Por Maximiliano Masquijo, Andrés Castelo y Marcos Sourrouille
El sábado 29 de noviembre se produjo en instalaciones del Colegio Provincial Nº 735 un encuentro en el que se comunicaron y discutieron trabajos de investigación en ciencias sociales, todos ellos realizados por estudiantes del nivel polimodal de la ciudad de Esquel. En este primer encuentro, contamos con la presencia de una docena de estudiantes exponiendo sus trabajos y discutiéndolos con sus pares, además de la concurrencia de algunos invitados que participaron en los debates.
Los expositores fueron estudiantes de los segundos y terceros años de los polimodales de los colegios Nº 713, Nº 735 y Salesiano, y las temáticas tratadas incluyeron el rendimiento escolar de los alumnos, los estudiantes viajeros en Esquel, la minería en Esquel y las políticas de estado en relación al tema, el trabajo infantil, el pueblo mapuche y su situación en Esquel…
En un contexto en el que los adolescentes son señalados desde el sentido común –e incluso desde el sentido común escolar- como sujetos carentes de interés en educarse, carentes de una visión crítica de la sociedad en la que viven, este encuentro es una clara señal para revisar la pertinencia de ese tipo de ideas.
En primer lugar, es importante destacar el trabajo que implica la tarea de investigación. Planificar una investigación, llevarla a cabo…implica tiempo de discusión, de lectura, de trabajo de campo, de conceptualización. En síntesis, un trabajo de investigación –en términos tendientes a la cientificidad- implica una cantidad, unos plazos y una intensidad de trabajo que no encajan en los simplismos que habitualmente propone la escuela en cuanto a la adquisición de saberes. La producción de conocimiento es "el camino difícil" para el aprendizaje –frente a la simple reproducción que se pide generalmente- y es grato comprobar que aún hay quienes demuestran en los hechos que se puede producir conocimiento a una edad y en un contexto en que la sociedad –y muchas veces también la escuela- parece esperar otra cosa de estas personas. Realizar un trabajo de investigación implica un compromiso con el propio aprendizaje, y un manejo autónomo de ese proceso, mucho mayores de lo que exige la mera supervivencia escolar. El encuentro del sábado –y las producciones de otros estudiantes que no estuvieron allí- es una demostración empírica de que el tan mentado "aprendizaje significativo" no es otro que aquél que tiene su punto de partida en la voluntad de aprender del propio sujeto que aprende.
En ese sentido, el encuentro fue para todos los que allí estuvimos –estudiantes, docentes, invitados- una instancia de aprendizaje. El espacio no se limitó a la mera exposición de los trabajos, sino que cada uno de ellos generó instancias de diálogo, de debate, de intervenciones a partir de experiencias similares o contradictorias…
También es destacable el nivel de las producciones realizadas, así como de las discusiones planteadas en torno a ellas. A través de la praxis investigativa, se han planteado discusiones muy interesantes en relación a cuestiones metodológicas de la investigación, las dificultades concretas que enfrenta el investigador para acceder a la información, o el papel de la teoría en la investigación en ciencias sociales. Incluso se expresó en varios de los trabajos un profundo sentido crítico sobre las propias producciones: se cuestionó la representatividad de las muestras de análisis, se señalaron contradicciones no resueltas, se remarcó la necesidad de tener en cuenta factores que fueran omitidos.
Para quienes hemos asistido a más de un encuentro académico "de profesionales de la investigación", este tipo de propuestas son una especie de oxigenación necesaria. Es también gratificante saber que hay quienes investigan simplemente para responderse, con las herramientas propias de las ciencias sociales, las preguntas que les inspira la sociedad en la que viven, más allá de cualquier especulación de lucro académico-profesional y/o económico. Y es realmente un espacio de aprendizaje aquél en el que uno puede escuchar a quienes hablan –o escriben- porque tienen algo para decir, porque tienen un trabajo que comunicar.
Agradecemos la colaboración de Walter Dell, coordinador del CAJ del Colegio Nº 735, que nos facilitó el espacio para realizar el encuentro y nos acompañó en la jornada y –por supuesto- de todos aquellos que se acercaron a compartir sus experiencias y a escuchar las de otros.
Esperamos que este encuentro sea uno de los primeros pasos hacia la ampliación de este tipo de experiencias de investigación y comunicación hacia los sujetos individuales y colectivos que quisieran participar en ellas. Esperamos aprender de esta experiencia para planificar un próximo encuentro de investigadores para el 2009.
A continuación figuran los links para bajar algunos de los trabajos presentados…
El sábado 29 de noviembre se produjo en instalaciones del Colegio Provincial Nº 735 un encuentro en el que se comunicaron y discutieron trabajos de investigación en ciencias sociales, todos ellos realizados por estudiantes del nivel polimodal de la ciudad de Esquel. En este primer encuentro, contamos con la presencia de una docena de estudiantes exponiendo sus trabajos y discutiéndolos con sus pares, además de la concurrencia de algunos invitados que participaron en los debates.
Los expositores fueron estudiantes de los segundos y terceros años de los polimodales de los colegios Nº 713, Nº 735 y Salesiano, y las temáticas tratadas incluyeron el rendimiento escolar de los alumnos, los estudiantes viajeros en Esquel, la minería en Esquel y las políticas de estado en relación al tema, el trabajo infantil, el pueblo mapuche y su situación en Esquel…
En un contexto en el que los adolescentes son señalados desde el sentido común –e incluso desde el sentido común escolar- como sujetos carentes de interés en educarse, carentes de una visión crítica de la sociedad en la que viven, este encuentro es una clara señal para revisar la pertinencia de ese tipo de ideas.
En primer lugar, es importante destacar el trabajo que implica la tarea de investigación. Planificar una investigación, llevarla a cabo…implica tiempo de discusión, de lectura, de trabajo de campo, de conceptualización. En síntesis, un trabajo de investigación –en términos tendientes a la cientificidad- implica una cantidad, unos plazos y una intensidad de trabajo que no encajan en los simplismos que habitualmente propone la escuela en cuanto a la adquisición de saberes. La producción de conocimiento es "el camino difícil" para el aprendizaje –frente a la simple reproducción que se pide generalmente- y es grato comprobar que aún hay quienes demuestran en los hechos que se puede producir conocimiento a una edad y en un contexto en que la sociedad –y muchas veces también la escuela- parece esperar otra cosa de estas personas. Realizar un trabajo de investigación implica un compromiso con el propio aprendizaje, y un manejo autónomo de ese proceso, mucho mayores de lo que exige la mera supervivencia escolar. El encuentro del sábado –y las producciones de otros estudiantes que no estuvieron allí- es una demostración empírica de que el tan mentado "aprendizaje significativo" no es otro que aquél que tiene su punto de partida en la voluntad de aprender del propio sujeto que aprende.
En ese sentido, el encuentro fue para todos los que allí estuvimos –estudiantes, docentes, invitados- una instancia de aprendizaje. El espacio no se limitó a la mera exposición de los trabajos, sino que cada uno de ellos generó instancias de diálogo, de debate, de intervenciones a partir de experiencias similares o contradictorias…
También es destacable el nivel de las producciones realizadas, así como de las discusiones planteadas en torno a ellas. A través de la praxis investigativa, se han planteado discusiones muy interesantes en relación a cuestiones metodológicas de la investigación, las dificultades concretas que enfrenta el investigador para acceder a la información, o el papel de la teoría en la investigación en ciencias sociales. Incluso se expresó en varios de los trabajos un profundo sentido crítico sobre las propias producciones: se cuestionó la representatividad de las muestras de análisis, se señalaron contradicciones no resueltas, se remarcó la necesidad de tener en cuenta factores que fueran omitidos.
Para quienes hemos asistido a más de un encuentro académico "de profesionales de la investigación", este tipo de propuestas son una especie de oxigenación necesaria. Es también gratificante saber que hay quienes investigan simplemente para responderse, con las herramientas propias de las ciencias sociales, las preguntas que les inspira la sociedad en la que viven, más allá de cualquier especulación de lucro académico-profesional y/o económico. Y es realmente un espacio de aprendizaje aquél en el que uno puede escuchar a quienes hablan –o escriben- porque tienen algo para decir, porque tienen un trabajo que comunicar.
Agradecemos la colaboración de Walter Dell, coordinador del CAJ del Colegio Nº 735, que nos facilitó el espacio para realizar el encuentro y nos acompañó en la jornada y –por supuesto- de todos aquellos que se acercaron a compartir sus experiencias y a escuchar las de otros.
Esperamos que este encuentro sea uno de los primeros pasos hacia la ampliación de este tipo de experiencias de investigación y comunicación hacia los sujetos individuales y colectivos que quisieran participar en ellas. Esperamos aprender de esta experiencia para planificar un próximo encuentro de investigadores para el 2009.
A continuación figuran los links para bajar algunos de los trabajos presentados…
Maximiliano Masquijo
Andrés Castelo
Marcos Sourrouille
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