miércoles, marzo 11, 2009

Migración: “Nadie trató a Jesús, María y José como sudacas”, por Antonio Elio Brailovsky


Por Antonio Elio Brailovsky

Queridos amigos:

Los extraordinarios maltratos sufridos por migrantes y turistas de muchos países en Europa contrastan con el silencio de la mayor parte de nuestras autoridades ante esos abusos. Parecen hacer aceptado que las reglas del juego de la globalización dan todos los derechos a los capitales y ninguno a las personas. Así, el dinero puede moverse sin trabas de un país a otro, pero los seres humanos no pueden hacerlo.

Ha circulado muy poca información sobre las características de esos abusos, de modo que queremos hacer conocer las instrucciones que una entidad de latinoamericanos residentes en España da a quienes quieran viajar a ese país.

El Casal Argentino en Barcelona informa, por ejemplo, que los turistas que ingresen a España tienen que demostrar, además del obvio pasaporte, una serie de requisitos que incluyen una clara invasión en su vida privada y en la vida privada de quienes los invitan. La Guardia Civil puede retenerlos en el aeropuerto sin dejarlos entrar al país o dejarlos pasar sin sellarles el pasaporte, lo que significa su expulsión en la próxima redada.

Quienes los inviten tienen que registrar en la policía que están invitando a un extranjero, tienen que presentar la escritura o el contrato de alquiler de la casa en que se alojarán, y están amenazados de prisión de hasta 8 años si algún dato de los que den se considera falso.

La lectura de ese informe me recordó épocas que creía pasadas.

Me pregunto por qué nuestras autoridades no están recordando a quienes hicieron esas normas que América Latina fue siempre el refugio para los europeos que escapaban del hambre o de la guerra. La Constitución argentina declara desde 1853 que su propósito es "asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino". Otros países no lo dicen en sus Constituciones, pero lo mantienen en los hechos. Basta con recordar el asilo que dieron los mexicanos a los republicanos españoles y contrastarlo con el maltrato que hoy sufren en una España gobernada por el mismo signo político que el de esos exiliados.

Pero hay una deuda más profunda con los extranjeros, que los europeos no pueden pasar por alto.

Hace un poco más de 2.000 años, en medio del terror que reinaba en Judea, una familia huyó del rey Herodes y buscó refugio en Egipto. No conocemos demasiado de esa etapa de la vida de Jesús, pero sabemos que la única posibilidad que tenían de sobrevivir en África era que José trabajara de lo que sabía hacer. Trabajó de carpintero y a nadie se le ocurrió expulsarlos del país o impedir que José ejerciera su oficio.

De modo que debemos la existencia misma del cristianismo a que los sentimientos humanitarios de los paganos africanos fueron mucho mas fuertes que los de los cristianos de la Europa actual.

En esta entrega ustedes reciben:

El recordatorio del comienzo de nuestro curso sobre Cómo Organizar una Defensoría Ambiental.

El informe del Casal Argentino en Barcelona sobre obstáculos a los turistas y viajeros latinoamericanos en España.

La obra de arte que acompaña esta entrega es un detalle del óleo "La huída a Egipto" del español Bartolomé Esteban Murillo. La mirada de José es la misma que hemos visto en los africanos que embarcan en las pateras y refleja la angustia del exiliado ante lo desconocido.

Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky

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