regiones.
Consejo de Defensa de la Patagonia Chilena
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