Por José Fernando Nuño *
Hay novedades en la megacausa Banco Chubut que se reinicia el martes 10 de marzo.
Se habla que el imputado John William, ex gerente general del Banco de la época de Massoni que se autoestima puro e inocente, despidió a su abogado defensor particular Luis Lopez Salaberry porque tenía un discurso muy fuerte contra el tribunal y ello molestaba y podía perjudicarlo, sugerencia que le habría hecho llegar el Ministerio Público fiscal -o sea los fiscales- que le ofrecieron salvarlo, es decir, no acusarlo, se comenta en los pasillos de los tribunales.
Hay algunos otros aspectos íntimos o susceptibles del juicio que quiero comentarles, sin herir los sentimientos ni el buen nombre y honor de nadie, pero existen, subyacen en el escenario o en la platea del Teatro Verdi donde se realiza la audiencia.
Hay un viejo y prestigioso letrado que tiene una cobertura especial periodística en un medio escrito, con mayor amplitud y desarrollo que la propia crónica del periodista, el suscripto, para mi asombro y perplejidad.
La redacción sería del propio procesalista de fuste, muy sensible a lo que sale o no sale en los medios, especialmente deseando sobresalir él. Fue abogado del Caso Carrasco en Neuquén, que terminó con el servicio militar obligatorio en la Argentina y defensor del ex gobernador de Río Negro, Massacessi, por aquel supuesto apoderamiento del tesoro nacional para pagar los sueldos, lo terminó salvando o logrando sobreseer en la Suprema Corte.
Hay dos mesas de defensores, la grande de los pesos pesados: Pandolfi, Heredia, Salaberry (renunciado por su pupilo), Galende y la mesa chica de Rey, Hervida, Gabalachis, cuyos clientes están posiblemente menos comprometidos, desde ya que ningún imputado se considera comprometido, autor, sospechoso, sino inocente (Williams) lógicamente.
Estaría el caso de este ex funcionario del Banco, a quien supuestamente le mosleta o perjudica la elevada crítica o polemización de su letrado (Salaberry) hacia el Tribunal o los acusadores, porque cree que puede salir perdiendo y lo despidió.
Un abogado (Galende) dio a entender hablando de costado, delante de nosotros, que lo estaban “apretando” desde el mundo político, el periodístico o la fiscalía, como para que baje el tono.
Como ejemplo el Diario Jornada publicó que ese letrado cobraba $ 15.000 de asesor del PJ en la Legislatura y él dice que sólo son $ 4.500 “que le devuelvan los $ 9.000 que faltan, quién se los está llevando”.
La otra cara del destino: el talentoso abogado Oscar Romero de la contadora Silvia Beros, acaba de ser absuelto o liberado de una denuncia que le hicieron, ante el Colegio de Abogados de Trelew, Tribunal de Ética, al menos dos jueces del Tribunal, Portela y Arguiano, por sus expresiones al comienzo de una audiencia, cuando dijo que un dictamen de los nombrados era un “disparate”, porque aquello como dijo Zaffaroni, expresó que se dispara hacia cualquier lado contra la razonabilidad jurídica.
* DNI 5.192.940
Hay novedades en la megacausa Banco Chubut que se reinicia el martes 10 de marzo.
Se habla que el imputado John William, ex gerente general del Banco de la época de Massoni que se autoestima puro e inocente, despidió a su abogado defensor particular Luis Lopez Salaberry porque tenía un discurso muy fuerte contra el tribunal y ello molestaba y podía perjudicarlo, sugerencia que le habría hecho llegar el Ministerio Público fiscal -o sea los fiscales- que le ofrecieron salvarlo, es decir, no acusarlo, se comenta en los pasillos de los tribunales.
Hay algunos otros aspectos íntimos o susceptibles del juicio que quiero comentarles, sin herir los sentimientos ni el buen nombre y honor de nadie, pero existen, subyacen en el escenario o en la platea del Teatro Verdi donde se realiza la audiencia.
Hay un viejo y prestigioso letrado que tiene una cobertura especial periodística en un medio escrito, con mayor amplitud y desarrollo que la propia crónica del periodista, el suscripto, para mi asombro y perplejidad.
La redacción sería del propio procesalista de fuste, muy sensible a lo que sale o no sale en los medios, especialmente deseando sobresalir él. Fue abogado del Caso Carrasco en Neuquén, que terminó con el servicio militar obligatorio en la Argentina y defensor del ex gobernador de Río Negro, Massacessi, por aquel supuesto apoderamiento del tesoro nacional para pagar los sueldos, lo terminó salvando o logrando sobreseer en la Suprema Corte.
Hay dos mesas de defensores, la grande de los pesos pesados: Pandolfi, Heredia, Salaberry (renunciado por su pupilo), Galende y la mesa chica de Rey, Hervida, Gabalachis, cuyos clientes están posiblemente menos comprometidos, desde ya que ningún imputado se considera comprometido, autor, sospechoso, sino inocente (Williams) lógicamente.
Estaría el caso de este ex funcionario del Banco, a quien supuestamente le mosleta o perjudica la elevada crítica o polemización de su letrado (Salaberry) hacia el Tribunal o los acusadores, porque cree que puede salir perdiendo y lo despidió.
Un abogado (Galende) dio a entender hablando de costado, delante de nosotros, que lo estaban “apretando” desde el mundo político, el periodístico o la fiscalía, como para que baje el tono.
Como ejemplo el Diario Jornada publicó que ese letrado cobraba $ 15.000 de asesor del PJ en la Legislatura y él dice que sólo son $ 4.500 “que le devuelvan los $ 9.000 que faltan, quién se los está llevando”.
La otra cara del destino: el talentoso abogado Oscar Romero de la contadora Silvia Beros, acaba de ser absuelto o liberado de una denuncia que le hicieron, ante el Colegio de Abogados de Trelew, Tribunal de Ética, al menos dos jueces del Tribunal, Portela y Arguiano, por sus expresiones al comienzo de una audiencia, cuando dijo que un dictamen de los nombrados era un “disparate”, porque aquello como dijo Zaffaroni, expresó que se dispara hacia cualquier lado contra la razonabilidad jurídica.
* DNI 5.192.940
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