Informe especial de José Fernando Nuño para Puerta E
Era un secreto a voces entre las mesas de los defensores, el fuego de artillería que se traían bajo el brazo los más famosos letrados Pandolfi, Heredia, López Salaberry y Galende, entre otros, de los imputados “estrellas” o vip de la llamada Megacausa en el Teatro Verdi de Trelew, un verdadero escenario para lo que por momentos parece una sainete antijurídico.
Esto a raíz de la comparencia de tres contadores peritos de Comodoro Rivadavia, que resulta habían sido contratados, admitieron, por el ex procurador general Eduardo Samamé, en lugar del Tribunal, pero éste a la vez firmó un convenio con el Banco a los que hizo sujetar a los contratados, para pagarles los honorarios, con la cláusula especial de que debían los informes o pericias ser aprobadas por el Procurador, el contratante, antes de pagar los honorarios, o sea que estaban sujetos los contadores a que pusieran los que se les pedía u ordenaba, para poder cobrar lo que fueron 85.000 en el 2005.
El escándalo se desató cuando luego de una andanada de cuestionamientos el abogado Emilio Galende pidió la detención de los peritos por falso testimonio, lo que tendrán que resolver los jueces Portela, Anguiano y Servent el miércoles a las 9.30.
El peritaje venían mal desde el informe escrito que habían firmado y ratificaron, donde de entrada sin entrar en detalles técnicos del por qué de las cosas, afirmaban que las acciones de los aquí imputados, Arrechea, Hnos Fernández y ex funcionarios del Banco como Jorge Barcia y Roberto Jones, habían ocasionados perjuicios para la institución, con la desafortunada frase todos los caminos conjducen a Roma por las cuentas corrientes de los henos Fernández, para terminar diciendo que mientras el dinero no salieron del Banco, que fuera del cuenta en cuenta, no había daño para el fisco o sea el Estado.
En un momento dado se les preguntó si realmente ellos habían hecho la pericia y dijeron que la hicieron tras leer auto de elevación a juicio, porque tenía mas argumentos judiciales que financieros o contables que es la especialidad de los peritos, sin ser expertos en actividades bancarias, sino en auditorias.
No hicieron la pericia en conjunto con peritos de partes defensores, pero si se entrevistaron con otros dos peritos oficiales de la misma ciudad para veer que es lo que habían encontrado los colegas y decir “¡qué coincidencia!”.
Fue en síntesis una pericia dirigida por Samamé, que pagó el Banco, a la postre querellante y damnificado supuesto, es decir una parte del juicio, con los cuales los contadores Raúl Alberto Cabanas, Néstor Cabanas y Walmyr Grosso Sheridan, quedaron al borde de un juicio por falso testimonio y haber faltado al reglamento de la ética del Colegio de Ciencias Económicas y por las dudas se fueron más que apurados del recinto que parecía que iba a explotar.
Brillante actuación de los abogados Oscar Pandolfi, de Río Negro, representante de los hnos Fernándes, dr. Emilio Galende del escribano Abraham de Puerto Madryn, López Salaberry del ex gerente general Williiams Jones y José Raúl Heredia del ing. José Salvador Arrechea, dueño de miles de hectáreas y una cantera que puso con la familia Menéndez, de Rawson, socios de Áridos Fontana como respaldo de sus descubiertos.
Los fiscales se fueron con la cabeza gacha, abrumados, confundidos, por esta serie de traspies, especialmente los cometidos por Samamé que ya no está en el cargo al igual que el ex juez Ricardo Basílico, que se fue por la puerta de atrás de la provincia, para no soportar una andanada de críticas y un juicio político, por tamañas barbaridades que vienen denunciando los defensores.
Después de esto la Mega, un bastión o un zanjón, no se sabe de qué y para qué representante de la justicia, que a cada paso desnudas arbitrariedades peligrosas, para cualquier justiciable, un gran gasto de dinero para todos, especialmente el Banco que paga miles de dólares, dicen 35.000, por mes a un estudio de Buenos Aires, el segundo que contrata, para no recuperar absolutamente nada ni siquiera el prestigio que suponer tener en épocas mejores, contra lo que se viene declamando.
Lo dijo en el juicio el ex presidente Roberto Jones, que estuvo en el puesto 32 de todos los bancos privados y oficiales de la Argentina en 1998-99.
La gente se pregunta si estos son los peritos, más los anteriores y lo que nada se está probando es decir, esta saliendo todo al revés de una insostenible acusación, hasta cuándo se va a sostener esta parodia judicial y a quién le sirve de algo ¿al programa de Mirta Legrand?
José Fernando Nuño periodista de Tribunales de Trelew
DNI 5.192.940
Era un secreto a voces entre las mesas de los defensores, el fuego de artillería que se traían bajo el brazo los más famosos letrados Pandolfi, Heredia, López Salaberry y Galende, entre otros, de los imputados “estrellas” o vip de la llamada Megacausa en el Teatro Verdi de Trelew, un verdadero escenario para lo que por momentos parece una sainete antijurídico.
Esto a raíz de la comparencia de tres contadores peritos de Comodoro Rivadavia, que resulta habían sido contratados, admitieron, por el ex procurador general Eduardo Samamé, en lugar del Tribunal, pero éste a la vez firmó un convenio con el Banco a los que hizo sujetar a los contratados, para pagarles los honorarios, con la cláusula especial de que debían los informes o pericias ser aprobadas por el Procurador, el contratante, antes de pagar los honorarios, o sea que estaban sujetos los contadores a que pusieran los que se les pedía u ordenaba, para poder cobrar lo que fueron 85.000 en el 2005.
El escándalo se desató cuando luego de una andanada de cuestionamientos el abogado Emilio Galende pidió la detención de los peritos por falso testimonio, lo que tendrán que resolver los jueces Portela, Anguiano y Servent el miércoles a las 9.30.
El peritaje venían mal desde el informe escrito que habían firmado y ratificaron, donde de entrada sin entrar en detalles técnicos del por qué de las cosas, afirmaban que las acciones de los aquí imputados, Arrechea, Hnos Fernández y ex funcionarios del Banco como Jorge Barcia y Roberto Jones, habían ocasionados perjuicios para la institución, con la desafortunada frase todos los caminos conjducen a Roma por las cuentas corrientes de los henos Fernández, para terminar diciendo que mientras el dinero no salieron del Banco, que fuera del cuenta en cuenta, no había daño para el fisco o sea el Estado.
En un momento dado se les preguntó si realmente ellos habían hecho la pericia y dijeron que la hicieron tras leer auto de elevación a juicio, porque tenía mas argumentos judiciales que financieros o contables que es la especialidad de los peritos, sin ser expertos en actividades bancarias, sino en auditorias.
No hicieron la pericia en conjunto con peritos de partes defensores, pero si se entrevistaron con otros dos peritos oficiales de la misma ciudad para veer que es lo que habían encontrado los colegas y decir “¡qué coincidencia!”.
Fue en síntesis una pericia dirigida por Samamé, que pagó el Banco, a la postre querellante y damnificado supuesto, es decir una parte del juicio, con los cuales los contadores Raúl Alberto Cabanas, Néstor Cabanas y Walmyr Grosso Sheridan, quedaron al borde de un juicio por falso testimonio y haber faltado al reglamento de la ética del Colegio de Ciencias Económicas y por las dudas se fueron más que apurados del recinto que parecía que iba a explotar.
Brillante actuación de los abogados Oscar Pandolfi, de Río Negro, representante de los hnos Fernándes, dr. Emilio Galende del escribano Abraham de Puerto Madryn, López Salaberry del ex gerente general Williiams Jones y José Raúl Heredia del ing. José Salvador Arrechea, dueño de miles de hectáreas y una cantera que puso con la familia Menéndez, de Rawson, socios de Áridos Fontana como respaldo de sus descubiertos.
Los fiscales se fueron con la cabeza gacha, abrumados, confundidos, por esta serie de traspies, especialmente los cometidos por Samamé que ya no está en el cargo al igual que el ex juez Ricardo Basílico, que se fue por la puerta de atrás de la provincia, para no soportar una andanada de críticas y un juicio político, por tamañas barbaridades que vienen denunciando los defensores.
Después de esto la Mega, un bastión o un zanjón, no se sabe de qué y para qué representante de la justicia, que a cada paso desnudas arbitrariedades peligrosas, para cualquier justiciable, un gran gasto de dinero para todos, especialmente el Banco que paga miles de dólares, dicen 35.000, por mes a un estudio de Buenos Aires, el segundo que contrata, para no recuperar absolutamente nada ni siquiera el prestigio que suponer tener en épocas mejores, contra lo que se viene declamando.
Lo dijo en el juicio el ex presidente Roberto Jones, que estuvo en el puesto 32 de todos los bancos privados y oficiales de la Argentina en 1998-99.
La gente se pregunta si estos son los peritos, más los anteriores y lo que nada se está probando es decir, esta saliendo todo al revés de una insostenible acusación, hasta cuándo se va a sostener esta parodia judicial y a quién le sirve de algo ¿al programa de Mirta Legrand?
José Fernando Nuño periodista de Tribunales de Trelew
DNI 5.192.940
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¿Alguien se preguntaba que hizo Samamé para merecer la destitución? Entre otras cosas... esto .... Manu
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