Por Abla Carballo *
Viene de acá
En un reportaje realizado al premio Nobel de economía Milton Friedman, (1992), dijo que estaba de acuerdo que todas las drogas se consideren como al alcohol y el tabaco. Que la iniciativa debía partir del Congreso. Que la elaboración de las drogas debía hacerla la industria farmacéutica. Aclarando que “será el mercado quien regulará el suministro de materias primas”.
En realidad la posición de Friedman, proviene de una división entre moral y ética económica. Desde este punto de vista si la droga produce ganancia debe ser legalizada.
El 7 de noviembre de 1999, el diario Clarín, en su revista VIVA comentó el furor que provocó en los Estados Unidos y Europa el boom de cosméticos, alimento y papel extraído del tallo del cáñamo (hemp). Además Gran Bretaña fue el primero en lanzar jabones, cremas y protectores labiales a base de hemp. Productos que llevan impreso una hojita de marihuana. (¿Ventajas? No daña el medio ambiente y es suavizante) (¿)
LA FAMILIA DEL ADICTO Y OTROS TEMAS
En esta problemática hay intereses de orden económico, por lo que es necesario definir dos grandes conjuntos de variables.
Por un lado la disponibilidad de drogas o también denominado polo de la oferta, y por otro lado lo concerniente al consumo o polo de la demanda, donde aparece la persona que consume drogas y las consecuencias inmediatas y mediatas que rodean la vida futura del consumidor.
Entre las drogas disponibles existen dos categorías: las lícitas (drogas de aceptación social alcohol y tabaco), y las ilícitas.
La línea divisoria entre lo lícito e ilícito es una circunstancia variable –versátil, caprichosa, móvil- porque el criterio cabalga sobre cuestiones de política criminal. Pero, de acuerdo a la legislación vigente todavía, se puede distinguir estos dos grupos de drogas más importantes.
Respecto a la persona consumidora de drogas la composición química es secundaria, porque lo que pretende el consumidor es lograr un determinado efecto.
De manera que, conforme se ubique a la persona en el polo de disponibilidad (farmacéutico, químico), para uno será producto químico comercial útil para su negocio; para otro será objeto de estudio. Para la persona involucrada con la droga, en el polo de la demanda, será un objeto al servicio de la resolución de su problema. Este es el punto de encuentro, el vínculo entre el consumidor y la droga. Esta unidad está en coexistencia con la propia estructura social. (Tema para otro análisis).
Es necesario aclarar también que no todo el que utilice drogas o fármacos será un drogadependiente o fármaco-dependiente.
En síntesis, bordeando lo que entienden los legisladores nacionales, apoyándose en el respeto a la libertad individual de las personas; que las acciones privadas que “de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero” estarían fuera del alcance de la ley y de la justicia, sería probable que despenalicen la tenencia de marihuana para uso personal (no más de 21 gramos).
Mientras tanto, la familia de consumidores de marihuana, refieren de hijas y/o hijos, esposas, esposos, hermanos, hermanas, familiares, episodios agudos de pánico, confusión mental, delirios e irritabilidad, nerviosismo, depresión, alteraciones de sueño. Señalan que en diversas ocasiones los ven con alteraciones en las funciones cognitivas y físicas. Que muestran regresiones a etapas infantiles del desarrollo psíquico, que muestran creciente actitud de susceptibilidad paranoide. Padres y madres que soportan lapsos, de esos consumidores de marihuana, con tendencias hacia el suicidio y otras actitudes autodestructivas (cortes en la piel, accidentes de trabajo, choques, etc.). Finalmente describen sus vidas teñidas con la impotencia y la angustia por la degradación de esos seres entrañables y cómo en innumerables casos se rompe el vínculo del matrimonio y se destruyen las familias.
Cabe preguntar, si a la hora de levantar manos, los mandatarios escucharon, miraron, consultaron, sintieron con las personas comunes, la mayoría, que es al enfermo a quien no se debe penalizar sino que se lo debe tratar con especialistas, y que lo que se fomenta es la aparición de una nueva adicción: la indiferencia.-
Consultas:
Maldonado Roberto “La problemática oferta-demanda de drogas y el rogadependiente”.
Yaría Juan Alberto Instituto de drogodependencia. Univ. Del Salvador.
Milton Friedman Reportaje
Kalina Eduardo La familia del Adicto. La legalización de la droga sería catastrófica.
Abla Carballo - DNI 4159560
Viene de acá
En un reportaje realizado al premio Nobel de economía Milton Friedman, (1992), dijo que estaba de acuerdo que todas las drogas se consideren como al alcohol y el tabaco. Que la iniciativa debía partir del Congreso. Que la elaboración de las drogas debía hacerla la industria farmacéutica. Aclarando que “será el mercado quien regulará el suministro de materias primas”.
En realidad la posición de Friedman, proviene de una división entre moral y ética económica. Desde este punto de vista si la droga produce ganancia debe ser legalizada.
El 7 de noviembre de 1999, el diario Clarín, en su revista VIVA comentó el furor que provocó en los Estados Unidos y Europa el boom de cosméticos, alimento y papel extraído del tallo del cáñamo (hemp). Además Gran Bretaña fue el primero en lanzar jabones, cremas y protectores labiales a base de hemp. Productos que llevan impreso una hojita de marihuana. (¿Ventajas? No daña el medio ambiente y es suavizante) (¿)
LA FAMILIA DEL ADICTO Y OTROS TEMAS
En esta problemática hay intereses de orden económico, por lo que es necesario definir dos grandes conjuntos de variables.
Por un lado la disponibilidad de drogas o también denominado polo de la oferta, y por otro lado lo concerniente al consumo o polo de la demanda, donde aparece la persona que consume drogas y las consecuencias inmediatas y mediatas que rodean la vida futura del consumidor.
Entre las drogas disponibles existen dos categorías: las lícitas (drogas de aceptación social alcohol y tabaco), y las ilícitas.
La línea divisoria entre lo lícito e ilícito es una circunstancia variable –versátil, caprichosa, móvil- porque el criterio cabalga sobre cuestiones de política criminal. Pero, de acuerdo a la legislación vigente todavía, se puede distinguir estos dos grupos de drogas más importantes.
Respecto a la persona consumidora de drogas la composición química es secundaria, porque lo que pretende el consumidor es lograr un determinado efecto.
De manera que, conforme se ubique a la persona en el polo de disponibilidad (farmacéutico, químico), para uno será producto químico comercial útil para su negocio; para otro será objeto de estudio. Para la persona involucrada con la droga, en el polo de la demanda, será un objeto al servicio de la resolución de su problema. Este es el punto de encuentro, el vínculo entre el consumidor y la droga. Esta unidad está en coexistencia con la propia estructura social. (Tema para otro análisis).
Es necesario aclarar también que no todo el que utilice drogas o fármacos será un drogadependiente o fármaco-dependiente.
En síntesis, bordeando lo que entienden los legisladores nacionales, apoyándose en el respeto a la libertad individual de las personas; que las acciones privadas que “de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero” estarían fuera del alcance de la ley y de la justicia, sería probable que despenalicen la tenencia de marihuana para uso personal (no más de 21 gramos).
Mientras tanto, la familia de consumidores de marihuana, refieren de hijas y/o hijos, esposas, esposos, hermanos, hermanas, familiares, episodios agudos de pánico, confusión mental, delirios e irritabilidad, nerviosismo, depresión, alteraciones de sueño. Señalan que en diversas ocasiones los ven con alteraciones en las funciones cognitivas y físicas. Que muestran regresiones a etapas infantiles del desarrollo psíquico, que muestran creciente actitud de susceptibilidad paranoide. Padres y madres que soportan lapsos, de esos consumidores de marihuana, con tendencias hacia el suicidio y otras actitudes autodestructivas (cortes en la piel, accidentes de trabajo, choques, etc.). Finalmente describen sus vidas teñidas con la impotencia y la angustia por la degradación de esos seres entrañables y cómo en innumerables casos se rompe el vínculo del matrimonio y se destruyen las familias.
Cabe preguntar, si a la hora de levantar manos, los mandatarios escucharon, miraron, consultaron, sintieron con las personas comunes, la mayoría, que es al enfermo a quien no se debe penalizar sino que se lo debe tratar con especialistas, y que lo que se fomenta es la aparición de una nueva adicción: la indiferencia.-
Consultas:
Maldonado Roberto “La problemática oferta-demanda de drogas y el rogadependiente”.
Yaría Juan Alberto Instituto de drogodependencia. Univ. Del Salvador.
Milton Friedman Reportaje
Kalina Eduardo La familia del Adicto. La legalización de la droga sería catastrófica.
Abla Carballo - DNI 4159560
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