viernes, diciembre 19, 2008

El Bolsón: estatales protestan hoy en repudio al no pago del aguinaldo antes de fin de año


Por Trabajadores de Promoción Familiar El Bolsón

Ante los anuncios del gobierno provincial del NO PAGO del aguinaldo antes de fin de año, y en su lugar, el otorgamiento de un adelanto de $600 del sueldo de enero, trabajadoras y trabajadores de Promoción Familiar de El Bolsón agrupados en ATE manifestamos el repudio a esta medida adoptada por un gobierno autista y manchado de corrupción que no se digna a atender en lo mas mínimo nuestros reclamos.

La política provincial de este gobierno desconoce el derecho a huelga y descuenta de los paupérrimos salarios los días de paro; contrata en negro y mantiene las becas durante años; sólo prevé el pago de aguinaldo para trabajadoras y trabajadores con ciertos contratos (los becados no tienen este derecho); con organismos cada vez mas desmantelados y sin presupuesto acorde a las demandas; con programas que no se adecuan a las leyes vigentes; con magros salarios y condiciones pésimas de trabajo.

El no pago del aguinaldo en tiempo ratifica la certeza de que en esta provincia el poder de turno ha vivido y vive del pueblo, en lugar de hacerlo para el pueblo. El cierre del año termina plasmando así una política laboral y salarial que prioriza la precarización en lugar de la estabilidad, y el hambre en lugar de la salud y la educación.

En el marco de una Jornada de Protesta y Movilización, dispuesta para ese día, desde ATE también exigimos el juicio político a los ministros de Familia y Salud, Alfredo Pega y Cristina Uría, respectivamente. Si el gobernador de la provincia Miguel Saiz no les exige la renuncia a estos funcionarios es porque sostiene y respalda la política de hambre, precarización y enfermedad que ellos llevan adelante.

Por todo esto, convocamos a la comunidad y a los medios de comunicación a acercarse a la Subdelegación de Promoción Familiar el 19 de diciembre a las 10.00 hs, a fin de conocer los deseos navideños de trabajadoras y trabajadores precarizados, que no son justamente los deseos de “prosperidad, paz y amor” que los funcionarios escriben en sus tarjetas.

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