Queridos amigos de la Comarca Andina, comparto con ustedes algunos retazos de mi mágico mundo. Les prometo en un próximo envío cuentos y poemas para niños y hasta una historia sobre los duendes que habitan en la Patagonia.
Alfonso, el ciberpeluquero
_ Ya no me mira. Alfonso no es el de antes. Siempre salía a conversar conmigo entre cliente y cliente. Tomaba aire, miraba pasar los transeúntes, suspiraba por alguna jovencita muy agraciada…pero no, Alfonso ya no es el de antes. Siempre sintió cariño por mí, que al fin y al cabo no soy sólo una calle, SOY “SU “CALLE. La calle que va a lo de Alfonso, el peluquero. Ni hace falta que recuerden mi nombre. Todos saben que encima mío van y vienen. Que soy confiable, segura y hasta divertida. ¿Recuerdan acaso los corsos del verano? ¿Los niños con sus juegos de pelota? ¿La mancha, la escondida y tantos otros juegos infantiles? ¿Pero que le habrá pasado hoy a Alfonso?. Ya son las ocho de la mañana y aún no abrió su negocio. Tendré que arrugar el cordón de mi vereda, descorrer un poquito las baldosas y asomarme por el rabillo de la cerradura para ver sino quedó dentro desde ayer y no me di cuenta en un descuido. Puff!! Ya son las nueve y nada. Varios clientes golpearon la puerta pero no pudieron entrar. ¿Será día de fiesta? ¡No creo! La gente estaría caminando más tranquila, y con ropa más liviana. En cambio todos tienen el vértigo de la mañana que se les escapa entre sus azarosas vidas. ¡Uy! Escucho ruidos dentro del comercio. Veré que pasa. Son las once y esto ya me preocupa. Psst, psst…¿Alfonso? ¡No te escondas detrás de esa caja que ya te vi! ¿Es que hoy no pensás trabajar? ¿Te volviste loco? ¿A éstas horas y ya mirando televisión? ¿Que no es un televisor me decís? ¿Qué es la Internet? ¡Me parece que vos lées mucha ciencia ficción y eso te calienta la cabeza! ¿Y que es esa famosa Internés…¿ a ver? ¿Acaso te da de comer? ¿En una de esas trabaja por vos? ¿Qué me decís? ¿Que te sentís acompañado? ¿Que conocés a mucha gente? ¿Que te llaman y mandan mensajes? Mirá, Alfonso, creo que te estás poniendo viejo y te buscaste una dama de compañía, pero eléctrica, bueno, electrónica…para el caso es casi lo mismo ¿Cuál es la diferencia, eh? ¿Qué decís? ¿Qué estoy celosa? Mirá Alfonso, para que sepas, ella no nació hace tiempo como yo. La gente que me conoce ha sentido la calidez de mi mirada, el misterio de mis esquinas que nunca te anticipan que te deparan, el perfume de las flores que habitan en los jardines, la fluidez de una vida que transcurre superponiendo generaciones y anécdotas, ¿Y en cambio ella qué? ¿Qué no puedo contarles a los demás lo que pasa en el mundo? ¿Para qué? Si es el mundo el que pasa por mí y yo soy casi un archivo sin medidas. No como ella, que en poco tiempo ya será vieja y arrugada como si fuera la letra de un tango….Mirá Alfonso, vos hacé lo que quieras, pero ya son las doce del mediodía y no cambio un mensaje de eso que llamás “meils” por el olorcito a sandwich de chorizo que viene del puesto ambulante. ¿No me querés acompañar ? Ya sé, estás conectado a la Internés…bueno, si, a la Internet, ya te escuché. Internet, suena más elegante, como si tuvieras el dedo meñique levantado al igual que aquéllos que lo hacen cuando toman un vino para hacer creer que son más finos..ellos, no los vinos, ¡por supuesto! ¿También te vas a perder la siestita de la tarde ? Mirá que ya son las tres y luego ya no es lo mismo…No sabés lo fresquita que me pongo después que se esconde el sol. Las chicas más jóvenes sacan a relucir sus mejores vestidos de disimulada conquista. A mí me gusta verlas. Antes, Alfonso, vos te quedabas conmigo y hasta les decías algún verso, esos poemas que improvisás tan bien y sin tantas teclas como ahora que parecés un astronauta.
¿No te cansa tanto Internet o es que acaso le ofrecerás que sea tu novia? ¿Que qué? ¿Que ya tenés una cibernovia en Francia? ¿Acaso le das besitos a la pantalla? ¡ Vamos ! Yo me quedo con mi historia y vos metete con el futuro, que andá a saber que otras cosas te trae escondidas…Andá Alfonso, ya es casi de noche. Aflojá un poco a la maquinita y vení conmigo. Vamos a soñar juntos que, por suerte, aún soñar…es tiempo completo, o como decís vos tarifa plana, pero aún…¡NO TE COBRAN NADA!
* Playa Unión
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