Por José Hernán Díaz Varela *
Hace ya unos meses, en octubre de 2008, y en oportunidad de un conflicto intergremial entre los sindicatos docentes del Chubut, escribí una nota en la que bregaba por la formación de un “Siutech”, un sindicato único de educadores, y advertía que entre los 2.450 afiliados de Atech y los 1.200 de Sitraed sumaban un tercio de los docentes de esta provincia. A esto debe añadirse la nómina del Sadop, el gremio que representa los docentes de escuelas privadas.
Pues bien, estos tres gremios han unido fuerzas en sus reclamos sectoriales y acordaron un paro provincial docente para el próximo lunes 02 de marzo como parte de la estrategia de lucha por una recomposición salarial que, medianamente, logre siquiera tocarle la espalda a la inflación, los impuestazos y los tarifazos que ametrallaron nuestra economía hogareña durante todo el 2008 y continúan durante este año.
Es decir, bien hechas las cuentas y ante semejante consenso, habría que tomar como base de cálculo del paro del próximo lunes, por lo menos, al 30 por ciento de los docentes que, supongo, responderán orgánicamente a la decisión de los gremios que los representan. Y en el caso de los docentes que no estamos afiliados, ésta es la oportunidad de apoyar una medida concreta, directa y altamente eficaz si todos los educadores dejamos de cuidar la quintita propia y vamos al paro y a las movilizaciones del lunes con un reclamo colectivo unánime.
Por otra parte, preocupa seriamente la visión minimizadora del gobierno provincial –es decir, del gobernador Das Neves, cuya política comunicacional emula a la del gobierno nacional, en la que el ejecutivo habla constantemente y corta cintas mientras un amaestrado séquito de funcionarios aplaude hasta enrojecer las palmas- que desprecia no sólo la esencia del reclamo salarial sino la misma figura de referentes gremiales de Atech (“De Chañampa o Chanampa, no sé”, como cita el diario El Chubut del 28/2/09).
“El lunes todos los docentes van a ir a la escuela, porque nosotros pagamos los sueldos”, aseguró Das Neves, quien el mismo lunes encabezará una maratón de inauguraciones de obras vinculadas a la cartera de Educación, acompañado por un pelotón de funcionarios y prolijamente documentado por los medios oficiales. Y nosotros, los trabajadores chubutenses, les “pagamos los sueldos” y los viáticos a todos ellos y asumimos el sobreprecio de la obra pública. Así, los políticos y sus amigos se “salvan” mientras las empresas despiden obreros y los sueldos de los empleados públicos y privados se licuan vía inflación y aumento de impuestos y tarifas de servicios. Como ejemplo, en Trevelin los diez concejales, peronistas, radicales y vecinalistas, aprobaron por unanimidad un aumento del ciento veinte por ciento en sus “dietas” en la misma ordenanza en la que sancionaron un paquete impositivo que afectó fuertemente a los contribuyentes y autorizaron al ejecutivo municipal a endeudar por veinte años al municipio en obra pública no prioritaria. Excelente muestra de espíritu de cuerpo por sobre los intereses de la comunidad.
Jorge Luis Borges, con fina ironía y algo de gorilismo, sostenía que “la democracia es un abuso de las estadísticas”. En ese sentido, el gobierno ha hecho de esta “numerología” un argumento de legitimidad. Si jugamos con estas reglas, el gobierno no podría desconocer un reclamo avalado por un paro masivo de los educadores.
Un día menos de clases no va a afectar ni la integridad del ciclo lectivo ni va a frustrar el proceso de aprendizaje de ningún alumno, pero sí podría marcar la cancha y darle a los gremios el argumento decisivo en la mesa de negociación salarial. Un paro como el del lunes sirve, si es masivo, para ordenar la agenda y fijar las prioridades a un gobierno acostumbrado a plebiscitar su gestión. Si es minoritario, en este contexto, implica no sólo la conformidad con nuestros salarios, sino con toda la política educativa de este gobierno.
Hace ya unos meses, en octubre de 2008, y en oportunidad de un conflicto intergremial entre los sindicatos docentes del Chubut, escribí una nota en la que bregaba por la formación de un “Siutech”, un sindicato único de educadores, y advertía que entre los 2.450 afiliados de Atech y los 1.200 de Sitraed sumaban un tercio de los docentes de esta provincia. A esto debe añadirse la nómina del Sadop, el gremio que representa los docentes de escuelas privadas.
Pues bien, estos tres gremios han unido fuerzas en sus reclamos sectoriales y acordaron un paro provincial docente para el próximo lunes 02 de marzo como parte de la estrategia de lucha por una recomposición salarial que, medianamente, logre siquiera tocarle la espalda a la inflación, los impuestazos y los tarifazos que ametrallaron nuestra economía hogareña durante todo el 2008 y continúan durante este año.
Es decir, bien hechas las cuentas y ante semejante consenso, habría que tomar como base de cálculo del paro del próximo lunes, por lo menos, al 30 por ciento de los docentes que, supongo, responderán orgánicamente a la decisión de los gremios que los representan. Y en el caso de los docentes que no estamos afiliados, ésta es la oportunidad de apoyar una medida concreta, directa y altamente eficaz si todos los educadores dejamos de cuidar la quintita propia y vamos al paro y a las movilizaciones del lunes con un reclamo colectivo unánime.
Por otra parte, preocupa seriamente la visión minimizadora del gobierno provincial –es decir, del gobernador Das Neves, cuya política comunicacional emula a la del gobierno nacional, en la que el ejecutivo habla constantemente y corta cintas mientras un amaestrado séquito de funcionarios aplaude hasta enrojecer las palmas- que desprecia no sólo la esencia del reclamo salarial sino la misma figura de referentes gremiales de Atech (“De Chañampa o Chanampa, no sé”, como cita el diario El Chubut del 28/2/09).
“El lunes todos los docentes van a ir a la escuela, porque nosotros pagamos los sueldos”, aseguró Das Neves, quien el mismo lunes encabezará una maratón de inauguraciones de obras vinculadas a la cartera de Educación, acompañado por un pelotón de funcionarios y prolijamente documentado por los medios oficiales. Y nosotros, los trabajadores chubutenses, les “pagamos los sueldos” y los viáticos a todos ellos y asumimos el sobreprecio de la obra pública. Así, los políticos y sus amigos se “salvan” mientras las empresas despiden obreros y los sueldos de los empleados públicos y privados se licuan vía inflación y aumento de impuestos y tarifas de servicios. Como ejemplo, en Trevelin los diez concejales, peronistas, radicales y vecinalistas, aprobaron por unanimidad un aumento del ciento veinte por ciento en sus “dietas” en la misma ordenanza en la que sancionaron un paquete impositivo que afectó fuertemente a los contribuyentes y autorizaron al ejecutivo municipal a endeudar por veinte años al municipio en obra pública no prioritaria. Excelente muestra de espíritu de cuerpo por sobre los intereses de la comunidad.
Jorge Luis Borges, con fina ironía y algo de gorilismo, sostenía que “la democracia es un abuso de las estadísticas”. En ese sentido, el gobierno ha hecho de esta “numerología” un argumento de legitimidad. Si jugamos con estas reglas, el gobierno no podría desconocer un reclamo avalado por un paro masivo de los educadores.
Un día menos de clases no va a afectar ni la integridad del ciclo lectivo ni va a frustrar el proceso de aprendizaje de ningún alumno, pero sí podría marcar la cancha y darle a los gremios el argumento decisivo en la mesa de negociación salarial. Un paro como el del lunes sirve, si es masivo, para ordenar la agenda y fijar las prioridades a un gobierno acostumbrado a plebiscitar su gestión. Si es minoritario, en este contexto, implica no sólo la conformidad con nuestros salarios, sino con toda la política educativa de este gobierno.
Conozco muchos docentes que “nunca hacen paros”. Pero este análisis general no sirve. El paro es una medida excepcional y estratégica. Las circunstancias de oportunidad y conveniencia deben analizarse en cada paro, no en “los paros”. El lunes puede ser el comienzo de algo nuevo, de un cambio positivo. El lunes voy a caminar, junto con mis compañeros docentes, por las calles de Esquel reclamando, oportuna, conveniente y democráticamente, lo que simplemente es justo.
* Profesor en Lengua y Comunicación Oral y Escrita
D.I.: 17.536.512 - Trevelin - Chubut