Por Abla Carballo *
El III Encuentro de Escritores en Esquel instaló la posibilidad de revisar el modelo de pertenencia, entre otras cosas. La pertenencia no se discursea, se olfatea, se saborea, y es la base de la palabra sabiduría.
Durante cuatro días escritores locales y otros patagónicos -Chile, Río Negro, Santa Cruz y Chubut- al compartir piezas de sus trabajos, dejaron oír una acústica de esperanza y de querer ser adultos desde ser jóvenes. Cómo poder amar y no tan sólo gozar. Cómo ser nosotros sin querer sólo yo.
Hicieron que se saboreara el gusto de la vida, que es gozar luchando por la condición humana, solidariamente.
Ser culto es saborear el arraigo y re-construirse si existe disponibilidad dentro de cada uno.
Estos participantes, hombres, mujeres y estudiantes desde su confianza, amistad y talento traducido en formas literarias, están planteando, en el fondo, que no hay cambios en las estructuras económicas, políticas, sindicales, educativas o como se las quiera llamar, si no hay cambio real en la comprensión de lo que es la cultura.
Con forma y estilo propio estos escritores cultivan ese fenómeno exquisito, cercano, que se puede ver, disfrutar y sufrir como el cultivo fecundo de la tierra.
Ser hombre, humanizarse, es seguir el ejemplo de la tierra humus que se abre a la novedad de la semilla, del aire, del viento, que no se cierra y da frutos nuevos siempre.
Por lo tanto, ser culto tiene poco que ver con pasar por muchas escuelas, o por la mucha información que en lugar de permear, de abrir posibilidad de fecundar lo nuevo, ha dado cerrazón con su forma más clara que es el dogmatismo en diversos sectores, sean estructuras académicas, empresarias, políticas, religiosas, para cerrar bocas.
El ser cultivable y cultivarse jamás se hace solo y es importante resaltar, aunque se sepa, que el pueblo tiene derecho a la síntesis fecunda de la información y la cultura.
Los participantes del Encuentro de Escritores son altamente refinados por el cultivo que hacen de si, de sus relaciones personales, de las relaciones con la tierra, de lo que aprenden del libro de la naturaleza, del libro de los afectos, con la escucha de historias veraces no ajenas, y del leerse hacia adentro.
Estas personas cultas tienen poco que ver con los que tienen muchos “masters” para usar como modo de dominación.
Vinieron como el compañero que comparte el pan y el vino; el colchón y el abrigo con los de aquí agobiados por la vicisitud climática de “la ceniza”. Hombres, mujeres y adolescentes que provocaron emociones y reflexión como un modo de vivir, que es decir podemos. Con la posta, además, del artista-funcionario local y colaboradores convencidos de que la energía y la sensibilidad se potencia con otros, para construir el nosotros. Que tienen claro que existir es co-existir; que es principio de la cogestión y de la autogestión.
Los escritores comunicaron con la bella lengua castellana y ricos giros lugareños que dicen profundamente cosas, la misma raíz esencial para ser culto: Humildad. Porque la humildad es la mayor de las sabidurías.-
* DNI 4.159.560
El III Encuentro de Escritores en Esquel instaló la posibilidad de revisar el modelo de pertenencia, entre otras cosas. La pertenencia no se discursea, se olfatea, se saborea, y es la base de la palabra sabiduría.
Durante cuatro días escritores locales y otros patagónicos -Chile, Río Negro, Santa Cruz y Chubut- al compartir piezas de sus trabajos, dejaron oír una acústica de esperanza y de querer ser adultos desde ser jóvenes. Cómo poder amar y no tan sólo gozar. Cómo ser nosotros sin querer sólo yo.
Hicieron que se saboreara el gusto de la vida, que es gozar luchando por la condición humana, solidariamente.
Ser culto es saborear el arraigo y re-construirse si existe disponibilidad dentro de cada uno.
Estos participantes, hombres, mujeres y estudiantes desde su confianza, amistad y talento traducido en formas literarias, están planteando, en el fondo, que no hay cambios en las estructuras económicas, políticas, sindicales, educativas o como se las quiera llamar, si no hay cambio real en la comprensión de lo que es la cultura.
Con forma y estilo propio estos escritores cultivan ese fenómeno exquisito, cercano, que se puede ver, disfrutar y sufrir como el cultivo fecundo de la tierra.
Ser hombre, humanizarse, es seguir el ejemplo de la tierra humus que se abre a la novedad de la semilla, del aire, del viento, que no se cierra y da frutos nuevos siempre.
Por lo tanto, ser culto tiene poco que ver con pasar por muchas escuelas, o por la mucha información que en lugar de permear, de abrir posibilidad de fecundar lo nuevo, ha dado cerrazón con su forma más clara que es el dogmatismo en diversos sectores, sean estructuras académicas, empresarias, políticas, religiosas, para cerrar bocas.
El ser cultivable y cultivarse jamás se hace solo y es importante resaltar, aunque se sepa, que el pueblo tiene derecho a la síntesis fecunda de la información y la cultura.
Los participantes del Encuentro de Escritores son altamente refinados por el cultivo que hacen de si, de sus relaciones personales, de las relaciones con la tierra, de lo que aprenden del libro de la naturaleza, del libro de los afectos, con la escucha de historias veraces no ajenas, y del leerse hacia adentro.
Estas personas cultas tienen poco que ver con los que tienen muchos “masters” para usar como modo de dominación.
Vinieron como el compañero que comparte el pan y el vino; el colchón y el abrigo con los de aquí agobiados por la vicisitud climática de “la ceniza”. Hombres, mujeres y adolescentes que provocaron emociones y reflexión como un modo de vivir, que es decir podemos. Con la posta, además, del artista-funcionario local y colaboradores convencidos de que la energía y la sensibilidad se potencia con otros, para construir el nosotros. Que tienen claro que existir es co-existir; que es principio de la cogestión y de la autogestión.
Los escritores comunicaron con la bella lengua castellana y ricos giros lugareños que dicen profundamente cosas, la misma raíz esencial para ser culto: Humildad. Porque la humildad es la mayor de las sabidurías.-
* DNI 4.159.560
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