Por Freddi Morado *
26/10/2008. El Estado ha tomado la decisión de recuperar para si el sistema jubilatorio que estaba siendo brindado por las distintas Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y establecer, de esa manera, que todos los ciudadanos argentinos se vuelvan a jubilar por el viejo régimen de reparto, administrado por el Estado, y que fuera prácticamente eliminado allá en la década del ’90 por la gestión menemista.
No conozco en su integridad el texto de la ley que se debatirá en el Congreso Nacional como para dar una opinión acabada sobre si apruebo o no el proceso de estatización. En principio digo que sí estoy de acuerdo con la intencionalidad de recuperar el sistema jubilatorio para el Estado.
Lo que me parece una cuestión de sumo cuidado son las voces, de quienes estando como yo y sin conocer el texto de la ley ya salen a decir que no se deben eliminar la AFJP por que es un procedimiento para quedarse (El Estado) con el dinero de las distintas Administradoras. Que va a ir a parar a la Caja chica. Que se usará para la campaña electoral. Que se la robarán. En fin, una cantidad de versiones que solo tienen el ánimo de desacreditar a los gobernantes en funciones sin importar el resultado final de esa desacreditación.
Y como punto saliente, entre los de adentro (políticos con responsabilidad institucional) y los de afuera (opositores de la calle) de la oposición, plantean como realmente importante la INTANGIBILIDAD del dinero.
Dice el diccionario: intangible: “que no se debe ni puede tocar” lo que estaría indicando que la oposición pide que si el dinero destinado a las jubilaciones de las AFJP pasa al Estado, ese dinero no debe ni puede ser tocado para nada, salvo para pagarles mensualmente a los jubilados. Algo incoherente en el razonamiento de quienes piden esta intangibilidad, ya que se podría determinar este procedimiento y se lo podría dejar plasmado en la ley, pero… ¿Qué ocurriría si por esas cosas que a veces suceden en el país se produce una devaluación de nuestra moneda (economía interna o factores económicos externos)? Dejaríamos de tener lo que tenemos guardado para pagarles a nuestros jubilados para pasar a tener menos capital y tal vez, no alcanzaría para cumplir con las obligaciones previsionales. ¿Quién se haría cargo entonces de nuestros jubilados? Con total seguridad: El Estado.
Ahora bien, yo pregunto: ¿Se alzó alguna voz en protesta cuando el menemismo pasó del sistema de reparto a las AFJP ? ¿Quién las conocía?
¿Qué seguridad ofrecían? ¿Quién sabía que harían las AFJP con el dinero recaudado? ¿Se pidió INTANGIBILIDAD de ese dinero? ¿Tenían los aportantes la seguridad de cobrar cuando se jubilaran? ¿Qué garantías brindaban las AFJP? Nada de eso se tuvo en cuenta. Se aceptó silenciosamente el cambio.
Luego, con el paso de los años, supimos que las AFJP hacían pingues negocios con los aportes de los futuros jubilados. Y nadie dijo nada.
Y muy pocos dijimos algo cuando en la década del ’90 se entregó el país.
Y muy pocos dijimos algo cuando, desde Martínez de Hoz en adelante, nos endeudaron y nos hicieron responsables, ante el mundo, a todos los argentinos de esa deuda ilegítima.
Hoy lo que se ve a simple vista es la oposición por la oposición misma. Como ocurrió con la resolución 125 (el campo y la soja). Hay que estar en contra del Gobierno como sea, sin importar lo que vendrá. Y cuando esto ocurre (y ya ha ocurrido en este país) lo que viene es un golpe. Y esto en muy peligroso y debemos tenerlo siempre presente. Se puede legislar de tal manera que sean cuidados los dineros de nuestros jubilados. Que nadie se los lleve o que no se usen en fines incorrectos. Nuestros legisladores (oficialistas y oposición) saben como hacerlo; solo debe existir la voluntad de hacerlo y no nos olvidemos que podemos estar en contra de determinados funcionarios pero siempre vamos a tener el resguardo y la garantía de nuestra Constitución.
* Presidente de Espacio Abierto para la Defensa del Patrimonio del Chubut
26/10/2008. El Estado ha tomado la decisión de recuperar para si el sistema jubilatorio que estaba siendo brindado por las distintas Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y establecer, de esa manera, que todos los ciudadanos argentinos se vuelvan a jubilar por el viejo régimen de reparto, administrado por el Estado, y que fuera prácticamente eliminado allá en la década del ’90 por la gestión menemista.
No conozco en su integridad el texto de la ley que se debatirá en el Congreso Nacional como para dar una opinión acabada sobre si apruebo o no el proceso de estatización. En principio digo que sí estoy de acuerdo con la intencionalidad de recuperar el sistema jubilatorio para el Estado.
Lo que me parece una cuestión de sumo cuidado son las voces, de quienes estando como yo y sin conocer el texto de la ley ya salen a decir que no se deben eliminar la AFJP por que es un procedimiento para quedarse (El Estado) con el dinero de las distintas Administradoras. Que va a ir a parar a la Caja chica. Que se usará para la campaña electoral. Que se la robarán. En fin, una cantidad de versiones que solo tienen el ánimo de desacreditar a los gobernantes en funciones sin importar el resultado final de esa desacreditación.
Y como punto saliente, entre los de adentro (políticos con responsabilidad institucional) y los de afuera (opositores de la calle) de la oposición, plantean como realmente importante la INTANGIBILIDAD del dinero.
Dice el diccionario: intangible: “que no se debe ni puede tocar” lo que estaría indicando que la oposición pide que si el dinero destinado a las jubilaciones de las AFJP pasa al Estado, ese dinero no debe ni puede ser tocado para nada, salvo para pagarles mensualmente a los jubilados. Algo incoherente en el razonamiento de quienes piden esta intangibilidad, ya que se podría determinar este procedimiento y se lo podría dejar plasmado en la ley, pero… ¿Qué ocurriría si por esas cosas que a veces suceden en el país se produce una devaluación de nuestra moneda (economía interna o factores económicos externos)? Dejaríamos de tener lo que tenemos guardado para pagarles a nuestros jubilados para pasar a tener menos capital y tal vez, no alcanzaría para cumplir con las obligaciones previsionales. ¿Quién se haría cargo entonces de nuestros jubilados? Con total seguridad: El Estado.
Ahora bien, yo pregunto: ¿Se alzó alguna voz en protesta cuando el menemismo pasó del sistema de reparto a las AFJP ? ¿Quién las conocía?
¿Qué seguridad ofrecían? ¿Quién sabía que harían las AFJP con el dinero recaudado? ¿Se pidió INTANGIBILIDAD de ese dinero? ¿Tenían los aportantes la seguridad de cobrar cuando se jubilaran? ¿Qué garantías brindaban las AFJP? Nada de eso se tuvo en cuenta. Se aceptó silenciosamente el cambio.
Luego, con el paso de los años, supimos que las AFJP hacían pingues negocios con los aportes de los futuros jubilados. Y nadie dijo nada.
Y muy pocos dijimos algo cuando en la década del ’90 se entregó el país.
Y muy pocos dijimos algo cuando, desde Martínez de Hoz en adelante, nos endeudaron y nos hicieron responsables, ante el mundo, a todos los argentinos de esa deuda ilegítima.
Hoy lo que se ve a simple vista es la oposición por la oposición misma. Como ocurrió con la resolución 125 (el campo y la soja). Hay que estar en contra del Gobierno como sea, sin importar lo que vendrá. Y cuando esto ocurre (y ya ha ocurrido en este país) lo que viene es un golpe. Y esto en muy peligroso y debemos tenerlo siempre presente. Se puede legislar de tal manera que sean cuidados los dineros de nuestros jubilados. Que nadie se los lleve o que no se usen en fines incorrectos. Nuestros legisladores (oficialistas y oposición) saben como hacerlo; solo debe existir la voluntad de hacerlo y no nos olvidemos que podemos estar en contra de determinados funcionarios pero siempre vamos a tener el resguardo y la garantía de nuestra Constitución.
* Presidente de Espacio Abierto para la Defensa del Patrimonio del Chubut




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