Por Hernán Scandizzo ((i))
Corcovado: 'Todos estamos con miedo, porque vinieron una vez y van a seguir viniendo'
Corcovado es un pueblo cordillerano, distante 100km al suroeste de Esquel, en el que viven aproximadamente 2000 personas. Se ve como un lugar tranquilo, donde parece que nada va a pasar, y sin embargo pasa. El domingo 8, cerca de las 13, personal de la Brigada de Investigaciones de la Policía del Chubut llegó hasta una vivienda de la familia Bustos –un apellido muy extendido en la comarca. La intención era de detener a Cristian Bustos, buscado desde julio de 2007, fecha en que escapó de la comisaría local -allí cumplía prisión preventiva hasta que quedara firme la condena a prisión perpetua por el asesinato de su hijo Eric, de 9 meses. Los detalles de lo sucedido varían según las fuentes -algunas de las cuales lo narran como un western-, lo cierto es que terminó a sangre y fuego, y con el prófugo fugado: murieron el cabo Leonardo Roberts y Wilson Bustos, y fueron heridos el suboficial Luis Cañumir, en el abdomen; un joven no identificado, en la pierna derecha; y un menor de 16 años, que quedó parapléjico. Los 'jóvenes' eran hermanos de Cristian y Wilson Bustos.
En los días siguientes la prensa cargó contra la extendida familia Bustos, incluso algunas crónicas parecían tomadas de la historia de Billy the Kid. Mientras 300 personas despedían al cabo Roberts, 100 policías buscaban a Cristian Bustos -que la tarde anterior se había esfumado en un pinar. El 9 de marzo el titular del diario Jornada (Comodoro Rivadavia) fue más que elocuente: "Montan cacería humana para capturar al asesino de su beba y de un policía". Raquel Bustos -tía de los hermanos citados- se comunicó con Argentina Indymedia para denunciar los alcances de la cacería humana.
“El tema es este, nosotros no nos estamos oponiendo a los allanamientos, ellos que hagan sus procedimientos, pero como corresponde. Rompieron más de 10 casas, destrozaron todo, golpearon a una anciana de 80 años, que es mi madre. Yo tengo un nieto que tiene 2 años, también sufrió un trauma psicológico; mi nena tiene 8 años, la sacaron apuntando con un fusil de adentro de la pieza; y tengo mi hijo que tiene 24 años, que tampoco se resistió al allanamiento, le quebraron dos costillas a patadas. Él tiene una operación de abdomen agudo de hace dos meses atrás y lo re patearon, se está recuperando de una operación gravísima”, contó Raquel Bustos el jueves por la tarde.
-Eso cuándo sucedió.
Eso sucedió hoy a la mañana, entre las 9 y la 1 de la tarde.
-¿La policía llegó con orden de allanamiento?
Yo estaba en ese momento pintando mi casa y tenía la puerta abierta y como 3 o 4 fusil empezaron a apuntar de más o menos media cuadra; y cuando llegaron me dieron un empujón, me tiraron al piso. La puerta estaba abierta, tengo dos puertas más atrás, las rompieron a patadas. Rompieron la puerta de la pieza a patadas, entraron a sacar a mi hijita de 8 años que estaba ahí; apuntando con un fusil la sentaron en el living.
A mí me tuvieron tirada hasta que dieron vuelta todo. Cuando dijeron: “Está despejado”, entraron otros y me dijeron que tenían orden de allanamiento, pero mientras tanto fue mucha agresión, golpes, todo. Y en todas las casa el procedimiento fue igual.
-¿En todas las casas de la familia Bustos?
Nosotros somos una familia grande acá en Corcovado y hay alrededor de 20 o 30 casas que somos los habitantes de acá.
-¿Pudieron hacer la denuncia?
No pudimos hacer nada, cuando vamos a la comisaría nos maltratan, nos maltrata todo el mundo.
-¿Y en la Fiscalía de Esquel?
Llamamos a Fiscalía y dijeron que ellos habían ordenado los procedimientos pero no el maltrato. Llamamos al SAV, que es el Servicio de Atención a la Víctima, y también nos dicen: “Sí, está bien”, pero se lava todo el mundo las manos.
Al Juez de Paz nosotros le dijimos: “No estamos oponiéndonos a su trabajo, pero sí nos oponemos a que nos destrocen nuestras casas que nos ha costado muchísimo, porque somos todos gente trabajadora, acá, humilde”.
Estaban en el operativo el GEOP [Grupo Especial de Operaciones Policiales], que andan encapuchados y patean.
-¿Enmascarados?
Enmascarados, en ningún momento dieron la cara. A parte con fusil, dieron culatazos a la puerta, partieron las puertas de más de 10 casas.
Aquella conversación no duró mucho más. Ayer por la tarde hubo otra llamada -esta vez en sentido inverso- y más información.
“Hoy fuimos a buscar al campo a mi papá, que tiene 80 años. Y bueno, también lo agredieron, lo maltrataron, le ofrecieron matarlo”, soltó Raquel Bustos, con voz más tranquila aunque no menos angustiada. “Nosotros de la semana pasada que no lo veíamos a mi papá, por suerte lo encontramos vivo, pero lo han maltratado. La policía ha estado todos estos días allá en el campo de los Bustos.”
-¿En la semana fue la policía varias veces?
Sí, estuvieron toda la semana acampados allá. Y ayer [sábado] fuimos al campo nuestro que hacía una semana que estaba cerrado y encontramos toda la propiedad rota. Rotos los sillones, las dos camas que había, rotas, freezer, aparador, sustrajeron cosas. Cuchillos, elementos de la casa, todo eso nos sustrajeron de la propiedad Mesa-Bustos.
Ayer a la tarde fuimos nosotros a hacer la denuncia, llamamos a la fiscal, la fiscal ordenó al oficial Carlos Arias [de la comisaría de Corcovado] que nos tome la denuncia. Estuvimos desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche esperando para que nos tomen la denuncia y no nos tomó la denuncia, se nos rió en la cara. Y el juez de Paz nos tomó un escrito y mañana [por hoy] vamos a ir a la Fiscalía de Esquel a hacer la denuncia.
-¿Finalmente Fiscalía les tomó la denuncia de lo que sucedió el jueves?
Fiscalía vino el día viernes. Se apersonó Fiscalía acá, nos tomó las denuncias por los daños materiales.
-Ahora ustedes van a ampliar la denuncia.
Claro, nosotros dejamos asentado lo de las casas del pueblo, que son como 10, lo de las casas del campo no sabíamos hasta ayer. Ellos tomaron las denuncias del pueblo.
-¿Ustedes ayer a la tarde fueron a la comisaría a hacer la denuncia?
Nosotros a la comisaría no fuimos, buscamos al juez de Paz porque teníamos miedo a represalias de la policía. La Fiscal ordenó que el comisario se traslade hasta el juzgado de Paz, que es cruzar una calle, y no quiso ir.
Nosotros llamamos a los medios de Chubut y todos dijeron que iban a venir, que iban a venir, pero no. Nosotros queríamos hacer un descargo de todo lo que está pasando, porque los nenes están con mucho miedo por los tiros, es un daño psicológico terrible para las criaturas. Y todos estamos con miedo, porque vinieron una vez y van a seguir viniendo. No sabemos a la noche si… Las puertas y las cerraduras de todas nuestras casas están rotas, por ahí uno le mete llave y le tiran todo abajo. Hay un terror acá…
-Cuando ustedes hicieron la denuncia de lo sucedido el jueves, ¿qué les dijo el Fiscal?
Nos dijo que el Estado se va a hacer cargo de los daños materiales.
-¿Y de la violencia con que actuó la policía?
De la violencia nada.
Fuente: http://argentina.indymedia.org/news/2009/03/658990.php
Corcovado: 'Todos estamos con miedo, porque vinieron una vez y van a seguir viniendo'
Corcovado es un pueblo cordillerano, distante 100km al suroeste de Esquel, en el que viven aproximadamente 2000 personas. Se ve como un lugar tranquilo, donde parece que nada va a pasar, y sin embargo pasa. El domingo 8, cerca de las 13, personal de la Brigada de Investigaciones de la Policía del Chubut llegó hasta una vivienda de la familia Bustos –un apellido muy extendido en la comarca. La intención era de detener a Cristian Bustos, buscado desde julio de 2007, fecha en que escapó de la comisaría local -allí cumplía prisión preventiva hasta que quedara firme la condena a prisión perpetua por el asesinato de su hijo Eric, de 9 meses. Los detalles de lo sucedido varían según las fuentes -algunas de las cuales lo narran como un western-, lo cierto es que terminó a sangre y fuego, y con el prófugo fugado: murieron el cabo Leonardo Roberts y Wilson Bustos, y fueron heridos el suboficial Luis Cañumir, en el abdomen; un joven no identificado, en la pierna derecha; y un menor de 16 años, que quedó parapléjico. Los 'jóvenes' eran hermanos de Cristian y Wilson Bustos.
En los días siguientes la prensa cargó contra la extendida familia Bustos, incluso algunas crónicas parecían tomadas de la historia de Billy the Kid. Mientras 300 personas despedían al cabo Roberts, 100 policías buscaban a Cristian Bustos -que la tarde anterior se había esfumado en un pinar. El 9 de marzo el titular del diario Jornada (Comodoro Rivadavia) fue más que elocuente: "Montan cacería humana para capturar al asesino de su beba y de un policía". Raquel Bustos -tía de los hermanos citados- se comunicó con Argentina Indymedia para denunciar los alcances de la cacería humana.
“El tema es este, nosotros no nos estamos oponiendo a los allanamientos, ellos que hagan sus procedimientos, pero como corresponde. Rompieron más de 10 casas, destrozaron todo, golpearon a una anciana de 80 años, que es mi madre. Yo tengo un nieto que tiene 2 años, también sufrió un trauma psicológico; mi nena tiene 8 años, la sacaron apuntando con un fusil de adentro de la pieza; y tengo mi hijo que tiene 24 años, que tampoco se resistió al allanamiento, le quebraron dos costillas a patadas. Él tiene una operación de abdomen agudo de hace dos meses atrás y lo re patearon, se está recuperando de una operación gravísima”, contó Raquel Bustos el jueves por la tarde.
-Eso cuándo sucedió.
Eso sucedió hoy a la mañana, entre las 9 y la 1 de la tarde.
-¿La policía llegó con orden de allanamiento?
Yo estaba en ese momento pintando mi casa y tenía la puerta abierta y como 3 o 4 fusil empezaron a apuntar de más o menos media cuadra; y cuando llegaron me dieron un empujón, me tiraron al piso. La puerta estaba abierta, tengo dos puertas más atrás, las rompieron a patadas. Rompieron la puerta de la pieza a patadas, entraron a sacar a mi hijita de 8 años que estaba ahí; apuntando con un fusil la sentaron en el living.
A mí me tuvieron tirada hasta que dieron vuelta todo. Cuando dijeron: “Está despejado”, entraron otros y me dijeron que tenían orden de allanamiento, pero mientras tanto fue mucha agresión, golpes, todo. Y en todas las casa el procedimiento fue igual.
-¿En todas las casas de la familia Bustos?
Nosotros somos una familia grande acá en Corcovado y hay alrededor de 20 o 30 casas que somos los habitantes de acá.
-¿Pudieron hacer la denuncia?
No pudimos hacer nada, cuando vamos a la comisaría nos maltratan, nos maltrata todo el mundo.
-¿Y en la Fiscalía de Esquel?
Llamamos a Fiscalía y dijeron que ellos habían ordenado los procedimientos pero no el maltrato. Llamamos al SAV, que es el Servicio de Atención a la Víctima, y también nos dicen: “Sí, está bien”, pero se lava todo el mundo las manos.
Al Juez de Paz nosotros le dijimos: “No estamos oponiéndonos a su trabajo, pero sí nos oponemos a que nos destrocen nuestras casas que nos ha costado muchísimo, porque somos todos gente trabajadora, acá, humilde”.
Estaban en el operativo el GEOP [Grupo Especial de Operaciones Policiales], que andan encapuchados y patean.
-¿Enmascarados?
Enmascarados, en ningún momento dieron la cara. A parte con fusil, dieron culatazos a la puerta, partieron las puertas de más de 10 casas.
Aquella conversación no duró mucho más. Ayer por la tarde hubo otra llamada -esta vez en sentido inverso- y más información.
“Hoy fuimos a buscar al campo a mi papá, que tiene 80 años. Y bueno, también lo agredieron, lo maltrataron, le ofrecieron matarlo”, soltó Raquel Bustos, con voz más tranquila aunque no menos angustiada. “Nosotros de la semana pasada que no lo veíamos a mi papá, por suerte lo encontramos vivo, pero lo han maltratado. La policía ha estado todos estos días allá en el campo de los Bustos.”
-¿En la semana fue la policía varias veces?
Sí, estuvieron toda la semana acampados allá. Y ayer [sábado] fuimos al campo nuestro que hacía una semana que estaba cerrado y encontramos toda la propiedad rota. Rotos los sillones, las dos camas que había, rotas, freezer, aparador, sustrajeron cosas. Cuchillos, elementos de la casa, todo eso nos sustrajeron de la propiedad Mesa-Bustos.
Ayer a la tarde fuimos nosotros a hacer la denuncia, llamamos a la fiscal, la fiscal ordenó al oficial Carlos Arias [de la comisaría de Corcovado] que nos tome la denuncia. Estuvimos desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche esperando para que nos tomen la denuncia y no nos tomó la denuncia, se nos rió en la cara. Y el juez de Paz nos tomó un escrito y mañana [por hoy] vamos a ir a la Fiscalía de Esquel a hacer la denuncia.
-¿Finalmente Fiscalía les tomó la denuncia de lo que sucedió el jueves?
Fiscalía vino el día viernes. Se apersonó Fiscalía acá, nos tomó las denuncias por los daños materiales.
-Ahora ustedes van a ampliar la denuncia.
Claro, nosotros dejamos asentado lo de las casas del pueblo, que son como 10, lo de las casas del campo no sabíamos hasta ayer. Ellos tomaron las denuncias del pueblo.
-¿Ustedes ayer a la tarde fueron a la comisaría a hacer la denuncia?
Nosotros a la comisaría no fuimos, buscamos al juez de Paz porque teníamos miedo a represalias de la policía. La Fiscal ordenó que el comisario se traslade hasta el juzgado de Paz, que es cruzar una calle, y no quiso ir.
Nosotros llamamos a los medios de Chubut y todos dijeron que iban a venir, que iban a venir, pero no. Nosotros queríamos hacer un descargo de todo lo que está pasando, porque los nenes están con mucho miedo por los tiros, es un daño psicológico terrible para las criaturas. Y todos estamos con miedo, porque vinieron una vez y van a seguir viniendo. No sabemos a la noche si… Las puertas y las cerraduras de todas nuestras casas están rotas, por ahí uno le mete llave y le tiran todo abajo. Hay un terror acá…
-Cuando ustedes hicieron la denuncia de lo sucedido el jueves, ¿qué les dijo el Fiscal?
Nos dijo que el Estado se va a hacer cargo de los daños materiales.
-¿Y de la violencia con que actuó la policía?
De la violencia nada.
Fuente: http://argentina.indymedia.org/news/2009/03/658990.php
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