Por Corina Milán *
Estamos ante un paro docente para pedir paritarias en las que se pueda negociar un aumento salarial. Involucrarse, participar, hacer el paro y movilizarse es muy difícil; si bien esto parece inherente a la actividad militante, resulta más complejo de lo que debería ser en condiciones mínimamente racionales. Analicemos algunas cuestiones que nos juegan en contra como protagonistas de esta historia.
El descuento brutal
El descuento que nos hacen por un día de paro, además de violar el constitucional derecho a huelga transformándose en el principal elemento de desarticulación de reclamos, es un robo para la corona porque supera el monto que nos pagan por día trabajado (es evidente que si nos pagaran lo que nos descuentan por día, no sería necesario reclamar mejora salarial); por otra parte, el gobierno jamás explicita el destino de esas enormes cantidad de dinero que descuenta, entonces muchos docentes que están de acuerdo con la causa dicen no hacer paro porque creen que le regalan su sueldo al gobierno ladrón.
Cabe mencionar que la aplicación de este tipo de descuentos no es igual en todo el país, aquí se escudan en una ley de la época del menemismo; pero, por ejemplo, en Buenos Aires a los docentes que paran no les descuentan el día de huelga, por eso cuando hay que plantarse, PARAN TODOS y es el gobierno el que se siente presionado para NEGOCIAR porque sino no hay clases. En Neuquén los docentes han conseguido que les devuelvan montos descontados por paros. Esa es la lucha legal que los chubutenses debemos dar de aquí en más, tenemos que encontrar los mecanismos para revertir el planteo perverso de los descuentos y apelar masivamente, ese es el punto de partida para poder tener un mínimo de fuerza corporativa y pulsear de igual a igual con el gobierno-patrón.
Es mentira que los docentes que no paran son aliados del gobierno y llaman al gobernador para felicitarlo (no conozco a ninguno de esos entre mis colegas), la mayoría de los que van a trabajar el día de paro no tienen opción: si ya no llegan a fin de mes con lo que ganan, con $100 o $200 menos, no pueden vivir. Si el gobernador quiere medir fuerzas para conocer verdaderamente quiénes son sus aliados, debería atreverse a suprimir el descuento y así veríamos cuántos docentes paran. Por algo no lo hace: no habría clases en ninguna escuela de la provincia.
Los medios de comunicación
Las posibilidades de comunicación masiva que tiene el gobierno son ostensiblemente superiores a las que tenemos los docentes: la pauta tiene compradas las almas de casi todos los medios de prensa provinciales que por algo cubren los movimientos oficiales en cadena, con un detalle que debe aburrir hasta a los propios funcionarios (¿no han estado en la situación de tener que cambiar el dial para no morir de hartazgo, después de cuarenta minutos de transmisión de un acto dasnevista inaugurando un buzón?). Y la performance de los periodistas lo confirma: los oficialistas hacen gala de una obsecuencia melosa y los que intentan mantener una posición alternativa (porque no hay opositores o críticos, por lo menos que tengan voz o pluma activa) apelan a la elegante narración de lo que se ve, jamás preguntas incómodas para funcionarios, jamás investigación o denuncia.
En relación con el paro del 2 de marzo, los medios se limitaron a reproducir los números mentirosos que enunciaron los funcionarios y, obviamente, no los confrontaron con la realidad. Los movileros fueron a celebrar el comienzo de clases de las escuelas que trabajaron, no fueron a las que estaban sin clases (muchas en la provincia y por lo menos, tres en nuestra ciudad). Las preguntas capsiosas e incómodas se las hicieron a los docentes, se escuchó a conductores radiales de Esquel: “¿Pero uds. no entienden que en una situación de crisis son privilegiados que tienen estabilidad laboral y un sueldo a fin de mes?”, “¿No es que la gente ya no cree en los gremialistas y por eso no para?”, “¿Vos cuánto ganas?” (nunca escuché que le pregunten eso al gobernador o a un ministro).
Las cifras del paro del 2: la gran mentira
El lunes 2, el gobierno provincial se tomó la molestia de hacer una conferencia de prensa y convocar a medios nacionales (TN, Radio del Plata… que no deben haber venido gratis) para anunciar que el paro era un fracaso con un 10% de docentes adheridos. MENTIRA. En la comarca (Puelo, El Hoyo, Epuyén) fue fortísimo con más de 70% de adhesión; en Madryn fue del 60%, en Comodoro, Trelew y Rawson estuvo entre el 40 y el 50%.
En Esquel se dijo que no existió. La responsable de Delegación Administrativa anunció a media mañana que eran 16 docentes en toda la ciudad. MENTIRA. Sólo en el Jardín 409 hubo 15 docentes haciendo paro y no se dictaron clases allí. Se informó que en los Colegios 701 y 735 había sólo un docente de paro, como escuchaba la radio en casa creí que era yo, porque debía trabajar en ambos establecimientos ese día. Más tarde, en la movilización, me encontré con casi 10 compañeros más de cada uno de esos Colegios que también habían parado. En la escuela 200 pararon todos, en la escuela 210 también, en el CESAC también. ¿A cuánto se nos va la cuenta? No lo sabemos con certeza porque muchos directores ocultan o cambian los números de docentes adheridos cuando los gremialistas docentes preguntan para contabilizar.
Entonces, el paro sí existió y fue importante: un 50 % de adhesión (promedio de toda la provincia) indica que hubo muchísimos docentes que hicieron el sacrificio económico de hacer paro porque creen que es la única forma de darle visibilidad al conflicto. Sin embargo, los numerólogos oficialistas, alumnos de Moreno, recortaron las cifras como hacen con el costo de vida en el INDEC y llamaron a sus empleados mediáticos para que los ayuden a reproducir la mentira, privando a los docentes de mostrar la envergadura de ese enorme gesto de dignidad que se pone en juego en un paro absolutamente legítimo y necesario.
La otra cara de las inauguraciones de obras escolares.
“Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía” es el refrán que mejor se ajusta a la forma de operar que tiene el gobierno con las obras escolares que inaugura. Si bien es una de las funciones del estado construir, ampliar, mejorar y mantener los edificios escolares utilizando los recursos que son de todos; este gobierno plantea las cosas en el plano del mérito personal del caudillo mayor y su gestión brillante. Puesto de una manera ilustrativa casi ridícula: el médico no se jacta de que cura y el docente no pide que lo aplaudan porque enseña; si el gobierno hace aulas o escuelas está haciendo uno de sus trabajos, ni más ni menos. Sin embargo, en esta provincia, el séquito inaugurador, gastando fortunas de esos mismos recursos que son de todos, se mueve montando actos rimbombantes y ampulosos para jactarse de la bondad infinita que los lleva a “regalar” un SUM, un aula o un puñado de bancos. Esperan que todos a su paso lloren, besen el anillo y agradezcan de rodillas el gesto dadivoso; los directivos van a la peluquería y le piden a los porteros que hagan brillar los pisos, los chicos se forman derechitos, los docentes deben mostrarse estoicos y colaborar con el acto.
¿Cómo van a hacer paro los docentes justo el día que vienen a inaugurar “el regalo”, el día que los supremos gobernantes se acordaron de darles eso que necesitaban para trabajar y les llevó años de reclamos y súplicas? Es comprensible que los compañeros docentes de las escuelas visitadas por el gobernador para celebrar inauguraciones estén en una posición más incómoda para ejercer su derecho a huelga; son víctimas de una forma más sutil y perversa de coerción.
Otra cuestión: el detalle de los costos de las obras escolares, ¿dónde se publica? ¿cómo podemos controlarlos? Aunque si los números que muestran los dan vuelta como los de las cifras del paro, me surgen muchas dudas sobre la correcta utilización de los recursos públicos.
La crisis de representación y la fragmentación del colectivo docente
Los docentes nos debemos una fuerte autocrítica en este sentido: estamos desunidos, incomunicados, indiferentes, no participamos, no nos apropiamos de los espacios de poder desde los cuales podríamos luchar para conseguir mejoras laborales. Hay múltiples razones y resulta complejo incluso enunciarlas; sin embargo, debemos comenzar por combatir nuestro propio escepticismo y pensar en ser parte de algo nuevo. Tenemos que involucrarnos de alguna manera, formando parte de una organización gremial o no, simplemente estando atentos a lo que pasa, a lo que se hace o charla en asambleas, en encuentros de docentes; poner el cuerpo en una marcha; reenviar un mail para avisarle a otro de una acción; escribir una carta de lector o llamar a una radio cuando escuchamos mentiras y agresiones que dañan nuestra imagen; hacer un cartel; estar atento al que quiere, pero no puede hacer paro para ver cómo ayudarlo.
Es imperioso volver a tejer una red desde los vínculos más básicos, los humanos, volver a ser COMPAÑEROS que se ayudan, que tiran para el mismo lado (por favor, lean o relean la maravillosa nota de Daniel Moliterno sobre la SOLIDARIDAD donde argumenta mejor que yo estas cuestiones).
Hay buenas señales en ese sentido que debemos profundizar y hacer crecer: por primera vez, todos los sindicatos docentes están trabajando juntos y se realizan reuniones abiertas en las que también participamos los docentes no agremiados; hay delegados en casi todas las escuelas que transmiten la información de lo que sucede con sus colegas y en las asambleas. Rápidamente, se puede percibir que cuando nos comunicamos surgen necesidades y acciones comunes. Queda muchísimo por hacer, pero es el momento de UNIRNOS. Aunque la cancha esté embarrada, juguemos dignamente:
EL LUNES 9 VAYAMOS TODOS AL PARO.
Nos vemos en la movilización.
* Docente de Esquel
D.N.I. 24.021.935
Estamos ante un paro docente para pedir paritarias en las que se pueda negociar un aumento salarial. Involucrarse, participar, hacer el paro y movilizarse es muy difícil; si bien esto parece inherente a la actividad militante, resulta más complejo de lo que debería ser en condiciones mínimamente racionales. Analicemos algunas cuestiones que nos juegan en contra como protagonistas de esta historia.
El descuento brutal
El descuento que nos hacen por un día de paro, además de violar el constitucional derecho a huelga transformándose en el principal elemento de desarticulación de reclamos, es un robo para la corona porque supera el monto que nos pagan por día trabajado (es evidente que si nos pagaran lo que nos descuentan por día, no sería necesario reclamar mejora salarial); por otra parte, el gobierno jamás explicita el destino de esas enormes cantidad de dinero que descuenta, entonces muchos docentes que están de acuerdo con la causa dicen no hacer paro porque creen que le regalan su sueldo al gobierno ladrón.
Cabe mencionar que la aplicación de este tipo de descuentos no es igual en todo el país, aquí se escudan en una ley de la época del menemismo; pero, por ejemplo, en Buenos Aires a los docentes que paran no les descuentan el día de huelga, por eso cuando hay que plantarse, PARAN TODOS y es el gobierno el que se siente presionado para NEGOCIAR porque sino no hay clases. En Neuquén los docentes han conseguido que les devuelvan montos descontados por paros. Esa es la lucha legal que los chubutenses debemos dar de aquí en más, tenemos que encontrar los mecanismos para revertir el planteo perverso de los descuentos y apelar masivamente, ese es el punto de partida para poder tener un mínimo de fuerza corporativa y pulsear de igual a igual con el gobierno-patrón.
Es mentira que los docentes que no paran son aliados del gobierno y llaman al gobernador para felicitarlo (no conozco a ninguno de esos entre mis colegas), la mayoría de los que van a trabajar el día de paro no tienen opción: si ya no llegan a fin de mes con lo que ganan, con $100 o $200 menos, no pueden vivir. Si el gobernador quiere medir fuerzas para conocer verdaderamente quiénes son sus aliados, debería atreverse a suprimir el descuento y así veríamos cuántos docentes paran. Por algo no lo hace: no habría clases en ninguna escuela de la provincia.
Los medios de comunicación
Las posibilidades de comunicación masiva que tiene el gobierno son ostensiblemente superiores a las que tenemos los docentes: la pauta tiene compradas las almas de casi todos los medios de prensa provinciales que por algo cubren los movimientos oficiales en cadena, con un detalle que debe aburrir hasta a los propios funcionarios (¿no han estado en la situación de tener que cambiar el dial para no morir de hartazgo, después de cuarenta minutos de transmisión de un acto dasnevista inaugurando un buzón?). Y la performance de los periodistas lo confirma: los oficialistas hacen gala de una obsecuencia melosa y los que intentan mantener una posición alternativa (porque no hay opositores o críticos, por lo menos que tengan voz o pluma activa) apelan a la elegante narración de lo que se ve, jamás preguntas incómodas para funcionarios, jamás investigación o denuncia.
En relación con el paro del 2 de marzo, los medios se limitaron a reproducir los números mentirosos que enunciaron los funcionarios y, obviamente, no los confrontaron con la realidad. Los movileros fueron a celebrar el comienzo de clases de las escuelas que trabajaron, no fueron a las que estaban sin clases (muchas en la provincia y por lo menos, tres en nuestra ciudad). Las preguntas capsiosas e incómodas se las hicieron a los docentes, se escuchó a conductores radiales de Esquel: “¿Pero uds. no entienden que en una situación de crisis son privilegiados que tienen estabilidad laboral y un sueldo a fin de mes?”, “¿No es que la gente ya no cree en los gremialistas y por eso no para?”, “¿Vos cuánto ganas?” (nunca escuché que le pregunten eso al gobernador o a un ministro).
Las cifras del paro del 2: la gran mentira
El lunes 2, el gobierno provincial se tomó la molestia de hacer una conferencia de prensa y convocar a medios nacionales (TN, Radio del Plata… que no deben haber venido gratis) para anunciar que el paro era un fracaso con un 10% de docentes adheridos. MENTIRA. En la comarca (Puelo, El Hoyo, Epuyén) fue fortísimo con más de 70% de adhesión; en Madryn fue del 60%, en Comodoro, Trelew y Rawson estuvo entre el 40 y el 50%.
En Esquel se dijo que no existió. La responsable de Delegación Administrativa anunció a media mañana que eran 16 docentes en toda la ciudad. MENTIRA. Sólo en el Jardín 409 hubo 15 docentes haciendo paro y no se dictaron clases allí. Se informó que en los Colegios 701 y 735 había sólo un docente de paro, como escuchaba la radio en casa creí que era yo, porque debía trabajar en ambos establecimientos ese día. Más tarde, en la movilización, me encontré con casi 10 compañeros más de cada uno de esos Colegios que también habían parado. En la escuela 200 pararon todos, en la escuela 210 también, en el CESAC también. ¿A cuánto se nos va la cuenta? No lo sabemos con certeza porque muchos directores ocultan o cambian los números de docentes adheridos cuando los gremialistas docentes preguntan para contabilizar.
Entonces, el paro sí existió y fue importante: un 50 % de adhesión (promedio de toda la provincia) indica que hubo muchísimos docentes que hicieron el sacrificio económico de hacer paro porque creen que es la única forma de darle visibilidad al conflicto. Sin embargo, los numerólogos oficialistas, alumnos de Moreno, recortaron las cifras como hacen con el costo de vida en el INDEC y llamaron a sus empleados mediáticos para que los ayuden a reproducir la mentira, privando a los docentes de mostrar la envergadura de ese enorme gesto de dignidad que se pone en juego en un paro absolutamente legítimo y necesario.
La otra cara de las inauguraciones de obras escolares.
“Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía” es el refrán que mejor se ajusta a la forma de operar que tiene el gobierno con las obras escolares que inaugura. Si bien es una de las funciones del estado construir, ampliar, mejorar y mantener los edificios escolares utilizando los recursos que son de todos; este gobierno plantea las cosas en el plano del mérito personal del caudillo mayor y su gestión brillante. Puesto de una manera ilustrativa casi ridícula: el médico no se jacta de que cura y el docente no pide que lo aplaudan porque enseña; si el gobierno hace aulas o escuelas está haciendo uno de sus trabajos, ni más ni menos. Sin embargo, en esta provincia, el séquito inaugurador, gastando fortunas de esos mismos recursos que son de todos, se mueve montando actos rimbombantes y ampulosos para jactarse de la bondad infinita que los lleva a “regalar” un SUM, un aula o un puñado de bancos. Esperan que todos a su paso lloren, besen el anillo y agradezcan de rodillas el gesto dadivoso; los directivos van a la peluquería y le piden a los porteros que hagan brillar los pisos, los chicos se forman derechitos, los docentes deben mostrarse estoicos y colaborar con el acto.
¿Cómo van a hacer paro los docentes justo el día que vienen a inaugurar “el regalo”, el día que los supremos gobernantes se acordaron de darles eso que necesitaban para trabajar y les llevó años de reclamos y súplicas? Es comprensible que los compañeros docentes de las escuelas visitadas por el gobernador para celebrar inauguraciones estén en una posición más incómoda para ejercer su derecho a huelga; son víctimas de una forma más sutil y perversa de coerción.
Otra cuestión: el detalle de los costos de las obras escolares, ¿dónde se publica? ¿cómo podemos controlarlos? Aunque si los números que muestran los dan vuelta como los de las cifras del paro, me surgen muchas dudas sobre la correcta utilización de los recursos públicos.
La crisis de representación y la fragmentación del colectivo docente
Los docentes nos debemos una fuerte autocrítica en este sentido: estamos desunidos, incomunicados, indiferentes, no participamos, no nos apropiamos de los espacios de poder desde los cuales podríamos luchar para conseguir mejoras laborales. Hay múltiples razones y resulta complejo incluso enunciarlas; sin embargo, debemos comenzar por combatir nuestro propio escepticismo y pensar en ser parte de algo nuevo. Tenemos que involucrarnos de alguna manera, formando parte de una organización gremial o no, simplemente estando atentos a lo que pasa, a lo que se hace o charla en asambleas, en encuentros de docentes; poner el cuerpo en una marcha; reenviar un mail para avisarle a otro de una acción; escribir una carta de lector o llamar a una radio cuando escuchamos mentiras y agresiones que dañan nuestra imagen; hacer un cartel; estar atento al que quiere, pero no puede hacer paro para ver cómo ayudarlo.
Es imperioso volver a tejer una red desde los vínculos más básicos, los humanos, volver a ser COMPAÑEROS que se ayudan, que tiran para el mismo lado (por favor, lean o relean la maravillosa nota de Daniel Moliterno sobre la SOLIDARIDAD donde argumenta mejor que yo estas cuestiones).
Hay buenas señales en ese sentido que debemos profundizar y hacer crecer: por primera vez, todos los sindicatos docentes están trabajando juntos y se realizan reuniones abiertas en las que también participamos los docentes no agremiados; hay delegados en casi todas las escuelas que transmiten la información de lo que sucede con sus colegas y en las asambleas. Rápidamente, se puede percibir que cuando nos comunicamos surgen necesidades y acciones comunes. Queda muchísimo por hacer, pero es el momento de UNIRNOS. Aunque la cancha esté embarrada, juguemos dignamente:
EL LUNES 9 VAYAMOS TODOS AL PARO.
Nos vemos en la movilización.
* Docente de Esquel
D.N.I. 24.021.935
4 Comentá esta nota:
Ayyy....Corina, que nivel de FASCISMO que tenes !!. No te das cuenta que con tanta intolerancia le haces el caldo gordo a este gobierno de mierda. Fijate : el gobierno es una cagada, pero vos le exigis que te "banque"tu protesta.Y vos que riesgo asumis? , en toda negociacion en cualquier orden de la vida, se asumen riesgos. Los medios y los periodistas estan todos "comprados", tambien les exigis que dejen de cobrar sus sueldos, para ser voceros de tu protesta. Y tus companeros, que "no pueden" hacer paro porque no llegan a fin de mes, los beneficiarios directos de la protesta, los que mas se deberían jugar en el reclamo,no, con esos sos indulgente. Una "autocritica" les exigis. No será que el "colectivo docente" en general esta comodo asi, o que entendió que el resto de la sociedad no se banca mas los paros docentes.
Se que sos buena docente (un poco gritona dicen los pibes) Tal vez deberias ser menos intolerante con los que no piensan como vos y tratar de sumar a un debate productivo sobre la sociedad que construimos dia a dia. Y tal vez menos exajerada para las cosas (como eso de los kilos de ceniza que comian los pibes por la calle, cuando abogabas por suspender las clases por el volcan. Atte El Gato
no te conozco ni a vos ni a corina, pero queda claro que el nivel de fascismo alto está en vos, que hablás desde un seudónimo. Creo que la nota es pertinente y se puede aplicar a la realidad que vivimos los docentes en Rawson y Trelew.Bueno, era eso, ah y sí, "exajerada" va con "g" de Gato
Andrés Gómez
Francamente, me siento sorprendida y honrada por los dos comentarios que leí: el del gato que da clases de ética sin dar el nombre, un verdadero "comprometido"; y el de Andrés, compañero a quien no conozco pero agradezco su amabilidad por defenderme del felino.
Para el peludo: como buen gato, sabrás que las apasionadas somos gritonas, lo que no sabes es que puedo tolerar que la gente piense distinto, tampoco sabes que el fascismo no es sinónimo de intolerancia (es algo más complejo que estudiando historia quizás entiendas) y de fascista no tengo nada y no sabes que me juego con cada cosa que hago para construir una sociedad mejor, de hecho ser un buen docente es una de esas formas. Gracias por seguirme tan de cerca y hasta recordar mis palabras, te cuento entre mis admiradores. Un beso.
che.. cuanto gato pelotudo hay en esta provincia no?
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