Fuente: La Tercera
Expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y de la Universidad Austral de Chile (UACh), coincidieron tajantemente en que no existe relación alguna entre la erupción de los volcanes Chaitén y Llaima.
El doctor Mario Pino, geólogo, académico e investigador de la UACh descartó de plano cualquier tipo de conexión entre ambos fenómenos volcánicos, diciendo que "no existe relación alguna".
Cabe recordar que la casa de estudios superiores viene desarrollando diversas acciones investigativas en la zona de la catástrofe chaitenina, la cual determinó la decisión gubernamental de relocalizarla en Santa Bárbara.
Por otra parte, Jorge Muñoz, vulcanólogo del Sernageomin, explicó que en la naturaleza todo está relacionado, "sin embargo en este caso no cabe relación directa entre la erupción de ambos macizos", insistiendo en que son "dos individuos distintos, separados".
Asimismo, Muñoz aclaró que, en el fondo, si se va al origen profundo del volcanismo en Chile, efectivamente "la relación está y se explica por la subducción de la placa de Nazca bajo la placa sudamericana".
El experto sostuvo que todo el volcanismo activo se relaciona con la "subducción" -fenómeno presente en todos los volcanes activos de la Cordillera de los Andes, desde Colombia al sur de Chile-. Este proceso consiste en un hundimiento de una placa litosférica bajo otra en un límite de placas convergentes. Generalmente, es la litosfera oceánica, de mayor peso específico, la que subduce bajo la litosfera continental, de menor peso debido a su mayor grosor cortical.
El lento movimiento, hacia las capas más profundas de la Tierra, de la placa oceánica provoca un aumento lento de las temperaturas en las rocas del antiguo fondo del mar -hasta más de mil grados celsius- que a una profundidad de 100 kilómetros, aproximadamente, las rocas de la placa oceánica se funden parcialmente.
Nota relacionada: Cenizas: investigadores locales estudiarán el impacto del Chaitén en el ecosistema acuático
Expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y de la Universidad Austral de Chile (UACh), coincidieron tajantemente en que no existe relación alguna entre la erupción de los volcanes Chaitén y Llaima.
El doctor Mario Pino, geólogo, académico e investigador de la UACh descartó de plano cualquier tipo de conexión entre ambos fenómenos volcánicos, diciendo que "no existe relación alguna".
Cabe recordar que la casa de estudios superiores viene desarrollando diversas acciones investigativas en la zona de la catástrofe chaitenina, la cual determinó la decisión gubernamental de relocalizarla en Santa Bárbara.
Por otra parte, Jorge Muñoz, vulcanólogo del Sernageomin, explicó que en la naturaleza todo está relacionado, "sin embargo en este caso no cabe relación directa entre la erupción de ambos macizos", insistiendo en que son "dos individuos distintos, separados".
Asimismo, Muñoz aclaró que, en el fondo, si se va al origen profundo del volcanismo en Chile, efectivamente "la relación está y se explica por la subducción de la placa de Nazca bajo la placa sudamericana".
El experto sostuvo que todo el volcanismo activo se relaciona con la "subducción" -fenómeno presente en todos los volcanes activos de la Cordillera de los Andes, desde Colombia al sur de Chile-. Este proceso consiste en un hundimiento de una placa litosférica bajo otra en un límite de placas convergentes. Generalmente, es la litosfera oceánica, de mayor peso específico, la que subduce bajo la litosfera continental, de menor peso debido a su mayor grosor cortical.
El lento movimiento, hacia las capas más profundas de la Tierra, de la placa oceánica provoca un aumento lento de las temperaturas en las rocas del antiguo fondo del mar -hasta más de mil grados celsius- que a una profundidad de 100 kilómetros, aproximadamente, las rocas de la placa oceánica se funden parcialmente.
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